Después de varias conversaciones con personas asustadas por el aumento de la probabilidad de un corralito en España, hemos percibido una elevada incomprensión y/o una gran manipulación mediática en España de lo sucedido en la Cumbre, como el http://www.elmundo.es/ o el http://www.elpais.com/ con titulares tipo: “Europa avanza y deja a Reino Unido como único país aislado”. Ésto no ha sido así en los EEUU [http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203413304577087562993283958.html] o en el Reino Unido, donde consideran que Merkozy le ha hecho un favor a la City londinense [http://www.bbc.co.uk/news/business-16109444] . Basta ver la carita de Zarkozy en este vídeo explicativo de la crisis del euro para darse cuenta de que está muy preocupado:
http://www.youtube.com/user/telegraphtv#p/u/4/JijZL2HCkHs
Esperamos que sea simplemente una cuestión de incomprensión, pero el término avanzar estaría bien matizarlo, porque se puede avanzar en muchos sentidos y las decisiones tomadas [1] apuntan a un claro avance hacia el caos monetario. De hecho, lo nocivo de los planteamientos y resultados de esta cumbre han puesto de acuerdo a gente tanto de izquierdas (Krugman) [http://krugman.blogs.nytimes.com/2011/12/10/orwellian-currency-area/] como de derechas (Niall Ferguson) [http://www.thedailybeast.com/articles/2011/12/09/niall-ferguson-great-britain-saves-itself-by-rejecting-the-eu.html]. La que debía de ser la “Cumbre de la Salvación del Euro” , en nuestra opinión ha sido un fracaso rotundo en términos de adecuación de las medidas a la gravedad del problema a largo plazo y sobre todo a corto plazo que enfrenta Europa: el de la estabilidad financiera, financiación excesivamente cara, etc. De hecho, envidiamos al Reino Unido en el sentido de que no se sube a un barco que se parece más al Titanic que a otra cosa.
Así pues, nos gustaría arrojar algo de luz al respecto de la baja efectividad política económica que suponen las INÚTILES medidas aprobadas para afrontar el problema de corto plazo de la sangría de la deuda, puesto que ni se ha logrado mucho: i) NO se ha garantizado la intervención del BCE en situaciones críticas y ii) NO se ha aumentado la dotación de recursos al fondo de rescate, y lo que SI se ha logrado con el pacto fiscal de reducción conjunta de déficits y compromiso de estabilidad presupuestaria, ni siquiera es prometedor. El pacto fiscal poco tiene que ver con el origen de los problemas de la zona Euro (disparidades de costes laborales, competitividad y balanza por cuenta corriente, bajo crecimiento, activos tóxicos, etc) y más bien se parece al suicidio colectivo de una secta que perdió el norte.
Añadir reglas fiscales a las constituciones de los Estados de la UE podría tener dos efectos positivos: i) generar coherencia temporal en las decisiones de política fiscal de las administraciones públicas y ii) asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas en el medio y largo plazo. Es también importante enfatizar que una regla fiscal, puede acomodar tanto gastos e impuestos altos, como gastos e impuestos bajos y permite regular la discrecionariedad e inconsistencia en el tiempo de nuestra clase política. Es decir, apriorísticamente, una regla fiscal de este tipo no tiene por qué implicar recortes de gastos ni una reducción del Estado del Bienestar pudiendo combinarse con una profundización en políticas fiscales progresivas, que minimizarían la disparidad de poder adquisitivo entre grupos sociales.
El problema es que las reglas fiscales que limitan los déficits públicos tienen también sus aspectos negativos. El punto más importante es que restan maniobrabilidad y capacidad de reacción a los gestores públicos frente a las crisis. Y señores/as, estamos en una crisis que se pronostica larga como se puede ver a continuación. A la Zona Euro le esperan 6 trimestres de decrecimiento tal y como podemos ver en el Gráfico 1.
Gráfico 1: Pronóstico evolución del crecimiento en la Zona Euro
Gráfico 2: Desviación del nivel potencial
En los sistemas fiscales modernos actuales, los economistas contamos con “estabilizadores automáticos”. La palabra “estabilizador” viene de reducir los ingresos en una recesión y subirlos en una expansión. La palabra “automático” por su parte, viene de que el cambio en la recaudación se produce sin la actuación de los gestores públicos, puesto que las propias fluctuaciones cíclicas de la economía ya producen de por si este resultado. Cuando estamos en épocas de recesión tal y como se puede observar en el Gráfico 2 en el que se muestra la desviación de la senda a largo plazo, las prestaciones por desempleo se disparan y cuando estamos en situaciones de bonanza, los impuestos aplicados a beneficios empresariales, también.
Pero.. ¿Qué sucedería si se aplica el equilibrio presupuestario que plantea Merkozy? Podemos imaginarnos varios puntos de partida [2]. Por motivos de brevedad, partiremos de un escenario neutro asumiendo que estamos en una situación de déficit del 0% y nuestra economía se ve sacudida por un shock de oferta negativo sobre el precio del crudo. La economía española ante este tipo de shock se contraería y con ello caerían los ingresos y aumentaría el gasto. Si los politólogos quisiesen mantener el equilibrio presupuestario en cada periodo ya que de otra forma, su modus operandi no respetaría el tratado futurible y se expondrían a sanciones, esta reforma los llevaría a que en ese mismo año necesariamente tendrían que a) subir los impuestos o bien b) reducir el gasto. En lugar de amortiguar el ciclo manteniendo el mecanismo estabilizador el gestor público si fuese respetuoso con la reforma agravaría la recesión, lo que a su vez generaría caídas adicionales de ingresos y subidas de gasto forzando una espiral depresiva como la que se observa ahora en Grecia.
¿Saben lo que se juegan? ¿Creen que la consolidación fiscal a costa de crecimiento va a parar a los mercados? Los mercados financieros tienen un comportamiento que en ocasiones parecería psicopático pero desde luego no son tontos y saben que los problemas europeos son las diferencias de costes laborales, las balanzas comerciales, la inexistencia de reglas de actuación en los mercados de deuda por parte del BCE y de una política de crecimiento y desempleo comunitaria, etc. Hoy, tras el fin de semana tenemos nuevos castigos y caídas bursátiles. [http://www.elpais.com/articulo/economia/dudas/vuelven/deuda/Bolsas/caen/fuerza/pese/acuerdo/viernes/elpepueco/20111212elpepueco_4/Tes
Si los políticos europeos se piensan que con este pacto aguantan sin más turbulencias hasta marzo van listos.
Notas:
[1] Si alguien está interesado en un análisis detallado sobre lo finalmente acordado puede directamente acudir a este enlace donde está la memoria del encuentro en castellano:http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/es/ec/126673.pdf
[2] La realidad es que el punto de partida es peor. Por poner números de déficit estructural encima de la mesa, de acuerdo con la OCDE en el Government at a Glance 2011 (una de las múltiples posibles estimaciones) España en 2010 habría registrado un déficit estructural de 4,9%, menos que en Portugal (7,8%), Irlanda (7,4%) o Grecia (6,5%) y también menos que en Estados Unidos (8,6%) y Reino Unido (8,3%). La cifra española no es muy distinta de la de Francia (4,7%), pero está por encima de la de Holanda (3,2%), Alemania (2,2%), Italia (2,6%) o Suecia (1,9%).
Autor: We_Vincenzo
Osea que no sirve ni para un hipotético muy largo plazo en el que se tuviese todo balanceado…
Gran estudio.
Pero lo que no termino de entender es cómo RU está en mejor situación que nosotros cuando casi nos doblan en déficit estructural.
Ehm… frente a un shock de demanda tienes razón (caída de la inversión por miedos), pero ante un shock de oferta (por aumento de costes) me temo que una política fiscal expansiva «automática» no haría sino agravar el problema… al menos, si la demanda de petróleo fuera elástica (si respondiera bien a los cambios en nivel de renta y/o precio, subiendo y bajando mucho el volumen vendido).
Un shock de oferta suele generar tensiones inflacionistas, o más concretamente una situación de estanflación (estancamiento + inflación), que ya en los años 70 identificamos como una situación en la que el keynesianismo no vale (el estímulo crea más inflación, pero la economía no crece).
Ahora mismo nos encontramos ante una crisis por el lado de la demanda, pero los crecientes precios del petróleo tampoco permiten precisamente una salida keynesiana y la crisis se está convirtiendo cada vez más en una crisis de oferta.
Hace falta una reforma estructural a fondo en materia de movilidad, transporte de mercancías, y energía en general. Y no tanto la tan cacareada reforma estructural del mercado laboral.
Véase artículo «automóvil y crisis económica»:
http://www.econonuestra.org/index.php?option=com_content&view=article&id=131:automovil-y-crisis-economica&catid=46:analisis&Itemid=78
En otras palabras: vale que hay que aprender del keynesianismo, pero ahora mismo es prioritario aplicar las recetas de las escuelas de economía medioambiental.
@ Stefan Nolte. La idea del shock de demanda que planteas es quizás más purista para el ejemplo además haciendo buena referencia a la crisis de los 70′. Sin embargo, el shock de oferta también tiene el siguiente canal de transmisión afectando a las arcas públicas: (t) suben precios del petróleo –> (t+1)se contrae la producción –> (t+2) se contrae la posibilidad de recaudar vía impuestos. Ahora quedará más clara la intuición. Por otro lado tienes razón al señalar que hace falta mucha dosis de economía ambiental para salir de ésta pero también de keynesianismo. En Japón ellos ya tuvieron crisis de deuda, activos tóxicos, burbuja, etc. La salida que nos envían desde allí (http://www.youtube.com/watch?v=5zCJy84Yvvo) para evitar 10 años de estancamiento es correr un largo déficit gubernamental hasta que el sector privado haya limpiado sus cuentas de activos tóxicos, y es entonces, cuando se puede reducir el déficit gubernamental. O sea, todo lo contrario al «plan de la nueva Europa de Merkozy de apretarse el cinturón».
@spoonman: Tiene sentido preguntarte esto. La cuestión es que su crecimiento del 2% el nuestro del 0.7%. Su inflación del 2.6% la nuestra del 1.5%. Crecen y devalúan el valor real de su deuda más que nosotros. Eso afecta a las expectativas de los tenedores de deuda haciendo que se perciba menos credibilidad en la capacidad de pago de España, de hecho cada unidad monetaria financiando a gobierno a 10 años es un 1.5% más cara que la de ellos (nosotros el 5 y ellos el 3.5%). Además y más importante todavía, sus requisitos para estabilizar DEUDA/PIB son más suaves que los superávits primarios del 2% que necesitaríamos aquí.
Claro que el shock de oferta puede hacer reducirse los ingresos del Estado. El problema es que en los casos de shock de oferta la política fiscal expansiva es perniciosa.
En Japón hubo un shock de demanda al estallar su propia burbuja inmobiliaria. En este caso, pudieron recurrir a déficits fiscales inmensos porque es un país con enorme superavit comercial (de toda la vida) y la monetización de su deuda pública simplemente sustituyó la brutal destrucción de dinero bancario. En España esto no es aplicable, y a nivel de Eurozona tengo mis serias dudas.
Aunque el plan para la eurozona no esté pensado realmente para el tránsito a una política económica ambiental, no es contradictorio con ella: aumentar la deuda (sea pública o privada) es muy arriesgado ante la amenaza de escaso crecimiento por estrangulamiento de la oferta… y de paso obliga a los Gobiernos a aumentar los impuestos para mantener el sector público en condiciones y acometer las enormes inversiones en «infraestructura natural».
Impuestos a subir: el IVA e Hidrocarburos. Ello conlleva una reducción del consumismo privado, que es el principal derrochador de recursos, y fomenta el ahorro… más recursos financieros para el reverdecimiento, esta vez del sector privado.
No acabo de concebir esto con una política fiscal expansiva, la verdad… aunque a corto plazo tal vez sea necesario, para empezar a movilizar los capitales privados «acojonaos». Pero expansión fiscal en Alemania, no en España… que nosotros ya tenemos demasiado déficit comercial.
@ Stefan Nolte.
Muy buenas contribuciones. Ante una crisis derivada del reajuste de activos sobrevalorados en base a única y exclusivamente deuda, no es equivocado pensar que las políticas monetaristas de expansión crediticia que podrían salir del BCE, es decir, de bajada de intereses y QE, son insuficientes. Con respecto a las políticas fiscales, la economía crítica tiene muy claro que la opción de la expansión en el núcleo europeo que mencionas en lugar de deflacionar la periferia sería menos dolorosa. No planteamos una expansión unilateral en la periferia manteniendo el resto de factores constantes, lo que desde luego, agravaría más si cabe la situación.
Finalmente, hablando de políticas de oferta y economía ambiental, aquí tienes un video de Jeremy Rifkin que nos lanza el reto de la revolución económica lateral: convertir cada hogar en una planta de energía verde descentralizando la producción de ésta cuyo proceso crearía millones de empleos http://www.youtube.com/watch?v=9OCPACdiJTk
Na, lo realmente bueno es lo que haceis vosotros… abriendo un espacio de debate que permita derribar los mitos de la dictadura monetarista. Hay que ver el daño que ha hecho Friedman! De todas formas, se agradecería menos euroescepticismo y analizar críticamente también la «salida fácil» de la expansión fiscal (que es menos varita mágica de lo que a veces se puede dar a entender… como si fuera el milagro de los panes y los peces).
Habría que meterse bastante a fondo con las complicadas reformas estructurales que se tienen por delante, y que no son solamente mercado de trabajo y sistema financiero. Allí está la energía, infraestructura y ocupación del territorio, legislación empresarial (en España un truño), gobernanza y seguridad jurídica (200.000 millones de € a la basura sólo en el sector energético europeo por los cambios arbitrarios), etc. etc.