1. Introducción
¿Cuál es el punto de partida de un proceso constituyente?
Las circunstancias y hechos sociales derivados de las crisis política, económica, financiera y ecológica, así como de la desigualdad intrínseca del sistema socioeconómico actual han determinado un orden mundial criminal y depredador donde las pequeñas oligarquías políticas y financieras, las llamadas élites extractivas, deciden sobre nuestro destino con total impunidad. Ante esta situación, con el objetivo de dotar a los ciudadanos de igualdad política real y no exclusivamente formal, se hace imprescindible una revisión completa de las reglas de juego que rigen nuestra sociedad a través de la Constitución.
Una constitución fija los límites de los poderes del Estado y define las relaciones entre ellos y de éstos con sus ciudadanos, estableciendo las bases del gobierno y la organización de las instituciones. En España, el proceso constituyente parte del reconocimiento de que es necesario superar la Constitución de 1978, que ha quedado obsoleta. Tres de cada cuatro españoles no pudo votarla y quienes la pudieron votar, no pudieron influir en su redacción y contenido, porque el proceso respondió a intereses fundamentalmente partidistas. Probablemente, ese era el único instrumento posible en aquel momento dada la fuerte tutela militar del proceso. Sin embargo, el contexto histórico ha cambiado y ya no salimos de una dictadura sino que estamos en un sistema representativo consolidado, aunque defectuoso. Lo que se pretende en la actualidad es una profundización democrática.
En este sentido, la apertura de un proceso constituyente es fruto de la necesidad de crear un nuevo entorno jurídico y político que quede legitimado por el poder constituyente, el pueblo soberano. No debe permitirse, pues, que quienes ostentan el poder redacten las normas que lo regulan.
¿Qué es un proceso constituyente y cuál es su finalidad?
Un proceso constituyente está en el origen de todo sistema verdaderamente democrático y tiene como fin una nueva constitución adaptada a las necesidades actuales de la población. La principal diferencia entre un proceso constituyente y una reforma constitucional es que la reforma plantea sólo un cambio parcial o más superficial en determinados artículos manteniendo el marco constitucional vigente.
El Proceso Constituyente, por definición, es general y amplio, con carácter deliberativo e inclusivo, y tiene como objetivo obtener una legitimidad democrática lo más amplia posible. Por ello, debe brindar a toda la ciudadanía las mayores opciones posibles para participar libre y democráticamente en todo el proceso, ya sea optando a candidato a la Asamblea Constituyente, influyendo en la elaboración de la nueva constitución o participando en la ratificación definitiva del texto constitucional.
En palabras de Antonio del Cabo, catedrático de Derecho constitucional, podemos entender el proceso constituyente como:
La fijación de un pacto básico que se abre cuando existe una convicción generalizada en la sociedad de que el anterior pacto de convivencia ha quedado agotado o cuando se perciben como injustas, ineficaces o insostenibles sus decisiones básicas
2. Fases del proceso Constituyente
En el plano temporal, un proceso constituyente consta de las siguientes etapas que pasamos a describir ordenadas cronológicamente.
2. 1. Fase pre-constituyente
En la fase pre-constituyente, la ciudadanía despierta del letargo. En ella, los ciudadanos más activos manifiestan y transmiten la necesidad de implementar cambios en la organización política. En esta fase de concienciación pública, además de explicarse las causas del descontento, deben contemplarse las características y la naturaleza del proceso que se pretende iniciar así como sus pilares.
El estallido del movimiento del 15M en 2011 fue, sin duda, una toma de conciencia colectiva, expresión de descontento social y visualización del potencial de empoderamiento ciudadano. Las causas del descontento mostrado en aquel momento atendían a razones tanto políticas como económicas. A nivel político, el exceso de corrupción, la falta de representatividad e inexistencia de mecanismos de control de los partidos y de las instituciones, así como la imposibilidad efectiva de participar en política más allá del paso por las urnas cada cuatro años. A nivel económico, la falta de soluciones socialmente aceptables a una crisis provocada por una élite extractiva y parasitaria, que no hace sino ahondar en el expolio de la riqueza y en el empobrecimiento del ciudadano medio. Es evidente que las causas del descontento siguen plenamente vigentes.
2. 2. Fase decisoria / Activación del proceso
Cuando buena parte de la sociedad adquiere un determinado nivel de conciencia sobre la necesidad de establecer profundas reformas en el sistema político vigente de un país, sus ciudadanos toman la decisión de promoverlas a través de un acto formal y específico con características procedimentales consensuadas.
Dada la inexistencia de mecanismos efectivos de democracia participativa para convocar un referéndum sobre el proceso constituyente y dado que los poderes establecidos no confluyen con el sentir mayoritario de los ciudadanos, debe establecerse un momento en el cual consolidar socialmente el compromiso de la ciudadanía para arrancar el proceso constituyente. La fecha tentativa, marcada a tal efecto, es el 25 de Septiembre de 2012. Ese día se ha convocado a toda la ciudadanía a rodear el Congreso de los Diputados, forzar la dimisión del Gobierno y abrir un proceso constituyente. Para la efectiva activación sería crucial que en esta fecha la masa social implicada en el evento adquiriese poder destituyente, es decir, la capacidad de deslegitimar al gobierno actual autolegitimándose a sí misma.
Para que esta fase desemboque en una situación en la que la ciudadanía se convirtiera en sujeto constituyente podrían darse tres escenarios recogidos en el siguiente esquema:
Esquema 1: Formas de activación del Proceso Constituyente
Explicación de los 3 escenarios:
Opción 1: La ciudadanía establecería unilateralmente un mecanismo de consulta, cuyo apoyo masivo podría concentrar la legitimidad democrática. Sería el caso de una consulta ciudadana, promovida por una parte de la población, que podría articular mecanismos online y presenciales para que la ciudadanía pudiera mostrar su opinión sobre la necesidad de abrir el proceso constituyente (Ejemplos: «La séptima papeleta» en el proceso constituyente colombiano).
Opción 2: En este segundo escenario, la ciudadanía participaría en un proceso electoral anticipado, otorgando el poder a uno o varios partidos cuyos únicos objetivos son abrir el proceso constituyente. Estos partidos reunirían en su programa el conjunto de requisitos, mecanismos y características del proceso constituyente: los plazos, las posibles morfologías de la Asamblea Constituyente y los mecanismos de elección de los integrantes de ésta, así como las posibles formas de participación ciudadana durante la elaboración del texto y su ratificación posterior. Todos estos aspectos deberían ser consultados a la ciudadanía en un referéndum vinculante para así decidir la procedimentalidad constituyente a aplicar (Ejemplos: Venezuela, Ecuador, Islandia).
Opción 3: La presión ciudadana organizada y masiva podría lograr que el vigente poder constituido, muy a su disgusto, cediese directamente a las demandas populares y convocara un referéndum vinculante sobre la activación del proceso constituyente (Ejemplos: Túnez, Bolivia).
El referéndum de activación asociado a cada uno de estos hipotéticos escenarios puede hacer referencia a cuestiones procedimentales (tal y como muestra el siguiente esquema) o limitarse a preguntar sobre la activación (sí/no). Es decir, dicho referéndum podría plantear una de las dos siguientes opciones:
1) la activación del proceso, de modo que las cuestiones metodológicas se decidiesen con posterioridad.
2) la activación del proceso, más la especificación de la metodología asociada a cada fase constituyente.
Esquema 2: Variantes Referéndum
Ahora bien, una vez decidida la necesidad de iniciar un proceso constituyente ya sea vía opción 1 u opción 2, la ciudadanía tendría que centrarse en consensuar la forma en la que éste podría desarrollarse. Es decir, en tratar los posibles detalles procedimentales.
2. 3. Fase de desarrollo del proceso constituyente
La fase de desarrollo del proceso constituyente es la más compleja. Establece un periodo de debate donde los ciudadanos y los actores políticos reflexionen, deliberen y discutan sobre las principales cuestiones a la hora de configurar esta nueva estructura político-jurídica y sobre las diferentes metodologías para llevar a cabo los cambios deseados. A grandes rasgos, sería necesario consensuar cuestiones en torno a tres puntos: 1) la creación y morfología de una Asamblea Constituyente (AC) que desarrolle el texto constitucional, 2) los mecanismos de elección y acceso a la AC, 3) la forma de interacción entre la AC y la ciudadanía durante el proceso de desarrollo de propuestas, refundición y perfeccionamiento de las mismas y 4) el modo de aprobación del texto.
2.3.1. La definición de la morfología de la Asamblea Constituyente
La Asamblea Constituyente (AC) es el organismo colegiado, compuesto por una serie de personas que, reunidas, tienen como función redactar la nueva constitución. La AC está dotada para ello de plenos poderes al que deben someterse todas las instituciones públicas. Así, la cuestión clave en primera instancia es la de determinar la morfología de la AC, es decir, quiénes la componen. Lo ideal sería que la AC estuviese formada por personas que reflejen y aglutinen el sentir colectivo. Para lograr esta funcionalidad, existen diferentes diseños entre los que escoger. A continuación se detallan algunas de las opciones más relevantes:
i) Candidatos personales e independientes que cumplan con el requisito de contar con un cierto número de avales y que no hayan tenido cargos políticos o de responsabilidad en el régimen anterior.
– La ventaja es poder escoger personalidades reconocidas y de prestigio social que no estén contaminadas por el antiguo régimen. Como pega, los personajes más mediáticos y conocidos previamente tendrán ventaja y existirá el riesgo de que el poder económico pueda favorecer la campaña de los que más les convengan.
ii) Listas de candidatos propuestas por los partidos políticos (cerradas o desbloqueadas).
– Esta asamblea da como resultado un proceso bastante tutelado por el poder constituido ya que en el estarían presentes las fuerzas políticas del antiguo régimen junto a las nuevas fuerzas pro-constituyentes. En realidad, aquí no se puede hablar estrictamente de asamblea sino más bien de Parlamento Constituyente ya que lo que se escoge es una relación de partidos para que redacten ellos.
iii) Ciudadanos escogidos por sorteo (sobre el censo total de ciudadanos o sobre un censo de ciudadanos voluntarios siendo estos mayores de edad y sin impedimentos legales).
– La principal ventaja del sorteo es que no favorece a nadie por condición de fama o fortuna. Todo el mundo que quiera y pueda tiene idéntica probabilidad de pertenecer a la AC i, paradójicamente, esta puede ser mucho más representativa de la sociedad que siguiendo los otros dos esquemas basados en el sufragio.
iv) Combinaciones entre las variantes anteriores (por ejemplo: que el 50% de la Asamblea Constituyente fuese conformada según la opción i y el otro 50% según la opción iii).
– La combinación de sufragio y sorteo otorga las ventajas de los dos mundos. Permite escoger gente reconocida y a la vez permite la presencia de ciudadanos normales. La deliberación mixta puede ser de tipo híbrido, todos mezclados o de tipo bicameral donde cada grupo de elegidos decide en una asamblea separada intercambiando regularmente información, propuestas y los resultados de sus deliberaciones. También se puede aplicar algún tipo de ponderación, de manera que los más votados tengan más probabilidad de pertenecer a la asamblea pero que también se de cabida a gente más desconocida a priori.
Esquema 3: Morfologías de la Asamblea Constituyente
2.3.2. Metodología de selección de los constituyentes en la AC
La metodología de elección de los constituyentes que integren la AC está en función de la morfología que se decida para la misma. Así, cada morfología de la AC requiere un mecanismo de elección correspondiente. Las diferentes posibilidades condicionales a cada tipo de morfología serían las siguientes:
i) Candidatos personales independientes: La Asamblea Constituyente se formaría mediante elección de candidatos personales que contasen con un número determinado de avales:
i.i) Elección por circunscripción única: se elegirían a todos los candidatos dentro de un ámbito nacional. Todos los ciudadanos podrían votar a cualquier candidato.
i.ii) Elección por circunscripciones: en este caso los ciudadanos sólo podrían votar a los candidatos que se presentaran por su circunscripción.
a) Autonómicas plurinominales: se elegirían varios candidatos dentro de los ámbitos autonómicos (en proporciones adecuadas al total de constituyentes necesarios).
b) Provinciales plurinominales: se elegirían varios candidatos dentro de los ámbitos provinciales.
c) Según distritos uninominales: se elegiría a un candidato por cada X habitantes (por ejemplo, un constituyente cada 100.000 habitantes)
ii) Listas presentadas por partidos políticos: la Asamblea Constituyente se formaría mediante elección de representantes propuestos por los partidos políticos. En esta configuración serían los partidos quienes establecerían las listas de candidatos elegibles. Se contemplan diversos sistemas de elección:
ii.i) listas cerradas: similar al sistema actual donde los partidos presentarían listas y cada ciudadano votaría sólo a una lista.
ii.ii) listas abiertas: los ciudadanos podrían votar a candidatos de distintas listas.
De forma similar a la opción i), estas listas podrían presentarse en una única circunscripción o en varias (provinciales o autonómicas)
iii) Designación por sorteo: La Asamblea Constituyente se formaría mediante la selección aleatoria de ciudadanos escogidos al azar (sobre el censo total de ciudadanos o sobre un censo de ciudadanos voluntarios, se entiende que serían ciudadanos mayores de edad y sin impedimentos legales).
Análogamente a los sistemas de elección, los constituyentes sorteados podrían escogerse de una única circunscripción o de varias (autonómicas, provinciales o por distritos).
Esquema 4: Metodología de acceso a la Asamblea Constituyente
2.3.3. Interacciones entre la AC y la ciudadanía durante el proceso de propuestas y redacción
Las opciones globales para el proceso de interacción entre los constituyentes y la ciudadanía son las siguientes:
i) No interactiva: Los constituyentes redactarían solos valiéndose solo de los asesores y comisiones de apoyo que requiriesen.
ii) Interactiva unidireccional: Los constituyentes redactarían teniendo en cuenta también las propuestas de la ciudadanía.
Esquema 5: Interacción unidireccional
iii) Interactiva bidireccional: Los constituyentes redactarían con ayuda de asesores, recibiendo propuestas y pudiendo realizar encuestas regulares a la ciudadanía.
Esquema 6: Interacción bidireccional
A continuación, presentamos un esquema de desarrollo práctico para la interacción bidireccional entre la AC y la ciudadanía en el proceso de redacción, incluyendo el uso de las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías. Básicamente, se trata de habilitar dos canales de comunicación: los ayuntamientos e internet.
Esquema 7: Desarrollo del proceso interactivo bidireccional
El proceso de elaboración del texto constitucional se dividirá en tres partes.
-
En una primera fase, se abriría un plazo de admisión y valoración de propuestas. Desde el principio debería permitirse una doble vía de participación. Una física o tradicional, que se realizaría mediante la elevación de propuestas a través de puntos oficiales de registro en todos los ayuntamientos, y otra virtual, en la red, que haría uso de las nuevas tecnologías de la información. La Asamblea Constituyente recogería las propuestas recibidas y sondearía a la ciudadanía para ir definiendo las características del nuevo texto constitucional.
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En una segunda fase, el plazo de admisión se cierra definitivamente y la Asamblea Constituyente entra en la fase de análisis y redacción en la que podrá hacer uso de los asesores técnicos que precise. Los constituyentes podrían seguir lanzando encuestas o convocar referéndums consultivos para terminar de resolver disensos importantes que pudieran surgir durante el proceso de redactado. Todas las reuniones y discusiones de los constituyentes deberían poder seguirse en directo por televisión o streaming. Del mismo modo, quedaría constancia de todos sus acuerdos a través de la publicación de las actas correspondientes. Esta fase culminaría con una propuesta final de nueva constitución a la ciudadanía.
-
Por último, el texto propuesto se editaría y difundiría, tanto en papel como digitalmente, por todos los medios que se considerasen necesarios, para que toda la población pudiese tener acceso a él. Se daría un plazo mínimo de reflexión y lectura para que la ciudadanía tuviese tiempo de discutirlo y analizarlo. Terminado el plazo, se iniciaría el proceso de ratificación.
2.3.4. Metodología de ratificación del texto
Las opciones para la ratificación de la Nueva Constitución son básicamente dos, flexible y rígida. En la opción rígida se vota la ratificación o rechazo del texto en su conjunto, mientras que en las opciones más flexibles la ratificación del texto se realizaría bloque a bloque o bien artículo a artículo.
Esquema 8: Metodologías de ratificación del texto
3. Conclusión
Es evidente la enorme potencia del concepto del Proceso Constituyente como medio democrático para salir de la grave situación social en la que se encuentra el país. La presencia de una clase política hostil a la realización de cualquier cambio constitucional y a la apertura de un proceso constituyente que pudiese suponer una pérdida de hegemonía son importantes resistencias que la ciudadanía tendrá que superar.
Frente a estas resistencias las experiencias constituyentes tradicionales se han producido y generado mediante la toma del poder por los sectores sociales descontentos a través de un proceso revolucionario que ha desembocado en una ocupación de las instituciones, por una vía violenta que ha roto con el anterior orden jurídico-político.
Sin embargo, las experiencias recientes de América Latina e Islandia han conseguido que el proceso constituyente se realizase mediante procesos democrático-electorales, precedidos de movilizaciones pacíficas y generación de conciencia política en los sectores sociales medios y populares.
Por ello, este escrito pretende aportar, con fines didácticos, una categorización y explicación de las diferentes fases que comprenden un proceso constituyente tratando de mantener una exposición neutra en lo que respecta a la sucesión de las etapas temporales del mismo.
Un proceso constituyente conlleva una complejidad e idiosincrasia propia de los valores democráticos de la sociedad que lo acomete. Sin embargo, a fin de visualizar los diferentes cauces que podría tomar dicho proceso, se han detallado y desplegado las diferentes vías de activación del mismo, las posibilidades morfológicas de la asamblea constituyente, los mecanismos a través de los que sus integrantes accederían a ella así como los modos en los que se podría redactar el texto constitucional y cómo ratificarlo.
Esperamos que este documento sirva de guía a la hora de estructurar los debates que deberían abrirse a partir del 25S y que facilite su tarea a todos los activistas implicados en el cambio social.
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lo importante es que se aga algo para parar esta sangria
hace falta un cambio pero no de gobierno, sino de sistema
esto huele a democracia burguesa que apesta….menos reformismo y mas revolucion. Españoles, esto es otra mierda mas como las que vinierona vendernos los señores en la transicion solo que esto es version postmoderna 2.0
Para nada.
1. Entiendo que por democracia burguesa te refieres al actual sistema representativo liberal. Obviamente este sistema defectuoso es el que pretendemos transformar. Realmente no vivimos en una democracia por eso queremos conseguir una auténtica y no este sistema al que llaman democracia y no lo es.
2. Esta propuesta no es ni reformista ni rupturista, creo que erras en tu análisi, es un Proceso Constituyente y ha de ser la población la que decida democráticamente la profundidad de las reformas. Somos una mayoría quienes nos decantamos por el rupturismo pero la constitución ha de ser para todos no solo para unos. Eso parece que muchos lo olvidan.
3. No se pretende vender nada a nadie, se exponen las posibilidades para abrir el Proceso Constituyente participado por la ciudadanía. Si lo que tú pretendes es una cambio social en el que un grupo imponga al resto sus valores basándose en una supuesta superioridad moral o ética entonces por ahí fallaremos y tendremos problemas.
4. Lo que emane del Proceso Constituyente puede ser tan revolucionario como el pueblo quiera que sea. Pero el cambio mediante un Proceso Constituyente es la única garantía de democracia e inclusividad y de que lo que de él salga no derive en un conflicto civil. Si queremos una democracia auténtica no podemos renunciar a ella para llegar a ella, sería una contradicción que no nos llevaría a un sistema democrático.
Totalmente de acuerdo, de ahí que se hable de pedir un Proceso Constituyente. Esa es la vía no violenta y formal para cambiar un sistema político.
Els canvis per que siguin de veritat i duraders han de comencar en «l’interior» dels grups i col.lectius i extendres al «exterior» amb persones entusiastes que actuen de FACILITADORS
es facil assequible util i DIVERTIT
orientats tots a un foco /una visio definida exoresada
separar el poder economico del politico. que si sube la bolsa o la prima de riesgo no influya sobre el bienestar social. solo repercuta sobre las sociedades del ibex35 y no al estado.
si cobrado un porcentage sobre los beneficios por ser empresas españolas
lo que no puede ser es que cuando estamos en bonanza a la poblacion nos llegen las migajas, y cuando bienen mal dadas que seamos los mismos los que pagamos los errores de ellos
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Soy Venezolana, el camino de la Constituyente se emprendió hace ya 14 años, tras múltiples referéndum hemos logrado construir un sistema mucho más democrático y adelantado. Aunque algunos medios se empeñen en decir que tenemos un dictador, somos uno de los países con mayor conecpto democrático de América Latina y hemos sido una referencia para procesos Constituyentes en Bolivia y Ecuador. Los gobiernos tienen que estar al servicio de los pueblos y en nuestra «nueva» Constitución, esa que se escribió entre todos, está consagrado el derecho también a ser felices y a vivir dignamente….les invito a leerla porque vale la pena ver ese espejo…no queremos ni somos quien para dar lecciones, humildemente ofrecemos nuestra vivencia como ejemplo de que las hegemonías más empedernidas son susceptibles al cambio. Hoy tenemos un proyecto de país y aunque los países más poderosos se oponen sistemáticamente a que nos desarrollemos en ese camnio, hemos logrado continuar construyéndolo día a día, es perfectible, claro que sí, el camino se hace caminando como decía Machado, lo importante es saber que no hay paso atrás…
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Agradecido por el artículo que inspiró a su vez un nuevo post:
Confluencia de caminos en el Proceso Constituyente: http://www.jivablog.com/30-10-2012/confluencia-de-caminos-en-el-proceso-constituyente.html
«El Proceso Constituyente impulsado por la sociedad y este mismo desde el punto de vista institucional llegarán a confluir en una situación en la que creando un Gobierno Provisional se convoque un Referendum Vinculante mediante el que se garanticen los derechos democráticos necesarios para que una Asamble Constituyente, vinculada y dependiente de la sociedad, motorice un proceso global de cambio del marco político de la sociedad»
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Este sistema tiene un fallo de base, tiende a la verticalidad, no respecta la soberanía local y no refleja las decisiones globales como la horizontalidad, para que eso fuera posible deberían ser asambleas ciudadanas constituyentes que crearan el marco local primero y de forma transversal luego se creara el marco o marcos globales, el sistema que marcáis aquí tiene forma de embudo y tiende al gobierno único representativo. NO PUEDO ESTAR DE ACUERDO.
En primer lugar en este artículo no se plantea una única opción sino varias posibles para conformar una Asamblea Constituyente. La redacción de una constitución conlleva necesariamente la constitución de una Asamblea Constituyente. Por eso es importantísimo que dicha asamblea sea tan ciudadana como sea posible para que sea lo más receptiva y permeable que pueda a las propuestas que vienen de abajo. Pero una Asamblea aceptada por todos es necesaria por cuanto debe haber un órgano de deliberación y acuerdo superior que termine por elaborar algún texto final a partir de toda la información recibida y que pueda ser refrendado PUNTO por PUNTO (esto es importante). Hay que encontrar ese punto medio entre debate constituyente y tiempo óptimo. Lo importante es que ese nuevo texto incluya también mecanismos para su reforma desde la base. Así mismo en las primeras fases del proceso ya se explica que primero hay que decidir cómo se conforma ese marco global y luego una vez decidido esto conformarlo.
Las posibilidades de lograr un acuerdo de mínimos para conformar la Asamblea Constituyente son la clave para que el proceso llegase a buen puerto. Desde la opinión de quien responde decir que la inclusión de ciudadanos sorteados, total o parcialmente sería la clave para que esa transversalidad se diese de partida y se garantizase una gran independencia de ese órgano superior. Que repetimos, deberá existir nos guste o no porque la cuestión no es solo reformar la constitución sino hacerlo en un tiempo óptimo y con un consenso suficiente para que los saboteadores del proceso, que los habrá, no tengan tampoco tiempo de irse organizando y hacer que la discusión llegue a un punto muerto. Es necesario pues otorgar esos poderes a un grupo de ciudadanos desinteresados, honestos de partida e independientes entre sí y con vocación auténtica de escuchar al pueblo para que el proceso se pusiese en marcha en seguida y no se detuviese ante la presión de los poderes fácticos.
Dado que la constitución siguiente incluiría procesos de modificación desde la base cualquier cosa que pudiese quedar pendiente podría ser modificada con posterioridad al proceso siempre que una amplia mayoría así lo desease.
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Primero de todo, estas pensando en vertical, no en horizontal, esa es la trampa que permitirá ser manipulados por los poderes constituidos.
El método «embudo» ha sido rechazado en múltiples asambleas donde la inteligencia colectiva se ha puesto a deliberar sobre cual es el mejor camino para resolver el atolladero en el que nos encontramos (esta crisis, el nivel de fraude partitocrático, etc..).
Es totalmente incoherente defender la soberanía del pueblo, de la ciudadanía, de un proceso constituyente desde abajo, creando una pirámide de representación que culmina con una única asamblea constituyente, ufff suena rancio, rancio… este camino no devolverá la soberanía al pueblo que ha de imponer su inteligencia colectiva desde lo local (constituir una soberanía local) hacia lo global, donde lo global es el poder de lo local en transversal, esto los que venimos del 15M tenemos una larga experiencia de reuniones estatales y de defender la soberanía de las asambleas, los consensos locales y los transversales, el 15M es el origen de la democracia directa en este país, es lo que venimos aprendiendo, unos de otros desde el 15 de mayo del 2011, no podemos aceptar fórmulas que van en contra de todo lo que hemos sido capaces de avanzar.
La activación del poder constituyente pasa por la implicación de todas las asambleas, movimientos sociales y colectivos sectoriales conjunto al resto de la ciudadanía, de ellos y sólo de ellos puede nacer la legitimidad del desarrollo de los derechos y deberes respecto a cada uno de los afectados por ellos, no se puede crear un proceso constituyente a espaldas de ese trabajo previo, será un fracaso, porque será el monopolio de unos pocos, la ciudadanía no quiere ser representada, si no que busca que sus consensos se conviertan en ley.
El proceso Constituyente tiene que tener múltiples grupos de trabajo en la sociedad implicada, tiene que tener medios para que la ciudadanía pueda participar de forma remota (caso Islandes) y en todo caso, tiene que tener un soporte de trabajo tipo crowdsourcing para que al final lo que el pueblo ha decido pueda ser articulado y devuelto al pueblo tantas veces como haga falta hasta que el consenso sobre el proceso constituyente sea legitimo, legitimidad que solo puede darle el pueblo en su participación activa.
El momento tecnológico en el que vivimos permite esto sin problemas, tenemos a los Islandeses que están dispuestos ayudarnos, tenemos gente de la ingeniería del software en España que son los creadores y gestionadores del voto electrónico en EE:UU (Scytl) y en nuestras universidades talento de sobra para implicarse en ello, junto a la experiencia asamblearia del 15M y movimientos sociales, vecinales, etc.. sólo nos falta la coordinación de todos ellos para crear un auténtico PROCESO CONSITUTYENTE DEL PUEBLO, POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO.
MAr, parece que no te hayas leído el texto atentamente…
Creo que donde tu ves exceso de verticalidad nosotros vemos la restricción de la autoimposición de un mínimo orden necesario. Porque ten en cuenta que del posible caos del proceso se servirían las fuerzas reaccionarias para desprestigiarlo y descafeinarlo introduciendo ordenamientos propios de la casta oligárquica. En ese sentido vemos necesario el orden, la pulcritud y claridad en el proceso porque de la opacidad y la confusión se serviría la casta, no lo dudes.
Aquí hemos intentado plantear tan solo una serie de opciones sin precisar concretamente cual sería la mejor y dejando el debate abierto. Creemos que lo que se plantea aquí es novedoso porque tiene en cuenta la cyberparticipación y el sorteísmo de los constituyentes que son dos aspectos que rehúyen del embudo son transversales y horizontales así que para nada es método embudo, justamente se ha tratado de pensar en cómo hacerlo viable y tan horizontal como sea posible pero siendo siempre prácticos porque el proceso sabemos que no se podría tampoco eternizar. Por eso, para que el proceso sea del pueblo y para el pueblo es necesario que dicha asamblea constituyente contase con ciudadanos sorteados también sino total, al menos sí parcialmente. Pero obviar la necesidad de una Asamblea Constituyente para articular una constitución creemos que no es lógico y no responde a la realidad práctica. Otra cosa es la discusión de quienes deberían estar en ese órgano superior y ahí es donde todos estamos de acuerdo en que debe haber ciudadanos ordinarios como garantía de que el proceso es de base y no de cúpula.
En el procedimiento descrito hay muchos canales para hacer participar al pueblo, desde sondeos, referéndums punto por punto, asambleas locales, sorteo de los miembros de la asamblea, elección de los asesores, etc etc…
En Islandia que citas por cierto hicieron dos órganos constituyentes.
Uno ELECTO y otro SORTEADO. Y ambos desarrollaron los borradores básicos sobre los que se fue articulando la constitución. De hecho en gran medida este texto se ha hecho también inspirándonos en el proceso islandés.
Repetimos si lo lees atentamente verás que de vertical tiene poco ya que este proceso tal y como lo hemos planteado exige una participación constante en todas sus partes, conformación de la Asamblea, elaboración del texto, y refrendación final. Las tres fases de trabajo todas con amplia participación de arriba a abajo y de abajo arriba. La estructura vertical a la que haces referencia es simplemente inevitable por cuanto no se ha de desarrollar 1000 textos sino 1 muy trabajado y a lo sumo con varias alternativas en los puntos más polémicos y todo a refrendar pero ya muy deliberado previamente por lo que la mayor parte de cosas estarían más que trabajadas durante el proceso.
Si no hubiese ningún órgano organizador, en Islandia los había, no saldría un texto sino 1000 y sería imposible ponernos de acuerdo.
Todo eso que dices de voto electrónico etc. ya está encuadrado en el proceso si te fijas se habla de un referéndum punto por punto. De sondeos y consultas vinculantes no solo después sino DURANTE la elaboración, de un periódo de ELEVACIÓN DE PROPUESTAS y no solo desde la red. Por pensar se ha pensado en todo, también presencialmente para quien no quiera usar internet vía los ayuntamientos.
Me lo he leído todo lo atentamente y releído y por eso digo que se ve el embudo, la metodología consultiva y no decisoria que algunos pretenden sobre el pueblo, la trampa del referendum se encuentra en quien hace las preguntas, como las hace y quien tiene la legitimidad de hacerlas, pura verticalidad disfrazada de populismo, eso no es democracia directa, no es dar la soberanía la pueblo y la independencia necesaria y la libertad de decidir, ese derecho a decidir que tanto miedo le da al poder constituido y/o a los que pretenden reemplazarlos, los esquemas que habéis preparado, «la asamblea constituyente» única adolecen de falta de democracia, porque muestran una fuerte carga verticalista, donde el secreto se encuentra en «quien domine el proceso» ya estamos con los conatos de poder de siempre para convertir lo horizontal en vertical, eso si diciendo que somos pueblo, pero manteniendo el control sobre él, lo siento pero no lo apruebo, esto no es el espíritu nacido del 15M.
Totalmente de acuerdo con Marinteligencia colectiva desde lo local (constituir una soberanía local) hacia lo global, donde lo global es el poder de lo local en transversal, esto los que venimos del 15M tenemos una larga experiencia de reuniones estatales y de defender la soberanía de las asambleas, los consensos locales y los transversales, el 15M es el origen de la democracia directa en este país, es lo que venimos aprendiendo, unos de otros desde el 15 de mayo del 2011, no podemos aceptar fórmulas que van en contra de todo lo que hemos sido capaces de avanzar.Transcribo las palabras de ella.No es tan dificil hacerlo al contrario.»Poder del pueblo y para el pueblo».
MAr,
1 El 15M no es la verdad universal…solo hay que ver qué queda de él en términos cuantitativos (no cualitativos, eso sería otra historia donde dominaría la heterogeneidad, por mucho que implícitamente asumas que ahí hay «monolitismo»)
2 si revisas el documento sin ópticas de sesgo, te darás cuenta de que hay itinerarios que cumplirían ampliamente con tus deseos. Pero la procedimentalidad del proceso empieza por la democraticidad en el momento de elegir dicha procdeimentalidad. Si democracia es la no-imposición de unos pocos sobre los muchos, el procedimiento también debe ser elegido. Y, de entre todas las posibilidades sensatas a nivel procesual, las habrá mejores o peores en función de los criterios de cada cual. Intuyo que tu opción sería también la mía, pero insisto en que esa opción está: control total por parte del pueblo, feedback total entre asamblea y pueblo para que el resultado sea fidedigno a la voluntad popular.
Si no lo quieres ver es porque, eso, no quieres.
saludos
Este debate es importante. Creemos que los órganos que determinan esas “preguntas” a todo referéndum o sondeo sean tan plurales como sea posible. Si hay de todo, ciudadanos sorteados, y asesores llamados a consulta y que sepan de las diferentes áreas y tengan visiones diversas las preguntas de los posibles sondeos y referéndums estarán muy muy medidas. Lo importante es evitar que la casta se meta. Peri insistimos esto no es unidireccional. Al contrario el diálogo con esa hipotética Asamblea Constituyente general debería ser bidireccional.
En el texto no hay decantación por ninguna opción (elección directa, elección por listas, sorteo o híbrida), se plantean varias posibilidades atendiendo a diferentes sensibilidades. Para lo que tu solicitas, horizontalidad máxima la opción que se contempla es la de la Asamblea Constituyente totalmente sorteada. En esa opción, tenemos un órgano 100% ciudadano que coordina todo el trabajo local para hacer la síntesis global. Eso es democracia directa total y sin ninguna cúpula ni poder elitista intermediario. Nada impide que dicho órgano se subdivida en secciones por ejemplo y para empezar en una subcomisión en Madrid y en otra en Barcelona, por ser los dos principales atractores demográficos. Pero ese órgano tampoco puede fraccionarse indefinidamente en el sentido de que al final tiene que hacer algún trabajo conjunto de entidad. Precisamente para eso están las asambleas de municipales y de barrio a las que tu aludes que ya hacen ese trabajo de proximidad tan capilarizado.
Creo que existe cierta confusión entre la idea de la democracia directa y la ausencia total de jerarquía organizativa. El experimento histórico más claro de democracia directa, Atenas, tenía diversos órganos con jerarquías distintas pero la característica clave es que todos eran órganos constituidos por ciudadanos en igualdad de derechos respecto a los demás.
La ausencia de un orden en el proceso sería perfectamente aprovechada por la casta para dilatar el proceso y para descafeinarlo. Si lo hacemos hay que asegurarse de que salga un texto para el pueblo y por el pueblo. Otro elemento importantísimo es que ese nuevo texto debería contar con un procedimiento interno de reforma, las Iniciativas Constitucionales Populares, que sirviese para poder reformar la carta magna sin necesidad de aprobación parlamentaria alguna, es decir con peticiones directas desde la base ciudadana.
En ningún caso se niegan órganos jerárquicamente por abajo, múltiples asambleas que puedan trabajar y elevar sus propuestas a la asamblea general. Pero si no hay órgano general no habrá acuerdo general, y no hay que olvidar el objetivo, un acuerdo general de todos para el pueblo y por el pueblo.
Creo que hay que separar claramente por tanto los conceptos PARTICIPACIÓN, DECISIÓN y RATIFICACIÓN.
La participación es múltiple, transversal y horizontal puede serlo y tan plural y variada como se quiera. Pero la decisión, por definición, no es horizontal y jamás puede serlo por su propia esencia. Porque en el mero acto de decidir existe imposición, es decir, una decisión por definición es optar, entre A, B, C o D o entre 20% de A y 80% de D, pero se escoja lo que se escoja, en toda decisión hay ganadores y perdedores, se puede consensuar al máximo sí, pero siempre hay quien acaba cediendo y quien acaba llevándose más. Es ahí, en ese proceso donde es clave que la casta no esté presente para asegurar que la decisión es ciudadana. Decisión implica jerarquía cuando hablamos de colectivos de millones de habitantes, porque si en una tribu pueden decidir todos entre todos en una nación de 50 millones no, simplemente no es viable pues la mayor parte no participarán. Recordemos la regla de internet 90/9/1. 90% solo leen, 9% colaboran y el 1% crea el contenido. Incluso en Wikipedia, el más claro exponente de inteligencia colectiva y donde esa regla 90/9/1 se cumple a rajatabla, finalmente hay que decidir cosas y por tanto asumir jerarquías inevitables (administradores, votaciones…). El problema es ¿quien constituye esos órganos y cómo? Si esos órganos están constituidos por una misma élite permanentemente tenemos un problema pero creo que aquí nadie está proponiendo esto vamos, eso lo tenemos todos claro. Se palpa cierto pánico a cualquier tipo de orden pero nosotros pensamos que la ausencia de un ordenamiento, la ausencia de esquemas de funcionamiento claros, sería la mejor ventaja para la oligarquía. En ese sentido si esos órganos trascendentales son sorteados entre la población en una muestra suficientemente grande la decisión será por tanto ciudadana y nunca oligárquica. Etienn Chouard, a quien aconsejo encarecidamente su lectura defiende precisamente por los mismos motivos que tu alegas que la asamblea constituyente sea siempre sorteada.
De toda esta reflexión y debate sobre la verticalidad necesaria y el horizontalismo deseado se podría redactar algo interesante y vale la pena meditarlo porque creemos que es muy importante explicar el porqué una Asamblea Constituyente es necesaria y también el porqué es vital la forma en cómo esta se constituya y en cómo se relacione con el resto de asambleas, asociaciones y ciudadanos. Creemos que en todo ello está la clave de que el proceso pueda funcionar o sea un fracaso.
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