En esta entrada pretendemos mostrar a los lectores el motivo por el cual el diagnóstico del gobierno acerca de la crisis es erróneo así como sus recetas para salir de ella. No sólo eso, sino que, con estos presupuestos, ni siquiera serán capaces de realizar el famoso “ajuste” que dicen necesitar a fin de satisfacer y ganarse la confianza de los todopoderosos mercados. No son creíbles porque esconden cierta manipulación a la hora de presentarlos. En un contexto en el que el país está al borde del estallido social el gobierno muestra que su ineptitud es tan abrumadora y colosal que nos aboca irremediablemente al rescate. La condicionalidad y pérdida total de soberanía (si queda algo de eso) en manos de la Troika será un resultado directo de la terrible falta de seriedad y capacidad de esta casta parasitaria que nos gobierna.
Uno de los argumentos habituales que circulan desde hace ya un tiempo en contra de una política fiscal expansiva es el siguiente: “Si esta crisis es fruto del endeudamiento excesivo la respuesta no puede ser endeudarse más”. Esto, en primer lugar es una falacia como la copa de un pino, ya que la respuesta adecuada depende de cómo esté distribuida la deuda, del ritmo al que crezcan la economía, el nivel de precios y deuda y de qué uso finalmente se le diese a ésta. Además, como podemos comprobar en la Figura 1, el problema de la economía española no es el endeudamiento público que no va más allá del 20% del total del endeudamiento, sino el de las grandes corporaciones privadas financieras y del sector inmobiliario que suponen el 57% de la deuda total de nuestro país.
Figura 1. Composición de la deuda Española
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de España
Bajo la falsa premisa de que hay que controlar la deuda pública porque es excesiva se articula la doctrina de la austeridad expansiva, que viene a decir de forma muy simplificada que es necesario reducir el peso del sector público en la economía si queremos crecer en el futuro. Sin embargo, si uno mira las estadísticas de cambio de déficit y de crecimiento en el período 2009-2011 y saca la diferencia en el tiempo, lo que se encuentra es que la relación es negativa. Los resultados os los presentamos en el gráfico de abajo para una muestra de la Unión Europea:
Figura 2: La relación entre austeridad y crecimiento (2009-2011)
Fuente: Elaboración propia con datos del Eurostat
Pero no sólo encontramos una relación negativa. El problema de esta decadente clase política es que tampoco tiene en cuenta la abundante literatura económica (que para algo están los economistas e investigadores) que cuantifica el efecto multiplicador de reducir el gasto público en el crecimiento. La tabla siguiente muestra los resultados de diferentes estudios que, a través del multiplicador keynesiano (G), relacionan el incremento en el gasto público con variaciones en el PIB, el consumo, el salario real y la inversión. Así si en la columna del PIB que G es mayor que 1 eso significa que para un incremento de un 1% en el gasto público el crecimiento inducido en el PIB sería mayor que un 1%. Por tanto, según el 62.5% (5 de 8) de los estudios se ha obtenido que el recorte de gasto va a generar un efecto muy dañino generando un decrecimiento claramente superior a la cantidad recortada.
Tabla 1: Cuadro de compilación sobre los resultados del multiplicador del gasto público
Estudios con Modelos SVAR | PIB | Consumo | Salario real | Inversión |
Blanchard y Perotti (2002) | G > 1 | G > 1 | NA | G < 0 |
Perotti (2007) | 0 < G < 1 | 0 < G < 1 | NA | NA |
Mountford and Uhligh (2009) | 0 < G < 1 | G < 0 | G < 0 | G < 0 |
Burriel et al (2009) | 0 < G < 1 | 0 < G < 1 | NA | G > 1 |
Romer and Bernstein (2009) | G > 1 | NA | NA | NA |
Fragetta and Melina (2010) | G > 1 | G > 1 | G < 0 | G > 1 |
Auerbach and Gorodnichenko (2010) | G > 1 | NA | NA | NA |
Ramey (2011) | G > 1 | G < 0 | G > 1 | NA |
Fuente: Elaboración propia
Conclusión 1: No sólo parten de un supuesto equivocado para recuperar el crecimiento y salir de la crisis, que es el de que hay mucha deuda pública y que hay que recortarla si se quiere crecer luego, sino que para recuperar el crecimiento finalmente aplican políticas contrastadamente opuestas a la consecución de su objetivo.
Ahora bien, si nos centramos en las modificaciones enfocadas a la de subida de ingresos que ha realizado el gobierno en 2012 en el 1) IPRF, 2) Aumento del IBI, 3) Subida del IVA, 4) Tributación premios de lotería y 5) Impuesto de sociedades, encontramos que, en la presentación de los presupuestos de 2013 se espera que esto genere unos ingresos adicionales de 7.200 millones €. También según el ministerio, esto se refleja en aumentos de los ingresos por impuestos directos y cotizaciones sociales del 4,5 % y por impuestos indirectos del 87,7 % con respecto al PGE del 2012.
Tabla 2: Presupuesto de Ingresos
Fuente: pagina 95 de la presentación del PGE que se puede encontrar aquí: http://www.congreso.es/docu/pge2013/LIBROAMARILLO2013.pdf
El hecho de que estos presupuestos sean un papel mojado ya no radica tanto en el hecho de que los pronósticos puedan estar equivocados sino en el mecanismo de financiación de las comunidades autónomas, y en particular, por el funcionamiento de sus ingresos. El esquema general de financiación se adjunta en la siguiente figura:
Estas son las grandes líneas maestras del sistema de financiación de las CCAA. Pero detrás existe un tema clave: la cuestión de cuándo se entrega el dinero. Cerca del 78% de los Ingresos No Financieros se reciben por el mecanismo de Entregas a Cuenta, que dependen de los Presupuestos Generales de Estado que se aprueban cada año. Este sistema consiste en que el Gobierno Central entrega dinero a las CCAA por concepto de los ingresos por Impuestos Compartidos y Fondos en base a las cantidades acordadas en el presupuesto, y no a las realmente recaudadas (hasta su liquidación).
El modelo de Entregas a Cuenta funciona de la siguiente manera. Para un determinado año (suponiendo que “t” es dicho año), los ingresos que el Estado Central destina a las CCAA se realizan en base a las proyecciones de ingresos de la Administración General del Estado realizada en “t-1”, es decir, un año antes (i.e. cuando se elaboran los Presupuestos). Mientras que la liquidación de dicho periodo (basada en la diferencia entres los ingresos proyectados y los reales) se realiza en “t+2”, es decir, dos años después de la finalización de dicho ejercicio. Si los ingresos reales son superiores a los presupuestados las CCAA reciben una liquidación positiva, y si son inferiores una liquidación negativa.
Volviendo a la cuestión. ¿Porqué este gobierno no va a ser capaz de cumplir el presupuesto del 23O por culpa del sistema de financiación de las CCAA? Porque el crecimiento de los ingresos aparecidos en los PGE 2013 está afectado por las liquidaciones de 2010 y 2011.
En el año 2010, el Estado transfirió a las CCAA la estimación de recaudación de los impuestos compartidos (IRPF, IVA e Impuestos Especiales) de la parte que le corresponde a las CCAA según se establecía en el antiguo modelo de financiación (el 33% del IRPF, el 35% del IVA y el 40% de los Impuestos Especiales) que alcanzó un total de 46.251 millones de euros. A continuación, en el año 2012, con la liquidación de estos impuestos el Gobierno tuvo que transferir a las CCAA las cantidades que realmente les correspondían según el nuevo modelo de financiación (50% IRPF, 50% IVA y 58% Impuestos Especiales) que supuso un total de 25.089 millones de euros adicionales. Al ser una transferencia de fondos del Estado a las CCAA esta cantidad está afectando negativamente al capítulo 1 (Impuestos Directos y Cotizaciones Sociales) por valor de 10.385 millones y al capítulo 2 (Impuestos Indirectos) por valor de 14.704 millones. Por lo tanto, los ingresos reales del Estado en ambos capítulos para el ejercicio 2012 están aminorados (por el pago de esta liquidación) en 25.089 millones de euros.
En el año 2011, el Estado transfirió a las CCAA 72.672 millones de euros, la cantidad que le correspondían en cuanto a los impuestos compartidos (con la nueva ley de Financiación Autonómica). Por este motivo, la liquidación del año 2011 que afecta a los PGE 2013, no está afectada por el cambio del sistema de financiación suponiendo una liquidación negativa para las CCAA de 1.520 millones de euros por este concepto. Es negativa porque las entregas a cuenta realizadas sobre una estimación de ingresos fueron excesivas en esa cantidad a la luz de lo efectivamente recaudado. De esta forma, el Estado recibirá 1.520 millones de euros por la liquidación de impuestos compartidos en el año 2013. En concreto, esta aumentando al capítulo 1 (Impuestos Directos y Cotizaciones Sociales) por valor de 1.344 millones y al capítulo 2 (Impuestos Indirectos) por valor de 177 millones.
En particular, como se puede ver en la tabla 2, los PGE del 2012 reflejaban en el capítulo de ingresos por impuestos directos y cotizaciones sociales (Capítulo 1) liquidaciones del Estado a las CCAA por valor de 10.385 millones de euros mientras que los PGE del 2013 reflejan liquidaciones de las Comunidades al Estado por valor de 1.344 millones de euros. Esto hace que, si no tenemos en cuenta las liquidaciones, los ingresos por Impuestos Directos y Cotizaciones Sociales reflejados en los PGE de 2012, aumentan de 184 mil millones a 194 mil millones mientras que los del 2013 bajan de 192 mil millones a 191 mil millones. Por lo tanto, los ingresos por este concepto no aumentan 4,5% como dice el Gobierno, sino disminuyen en casi un 2%.
Algo parecido pasa con los ingresos asociados a los impuestos indirectos (Capítulo 2). En este capítulo, los PGE del 2012 reflejaban liquidaciones del Estado a las CCAA por valor de 14.704 millones de euros mientras que en el 2013 reflejan liquidaciones de las comunidades al Estado por valor de 177 millones de euros. Así, sin tener en cuenta las liquidaciones, los ingresos por este concepto no aumentan 87,7% como los PGE de 2013 reflejan, sino que solo lo hacen en algo más de un 10%. Si analizamos los dos capítulos conjuntamente, los ingresos no aumentan un 13% como refleja el PGE sino que lo hacen en un exiguo 0,05%.
Conclusión 2: Tratarán de colarla de cara al exterior jugueteando con los datos a fin de que parezcan fiables y abaraten el coste de financiación. Pero no colará y, de hecho, estas triquiñuelas con los datos generarán más desconfianza y aumentarán la probabilidad de un segundo rescate. Es triste que el 23O se aprueben unos presupuestos “manipulados” y derivados de una política fiscal inútil, en lugar de implementar un impuesto a las grandes fortunas que cómo ya sabemos sería capaz de paliar el grave problema de los ingresos fiscales y la deuda (Véanse los ejercicios de simulación de economistas del DIW Alemán cuyos resultados pueden encontrarse en este artículo ). Por no hablar del efecto positivo para las arcas públicas de aumentar el control de la evasión fiscal.
Gran articulo….como es habitual…..lastima q muchas instancias solamente acudan de forma habitual siempre a las mismas fuentes…..a mirarse el hombligo y decir siempre mantra….estado malo,deuda mala…siempre el mismo problema y solución sea cual sea la situación existente
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