No vivimos en Democracia

No podemos menos que hacernos eco de este magnífico trabajo audiovisual hecho por la gente de #WHYMAPS a quienes aprovechamos para mandar un afectuoso saludo. Es, además, la síntesis de buena parte de lo que hemos estado pregonando desde el 15M aquí, en http://www.sistemaencrisis.es. Son dos vídeos muy bien hechos de 10 minutos cada uno y que, ya veréis que se os harán muy amenos. Si os gustan os animamos desde aquí a compartirlos con vuestros amigos y familiares para que se hagan virales. Y sin más dilación os dejamos con ellos.

No puedo evitar destacar una de las ideas clave. En una Democracia Real, la participación de la gente es necesaria para que el sistema funcione. Pero cuando hablamos de participación en democracia hablamos de una participación distinta. Hablamos de que la gente se implique en la elaboración y la votación de las leyes no solo en la votación cada cuatro años de unos representantes en quienes delegan todos los poderes. Eso no es democracia. Mucha gente tiende a pensar que no se puede dejar que gente incompetente pueda tener poder pero es al contrario. Es el sistema representativo el que permite que la gente incompetente esté permanentemente al mando y que la gente crítica se vea apartada de él. Es el sistema representativo el que fomenta la pasividad política de la masa para que delegue en una élites toda las responsabilidad de gobernar.

La democracia no te la dan, la democracia se conquista. El sistema sabe que en toda sociedad hay un porcentaje importante de gente que no participa, que es acrítica, que no le interesan los asuntos políticos o que se despreocupa. Por eso el sufragio universal ha sido el mejor engañabobos en manos de las oligarquías porque permite fomentar la pasividad política y que sea esa masa acrítica la que les revalide en el poder una y otra vez se tiñan como se tiñan, de azul, rojo o morado. Porque el sufragio permite diluir a todos aquellos que sí quieren participar, que sí quieren inmiscuirse en los asuntos públicos y porque permite imponer con la fuerza de sus mayores medios económicos su poder omnímodo sobre la sociedad. En una democracia radical el poder queda ponderado por la participación política no por el dinero que se tenga para financiar campañas. Así si te ofreces voluntario a más cargos rotativos por sorteo, si votas y comentas más leyes y si aportas más al común, tienes más poder independientemente de cuan rico seas. Lo que cuenta son tus capacidades y cualidades no tu bolsillo. Es decir que cuanto más y mejor hagas más influirás. Eso genera un ciclo virtuoso en el que la gente desconfiada de que la gobiernen otros impide con su participación activa que ninguna élite se haga con el poder. Son desinteresados en el buen sentido de la palabra porque no quieren el poder para sí pero tampoco lo quieren para nadie. Así, todos se vigilan entre todos y se hace muy difícil la corrupción. Todo tiene que debatirse y acordarse entre una multitud de individuos diversos con intereses enfrentados. Ya nada es sencillo todo se vuelve complejo, lleno de matices, pero por ello, más eficaz a la hora de encontrar soluciones duraderas que satisfagan a la mayoría.

Una cosa tengo clara, el auténtico espíritu democrático nunca muere, está dentro de cada individuo con ansias de libertad y emancipación de las tiranías consentidas y astutamente camufladas en las que vivimos. Es la voluntad de desobedecerlas y desafiarlas con un planteamiento radical lo que depende tan solo de nosotros. Difundir estas ideas debería ser un deber para cualquier democratista convencido. El poder de las ideas estriba en que una vez fuera de control, una vez se consigue que la gente visualice una alternativa, una vez que sepa que el sistema puede organizarse de una forma distinta es muy difícil volver a meter el genio en la botella. Son solo cadenas mentales y romperlas es tan fácil como abrir la mente y buscar la verdad por uno mismo.

Personalmente yo mismo, desde que descubrí la realidad del significado de la palabra Democracia no he vuelto a ver con los mismos ojos los gobiernos que tenemos. Y cada vez que se menta ese término en vano se me hinchan las venas. Porque se que no vivimos en democracia. Porque democracia es el poder del pueblo ejercido directamente sin representantes interpuestos. Y que los cargos públicos deberían ser no representantes sino obedientes gestores públicos a nuestras órdenes. Para lograr eso los atenienses, que se contraponían a su antítesis de Esparta, sabían que lo mejor era que la mayoría lo fueran por sorteo. Porque era la única manera de que nadie se creyese por encima de los demás. Eso era lo más importante, la idea de que en política todos somos igual de importantes y que solo depende de tu voluntad de participar.

Por el contrario, los espartanos optaron por la elección y la delegación periódica. Su sistema, asumían era una oligarquía, como lo es el nuestro. Así que no, no vivimos en democracia.

Y cuando os digan que en Atenas ni mujeres ni esclavos podían votar no hace falta más que recordar que los primeros «sufragios universales» tampoco permitían dejar votar ni a los esclavos, ni a las mujeres, ni a los hombres no propietarios. Que tuvieron que pasar aún más de cien años desde la puesta en marcha de los sistemas de gobierno representativo para que dejase de haber esclavos y para que las mujeres y los hombres no propietarios pudiesen también obtener ese derecho. Que no te engañen. Democracia no es sufragio universal, democracia es que no decidan siempre por ti. Y en eso, el único referente histórico serio que tenemos es la Atenas clásica y en bastante menor medida Suiza. Es ahí donde debemos buscar la inspiración para diseñar las democracias reales que un 15 de mayo de 2011, de golpe y porrazo nos dio por reivindicar.

Textos complementarios

Si os ha picado la curiosidad os animamos a seguir leyendo sobre el tema en:

El espíritu antidemocrático de la «democracia» moderna

http://insaculacion.blogspot.com.es/2012/10/centralidad-del-sorteo-en-la-democracia.html

¿Cómo medir la profundidad democrática de un sistema político?

Cómo conseguir una democracia real, y por qué nos cuesta tanto conseguirla (1ª parte)

o el más reciente

Democracia, Participación Directa y Sorteo de Legisladores

Acerca de Víctor García

Licenciado en física, máster en física computacional y posgraduado en técnicas cuantitativas para los mercados financieros. Ha trabajado como personal docente investigador en la UPC y como técnico de banca en una gestora de fondos de inversión. Actualmente interesado en la transición energética y en encontrar nuevas formas de gobernanza colectiva que permitan el ejercicio de una soberanía popular real así como por la modelización basada en agentes, la vida artificial y el aprendizaje automático.
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6 respuestas a No vivimos en Democracia

  1. Oscar dijo:

    Muy bonito pero no me entero que es la asamblea. A día de hoy ¿donde nos reuniríamos 46.000.000 personas que vivimos en España para debatir algo? ¿como se articularían las intervenciones:?, ¿sería una matriz de asambleas por barrios o comunidades de vecinos? ¿Cómo se cuentan los votos para decidir algo?¿cuánto tiempo llevaría cada decisión?…. Ah no que serían unos pocos en los que deberíamos confiar a su vez…. Volvemos al punto de un gobierno donde le damos el poder a unos representantes que mandan sobre los cargos….

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  2. No claro, si miras el vídeo verás que el sistema propone recuperar el mecanismo del sorteo. Luego tienes el mecanismo de la iniciativa popular y el del referéndum. Con esos tres mecanismos puedes conseguir hilvanar un sistema lo suficientemente sofisticado como para que los representantes no tengan tanto poder.

    Lo bueno de un ciudadano sorteado que rota al cabo de 6 meses es que no se debe a nadie por lo que no puede arrogarse representación alguna, está para servir al pueblo porque el mismo es pueblo y lo volverá a ser en 6 meses. No tiene que pensar en hacer nada para ser reelegido porque no puede ser reelegido. Hoy día la asamblea sería sustituida por las ILPs y los referéndums y la Boulé sorteada podría ser una suerte de Senado Ciudadano como el que ya han propuesto numerosos teóricos democratistas.

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  3. Pingback: No vivimos en democracia

  4. IsillaLM dijo:

    en mi blog he hablado sobre estos vídeos, he puesto el primero pero confío en que la gente vea la cara B. es muy curioso cómo la vida te da respuestas cuando has dejado de buscarlas.
    saludos!

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  5. Eleuterio dijo:

    Querría informarme con mayor profundidad sobre estos asuntos. ¿Podrías -para ello- citarme a algunos teóricos democratistas?

    Un saludo y muchas gracias por el artículo

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  6. De Francia, Ives Syntomer, el propio Etienne Chouard luego tienes a Bernard Manin que tiene un fabuloso libro sobre el gobierno representativo en el que explica la diferencia con la democracia total de tipo griego. Hay más, existe un blog llamado equality by lot o algo así, está en inglés pero promueve el sorteísmo.

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