Tras el Bréxit escuchamos decir que los ingleses han votado con el culo, que han votado de forma ignorante, que se han equivocado, que el problema era muy complejo dejarlo en manos de la gente. Son argumentos que no me gustan porque implican un desprecio profundo y porque van en contra de todo lo que hemos venido defendiendo desde el 15M. Giremos pues el argumento.
¿Y si el Bréxit trajera beneficios inesperados? Podría ser que a partir de ahora las naciones se pusieran las pilas para hacer una UE que sedujese. El discurso del miedo, de las amenazas de represalia, de que fuera hace mucho frío cada vez cala menos. Y es poco atractivo estar en un club solo porque si intentas salir el portero te va a pegar una paliza. ¿Y si comprobamos que las consecuencias negativas tampoco son para tanto y que, sin embargo, trae cambios positivos? Bueno, son muchas las incógnitas lo que nos lleva a la segunda observación.
Es imposible que ante una decisión así alguien pueda calibrar las consecuencias. Ningún ciudadano podría por muy inteligente que fuera, pero tampoco podría ningún experto, nadie puede calibrar algo así y menos aún si piensa a largo plazo. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Seamos humildes, tan absurdo es decir que han tomado una buena decisión como decir que han tomado una mala decisión. Simplemente las consecuencias de la decisión son algo que está fuera de nuestra capacidad de comprensión. Es algo demasiado complejo para que ni nosotros ni ningún modelo matemático vigente pueda conocerlas.
Decir pues que la decisión no se basa en argumentos racionales es una boutá pues decidir sobre el Bréxit era algo fuera del alcance de cualquier mortal, incluso del mejor informado. Imposible pues de racionalizar de forma completa por un solo individuo. Si cada uno de nosotros tiene una información parcial y frecuentemente sesgada basada en prejuicios que se refuerzan por nuestro sesgo de confirmación particular, entonces, ¿por qué decidimos? Pues porque hemos de decidir y porque alguien tiene que hacerlo. Es importante tener claro que la disputa aquí no es sobre si hay que decidir o no, pues, como sociedades, estamos obligados a tomar decisiones cada día sobre temas muy importantes. La disputa siempre ha sido sobre quien toma las decisiones: El pueblo o un grupo reducido y selecto de personas, les llamaremos amablemente “gobernantes” pero podríamos llamarlos élites, aristócratas u oligarcas, tanto da, los “elegidos”.
¿Y si el beneficio a largo plazo del Bréxit superase con mucho el perjuicio a corto plazo si es que lo hubiera? ¿Quién puede analizar eso? Nadie, sin embargo puede que el colectivo si pueda. La ciencia de la inteligencia colectiva nos dice que no hace falta que cada hormiga sepa porque el enjambre decide lo que decide, que no hace falta que cada neurona comprenda porque el cerebro decide lo que decide. No es necesario comprender para decidir bien. El conocimiento emergente es pues incognoscible para las partes que lo conforman. Precisamente por eso, cada vez hay más evidencia científica en que las decisiones económicas deberían ser tomadas colectivamente pues nos beneficiaríamos de dos elementos.
En primer lugar, del conocimiento de la muchedumbre. Este es un conocimiento imposible de capturar de otra forma que no sea dejando decidir y pronunciarse a todos los individuos que la componen. No hay otra forma. Y ese conocimiento se demuestra en la mayoría de los casos superior al de cualquier conocimiento individual. Pensemos que las empresas se gastan cada año millones en tratar de averiguar qué productos tendrán mejor aceptación y en tratar de manipularnos para que los consumamos y, sin embargo, siguen equivocándose. Muchos productos no se venden y tienen que acabar retirándose y otros son un éxito inesperado y agotan sus existencias. La gracia de la decisión colectiva es que, individualmente, todos tenemos nuestros sesgos, nuestros prejuicios, nuestro saber parcial e incompleto pero que, reunidos todos, estas debilidades se compensan y cancelan. Así, la multitud obtiene un conocimiento más completo, más neutral y libre de tantos sesgos cognitivos. Especialmente cuando el colectivo es diverso, variado, descorrelacionado.
En segundo lugar, porque las decisiones tomadas por la multitud no tienen sesgo particular por lo que siempre tendrán motivación de bien común, incluso cuando erren. Algo que no ocurre en la toma de decisiones en círculos reducidos y selectos en donde los intereses particulares y los prejuicios personales de los gobernantes interfieren en los intereses colectivos y suelen sesgar los resultados obtenidos. En esos casos la incapacidad de admitir el error suele conducir a la persistencia en él por un tiempo excesivo amplificando el daño más allá de lo necesario. Las políticas de austeridad son un buen ejemplo de lo que hablamos. Sin embargo, curiosamente, esas decisiones benefician sistemáticamente a una serie de grupos que son aquellos de los que forman parte los miembros que toman las decisiones y eso produce un conflicto de intereses para con la sociedad en su conjunto mucho más plural que las élites que dicen representarla. De aquí que sea importante que el grupo sea tan diverso como sea posible y que, muchas veces, se proponga para nuestras cámaras de representantes muestras estadísticamente representativas de la sociedad.
Para saber cómo modular nuestro sistema fiscal, a qué valor situar los tipos de interés, la cuantía de las pensiones, de la renta básica (si la hubiere), el gasto en servicios públicos, en desempleo, el endeudamiento público… Para decidir sobre todo eso y mucho más no veo mejor forma que delegar en la multitud. Me fiaré siempre más de su criterio que del de cualquier iluminado que afirme tener la fórmula mágica pues en caso de acertar con la solución habrá sido a buen seguro de pura suerte. Se suele decir que la política no es más que improvisación constante ante la contingencia permanente. Y es que por más que nos digan que todo está controlado la única y dura realidad es que muy poco o nada está controlado. Ni se anticiparon al crack financiero de 2008, ni a las primaveras árabes, ni obviamente tampoco al bréxit. Y si alguien acertó en su pronóstico es por la sencilla razón de que de un millón de pronósticos alguno tiene que acertar.
La crítica más simplista a esta afirmación, es decir que la gente subiría el gasto público y se bajaría los impuestos pero eso es empíricamente falso. Allí donde se han puesto a prueba metodologías de decisión colectiva no ocurre esto. Fundamentalmente porque no se puede, pues cuando tú das todos los elementos de valoración la gente tiene que jugar con ambas partes del problema, los ingresos y los gastos. Lo hacemos constantemente, no nos vamos de crucero a las Maldivas porque no tenemos ingresos suficientes para pagárnoslo o porque aunque los tengamos tendríamos que sacrificar muchos otros gastos que nos son prioritarios. Lo que realmente ocurre pues es que las prioridades, el orden de asignación de los recursos cambia. Y cambia en función de la preferencia colectiva y no de la de unas élites. Y eso es lo que esas élites que nos gobiernan no quieren que ocurra, por razones obvias.
¿Y si la única forma de reformar Europa sea cuestionar su integridad territorial? ¿Y si justamente la multitud estuviese demandando ser escuchada, ser tenida en cuenta? Pensemos en el NO a la Constitución Europea en Francia y Holanda, en el NO de Irlanda al Tratado de Lisboa, en el NO de Grecia al Memorándum de la Troika. Allí donde la gente tiene ocasión de pronunciarse lo hace protestando. Si con todas las instituciones, grandes empresas y los principales partidos en contra del Bréxit y con toda la campaña del miedo ha salido lo contrario el mensaje está claro, la multitud empieza a estar harta de la UE, de esta UE pero es que puede que esta sea la única UE posible. ¿Aceptarían permanecer en ella si pensasen que no puede cambiar? ¿Y si la única manera de lograr esa otra UE más humana y social pasase por demoler la actual y partir de cero de nuevo? Son todas preguntas por ahora sin respuesta. ¿Quién sabe lo que es mejor en este caso? Probablemente solo lo sepa la multitud y por eso es urgente que esta hable que se faciliten los canales para la decisión colectiva y no que se taponen bajo el pretexto de que la gente no puede decidir sobre temas complejos. Porque ¿Quién decide sobre qué podemos decidir? És más, si la gente corriente no puede decidir ¿porque ellos sí pueden? ¿Acaso no han demostrado equivocarse una y otra vez? Los medios digitales posibilitan cada vez más y mejor la expresión de la inteligencia colectiva como verdadera herramienta para la toma de decisiones en las sociedades democráticas del futuro. Despreciar como se está haciendo, la decisión tomada por los británicos en favor del Bréxit es ponerse del lado de las élites que no pretenden otra cosa que asegurarse ser ellos y solo ellos los únicos elegidos para tomar decisiones que al final nos afectan a todos. Reflexionemos pues antes de afirmar tan a la ligera que el pueblo británico ha votado mal.
Como lectura muy relacionada proponemos leer este artículo de investigación y ciencia que enlaza muy bien con el presente texto:
https://drive.google.com/file/d/0B3qg3kpka86JMlhmb3daYzJsTFE/view
Hola, Victor:
Gracias por el post. Es muy pedagógico y se agradecen tan buenos argumentos. De todos modos, me gustaría compartir estas ideas:
1) La eliminación colectiva de sesgos, el Wisdom of Crowds, no se da en un contexto donde la gente no vota/juzga con independencia, sino influida por los medios. Ha ocurrido en el #Brexit, donde los medios han estado desproporcionadamente a favor de salir. Esto genera lo que podríamos llamar un «sesgo sistémico» en las preferencias del universo que participa. OJO, si juntaramos a un grupo de expertos, el mejor del mundo, también tendría «sesgos de selección». Solo quiero matizar que también en consultas colectivas se perpetúan sesgos que no se anulan por simple agregación estadística a gran escala. Ahí tenemos el Groupthink, el efecto rebaño, y un largo etcetera que lo demuestra. La «influencia social» reduce diversidad a veces de un modo alarmante.
2) Me pregunto, a la luz de lo que comentas (y por hacer de abogado del diablo y mejorar mis propias reflexiones), si siempre es más efectivo, como pareces decir, que se consulte a la muchedumbre en lugar de a expertos. Me pregunto si ante un problema técnicamente complejo, eso también funciona. Muy a mi pesar, hay estudios empíricos que demuestran que no. Que si los participantes no entienden el problema, no están suficientemente informados, y el problema es complejo, el resultado es un desastre. Los expertos funcionan mejor. O sea, yo matizaría afirmaciones rotundas como las que nos regaló para la prosperidad James Surowiecki. O quizás tú no pienses igual. Me gustaría leerte al respecto…
3) A raíz de la duda anterior, me pregunto lo siguiente: ¿Crees que si fueramos capaces de elegir una especie de «comité de sabios», que minimice los sesgos de selección y optimice la probabilidad de tomar decisiones inteligentes, la gente preferiría eso aunque signifique delegar la responsabilidad de decidir? Dicho de otro modo, y dejando la retórica a un lado: ¿La gente cedería «legitimidad» (al decidir una minoría, pasa eso) si supiera que con eso mejora la «eficacia» de la decisión? Imaginate que fueramos capaces de aplicar una meritocracia perfecta, sin contaminación de intereses, y lograramos reunir un grupo de los 100 «expertos», sabios, más capaces posibles (incluso con una muestra estadísticamente representativa de la población), ¿eso podría llevarnos a mejores decisiones? => OJO, no digo que no se puedan equivocar, sino que un análisis en el tiempo nos vaya a indicar que se equivocan menos que si preguntamos a la muchedumbre, ¿crees, honestamente, que el conocimiento y la experiencia no son indispensables para tomar muchas decisiones?
4) Por ultimo, vuelvo al #Brexit. Por mucho que no nos guste cómo se construye institucionalmente la UE (soy uno de ellos), se puede intuir que «demolerla», echarla abajo totalmente, implicaría unos costes que traerían otros lodos. Si pensamos que hay que echarlo todo abajo es posible que estemos cayendo en la «soberbia del innovador» que tanto daño hace. Aspirar al modelo perfecto puede ser contraproducente. Digo esto porque es dificil no reconocer muchos avances y logros que ha traido la UE (entre ellos la pacificación interna al reforzar tantas interdependencias), que hay que preservar sin caer en alarmismos. Que UK salga de la UE puede ayudar a la Unión a construir «mas Europa» (es lo que pienso, porque UK siempre puso el freno), pero ¿es bueno para los británicos? ¿No estaríamos en condiciones de decir que su salida, ese «aislamiento», sugiere que no es una buena decisión para ellos? No podemos afirmar eso, pero como todo, sí que podemos hablar en términos de probabilidades, como tú mismo has hecho en el texto. Si todo es tan relativo e imprevisible, entonces no podríamos hacer juicios de nada, no podríamos juzgar ninguna decisión que se tome colectivamente, ¿es así?
Pues nada, te dejo estas preguntas para que me ayudes a pensar. Yo sigo teniendo mas preguntas que respuestas. Como veo que piensas bien, igual me ayudas. Estoy escribiendo un libro sobre inteligencia colectiva (aqui avanzo textos: http://bloginteligenciacolectiva.com/) asi que me vendrá bien tu reflexión. Un saludo. Gracias
Hola, gran aportación. Te voy respondiendo por puntos a ver qué te parece.
1. Estoy de acuerdo en que no tiene porque darse una eliminación completa de sesgos en un referéndum. En todo caso el artículo pretende ilustrar sobre ese tema para ver que las cosas no están tan claras y que no se puede afirmar tan a la ligera que la gente ha votado mal o bien. Entre otras cosas porque dudo que nadie tenga claro exactamente lo que va a ocurrir después así que sin saber eso es muy difícil por no decir imposible votar racionalmente, ni el remain ni el leave.
2. Entiendo lo que dices. Yo aquí a veces pienso que se mezclan cosas. No se a qué estudios te refieres así que te voy a responder algo cojo. Entiendo que hay temas técnicos, medicina, física sobre los que es difícil que puedan decidir quienes no están en el ramo o entienden mínimamente de lo que se está hablando. Diríamos que hay un grupo que entiende y el resto que no por lo que ciertas decisiones que requieren un conocimiento médico es evidente que las decidirán mejor los médicos. Aún así a veces será mejor un consejo de varios médicos diversos que no de un solo médico. Pero estamos restringiendo el conjunto por necesidad. Sin embargo, y quizá no queda del todo claro en mi artículo, lo que comento es que en las decisions políticas o económicas esa figura del experto es mucho más dudosa (los meteorólogos aciertan los economistas no, ahí la diferencia). Son conocimientos mucho menos, por no decir nada, epistémicos. Esto significa que los expertos y los no expertos están mucho más igualados de lo que nos pueda parecer a primera vista. Fuera del lenguaje rimbombante que a veces usan para diferenciarse de la masa está un conocimiento escaso de los sistemas complejos con que trabajan. Por eso cuando hablas de un «problema técnicamente complejo» me gustaría saber a qué te refieres (ojo con el léxico porque en ciencia complejo y complicado no es lo mismo y no se a qué te refieres). Si es un problema de conocimiento exacto, epistémico, suele ser correcto que los expertos deciden mejor pero cuando es un problema multidimensional, complejo (no confundir con complicado), entonces necesitas un grupo diverso y libre de prejuicios. Ahí sí la inteligencia colectiva cobra peso.
3. Respecto a ese comité de sabios ideal, ¿si la gente delegaría? A eso te respondo con un rotundo sí porque la gente ya delega en su actual comité de sabios imperfecto (el Parlamento). Mientras la delegación fuera voluntaria, es decir que la pudiese renovar periódicamente, es evidente que podrían delegar en ellos el problema que le veo es que en cuanto algo fuera mal en el sistema se echaría la culpa a esos sabios y ahí veo la debilidad de la delegación, alguien puede estar haciéndolo bien y aun así ser castigado porque no ha tenido suerte en el contexto que le ha tocado gobernar y entonces aprovecharse un grupo «vil» para alzarse con el control de la cosa. Tengo claro que la gente podría delegar en ese grupo lo que no tengo tan claro es que pudiese mantenerse esa delegación permanentemente. Respecto a lo del conocimiento y la experiencia como ya te he dicho depende de qué tipo de decisiones. Me remito al punto 2 donde te he explicado mi parecer. Para decisiones meramente políticas e incluso para decisiones económicas (que en el fondo son políticas) creo que es valiosa la experiencia de todos los ciudadanos, los que estudiaron ciencias, los que estudiaron letras, los que no estudiaron y se pusieron a trabajar, en el campo, en la ciudad. No veo porque eliminar una parte de ellas y más si nos queremos considerar una democracia en la cual al final quieres que todos se sientan partícipes en igualdad. Es cierto que la solución puede no ser ideal, pero si nos atenemos al principio democrático junto al principio de inteligencia colectiva creo que casan ambos bastante bien como para no desear romperlos en favor de aquellas experiencias que alguien considere mejores o más valiosas.
4. Volviendo pues al Bréxit. Efectivamente se puede dar la paradoja de que la decisión a corto plazo sea buena para los que nos quedamos mala para los que se van pero incluso así piensa una cosa. Nada les impide volver a entrar unos años más tarde en una Europa que ha cambiado y encima ya asumiendo la entrada sin los privilegios que tenían. De suceder así al final del camino habremos ganado todos pues tendremos una UK finalmente más integrada y una UE menos dirigida por Alemania. Esto es política ficción pero imaginemos ese escenario, ¿quien diría entonces que el Bréxit fue una mala idea? Como tu dices todo esto plantea más preguntas que respuestas y yo me temo que poco más puedo aportarte más que seguir dudando y cuestionando. Me gustaría decir también que a veces se interpreta echar abajo la UE como regresar a los tiempos de la Europa en guerra perpetua. Y creo que esa aseveración es también interesada. Estamos en un estado histórico muy distinto, que la UE política se desmoronase no significa que nos pusiésemos a guerrear y, de hecho lo más probable es que surgiesen substitutivos. Seguiría habiendo tratados de integración como el EEE (Espacio Económico Europeo) y se tendría todo que repensar de nuevo. Tal vez nos repensaríamos el integrar políticamente a países como los de Europa del Este, tal vez surgiesen dos o tres europas distintas (los del sur, los del norte y los del este). No lo se, como ves no hago más que plantear incógnitas solo que muchas veces el miedo al cambio nos sesga en favor de mantener las cosas como están no vaya a ser que vayamos a peor. Eso es el miedo. Sin embargo pocos dudamos que tras la incertidumbre y convulsión creadas por la revolución francesa Europa dio un paso adelante librándose del absolutismo monárquico. Conocer las consecuencias de todo esto es a mi entender imposible por eso digo que, ante la duda prefiero preservar el principio democrático y que decidamos entre todos aunque, como tu bien dices, no estemos exentos del riesgo a equivocarnos.
Muy bueno
Esperemos que en Reino Unido se cumpla la voluntad Democrática y realmente salgan de la UE y no sea una pantomima y al final los políticos tomen las decisiones que les parezca al margen de la decisión votada.
En España la democracia está secuestrada y la decisión mayoritaria de no querer gobernando a Rajoy es coaccionada por los partidos que temen la pérdida de su chiringuito y prefieren que la derecha lleve un año gobernando en funciones y lo que le queda en un auténtico golpe de estado contra la voluntad popular, pero a diferencia del Reino Unido, aquí nadie sale a la calle: hasta en los tiempos de Franco, la gente se manifestaba, y hacia huelgas, y llevaban hostias y chupaban cárcel, pero tenemos lo que os merecéis, porque cuando uno da un paso adelante y protesta, mil dan un paso atrás y luego luchan como valientes en el Facebook y el Twitter.
El Brexit se resume en inmigrantes sí/inmigrantes no tras una campaña de miedo con olor a racismo y xenofobia llevada a cabo durante años dirigida a un sector de población concreto. Había que estar allí para verlo, leerlo y sufrirlo. Lo siento pero este artículo no son más que divagaciones e intentos de justifación que rozan la comedia.
1. Los suizos llevan tiempo votando en referéndums restricciones a la inmigración y nadie se echa las manos a la cabeza, son soberanos.
2. Por otro lado la inmigración no era la única razón por la que mucha gente votó bréxit, las razones eran múltiples tantas como votantes. Eso que arguyes es una simplificación enorme que se hizo en Europa para deslegitimar las razones del Brexit.
3. En España varias conocidas empresas llevan tiempo contratando en origen para poderse ahorrar los sueldos de contratar a españoles para hacer el mismo trabajo. Empresas grandes como Telefónica llevan tiempo haciendo esta deslocalización. Es evidente que al capital le interesa y mucho el libre movimiento de capitales y personas porque con él puede homogeneizar los salarios a la baja. A la esclavitud. Así que no creo que la cosa sea ni mucho menos tan simple como la planteas.
4. Las divagaciones al final no son tales pues quien mejor para decidir sobre una cuestión tan trascendental que el propio pueblo. Lo que mi artículo pretende dejar claro, es que los argumentos de que los británicos han votado mal o que no deberían haber votado son contrarios a la democracia.
Hola Víctor,
1) Suiza NO forma parte de la Unión Europea aunque, como por ejemplo Noruega, asuma determinados tratados como Schengen. Además lo que haga Suiza a día de hoy te/me afecta poco. Lo que haga Reino Unido como miembro a día de hoy sí te/me afecta o afectará por ejemplo en la libre circulación, o en la sanidad o en los derechos de los que trabajamos en Reino Unido.
2) Haz el favor y echa un vistazo a la hemeroteca de los periódicos británicos como el SUN o Daily Mirror. Ya verás la cantidad de argumentos pro-Brexit que han dado al pueblo Británico… «a puñaos». Se ha utilizado indiscriminadamente el miedo al inmigrante. Los que hemos vivido el proceso lo sabemos bastante bien, pregunta a cualquier expatriado.
3) Trabajo entre Madrid y Londres en una multi-nacional de las «Teleco» y creo que conozco cómo funciona Telefónica. En España no se produce nada, no hay innovación, no hay grandes empresas, no hay tejido industrial, el talento no se retiene… la deslocalización también existe en Dinamarca, Noruega o Suecia y no veo que les vaya mal. Te daré un dato, Siemens dedica a I+D más que el presupuesto de todo el Ministerio de Industria.
4) Para poder decidir sobre esa «cuestión transcendental» hace falta tener una ciudadanía informada y eso no ha sido así. Cameron se comprometió a realizar un referendum para su supervivencia política, no porque le importaran mucho cómo piensan los británicos. Lo hizo y le salió mal. El de Escocia lo salvó por mera suerte, de momento porque ese melón está todavía abierto.
Las primaveras árabes no fueron fruto de la inteligencia colectiva, sino de la instigación bajo mano pagada por las élites que mandan en el mundo. Soros fue uno de los que puso el dinero.
La inteligencia colectiva será válida cuando la inmensa mayoría de la gente no esté manipulada por los que mandan realmente, como pasa ahora.
Bueno, eso es tu teoría. Lo cierto es que las primaveras árabes qué recordemos, empezaron en Turquía y se fueron extendiendo como la pólvora lo hicieron gracias a las redes sociales y al hastío de la población árabe de muchos países para con sus gobernantes. No hay conspiración de élites capaz de provocar eso. O hay masa crítica o no la hay.
Respecto a la manipulación la hay en todos los sentidos y direcciones pero no puedes invalidar por ello el alzamiento que supusieron en muchos países con alineamientos distintos: Túnez, Libia, Egipto, Bahrein y Yemen estaban alineados hacia occidente y también en Siria alineados hacia Rusia. A Occidente no le hacían ninguna falta las primaveras árabes, es más le inestabilizaban una zona que tenían controlada por tanto tuvieron que rehacer las alianzas de nuevo. Negar la naturaleza popular de esos sucesos es realmente poco serio.
Yo vi un artículo en The Guardian y sorprendía la cantidad de argumentos pro-brexit más relacionados con temas económicos. Lo que quiero decir es que Sun y Mirror jugaban la carta xenofoba de siempre está claro pero los argumentos de los brexiters eran diversos y, en cualquier caso, incluso ese argumento tiene sentido cuando una sociedad ve que estan usando dumping laboral. Respecto al caso de Dinamarca pues justo es un país en donde las políticas «xenofobas» que mentas están en auge, precisamente por esos motivos. Yo creo que es un tema bastante más complejo y que no se puede simplificar en un, «no quieren la UE porque no quieren extranjeros». En todos los referéndums recientes en los que se ha votado sobre la UE, Grecia, Irlanda, Reino Unido, Francia, Holanda … ha salido un NO. Y es que es un hecho que la UE no parece hecha al servicio de las personas y la gente se ve acorralada y entre una cosa y otra termina por tirar por allí por donde más fastidia a las élites europeas.