La propagación del SARS-CoV-2 por transmisión aérea en espacios cerrados está ampliamente aceptada. Sin embargo, la probabilidad de transmisión por el aire al aire libre depende de varios parámetros, aún bastante inciertos: concentraciones de aerosoles cargados de virus, viabilidad y duración, dosis mínima necesaria para transmitir la enfermedad.
En este trabajo de Belosi et al. (2021) publicado en el Journal of Environmental Research los autores realizan una estimación de las concentraciones al aire libre en el norte de Italia (región de Lombardia) utilizando un enfoque de modelo de caja simple, basado en una estimación de las emisiones respiratorias y para las ciudades de Milán y Bérgamo (Italia). Además, investigan la probabilidad de interacción del aerosol cargado de virus con partículas preexistentes de diferentes tamaños.
Los resultados indican concentraciones promedio al aire libre muy bajas (<1 copia de ARN / m3) en áreas públicas, excluidas las zonas concurridas, incluso en el peor de los casos y asumiendo una cantidad de infecciones hasta el 25% de la población.
En promedio, asumiendo un número de infecciones igual al 10% de la población (es decir, una IA de 10 mil por 100mil, o unas diez veces peor que en el peor momento de la pandemia), el tiempo necesario para inspirar un cuanto (es decir, la dosis de núcleos de gotitas en el aire requerida para causar infección en el 63% de las personas susceptibles) sería de 31,5 días en Milán (rango 2,7-91 días) y 51,2 días en Bérgamo (rango 4,4-149 días).


Por lo tanto, la probabilidad de transmisión aérea debido a aerosoles respiratorios es MUY BAJA en condiciones exteriores.
También muestran que la probabilidad de que el aerosol cargado de virus se adhiera a partículas atmosféricas preexistentes (se ha hablado mucho de las PM2.5 o PM10) resultó ser insignificante, por lo que los resultados aplican también a ciudades densas y con un elevado nivel de contaminación.
Por tanto, la evidencia científica muestra que la ley que se ha aprobado hoy en España y que regula el uso obligatorio de mascarilla en todo momento no tiene ningún fundamento.
Parece que en el gobierno no hay nadie leyéndose lo que va saliendo…