Pedro Sánchez ha dimitido como Secretario General del PSOE. En la pugna mantenida contra el sector liderado por Susana Díaz, muchos han inclinado sus simpatías hacia Pedro, tanto dentro como fuera del PSOE.

Pero lo bien cierto es que resulta más que dudoso que con Pedro Sánchez no hubiésemos seguido teniendo a Rajoy en Moncloa porque es más que dudoso que nunca hubiese dejado de priorizar su lucha contra Podemos sobre cualquier otra cosa (para salvarse como la pata izquierda de un rescatado bipartidismo y resucitar el fundamento del régimen del 78) y todos sus movimientos aparentes hacia un gobierno de progreso hubieran seguido siendo un postureo para, como ya viene siendo norma, tratar de imponer la narrativa de que «el PSOE intenta un gobierno de progreso pero resulta que Podemos lo impide». Pedro nunca hubiese pactado gobierno con Podemos, siempre habría, en todo caso, «postureado» con esa perspectiva para tratar de imponer narrativas beneficiosas para el PSOE en los futuros escenarios de confrontación electoral y, por tanto, con Pedro hubiéramos ido a terceras elecciones y hubiéramos seguido teniendo a un Rajoy incólume en Moncloa. Desde este punto de vista, puede considerarse positiva la dimisión de Pedro Sánchez si  se interpreta esto como el fin de la farsa pesoísta. Susana es más «lista» (si se quiere, como las ratas) pero el PSOE tenía más futuro con Pedro ya que ha venido demostrando más inteligencia. ¿Por qué?

Pues porque los intereses personales de Pedro Sánchez eran coincidentes con un rescate del Régimen del 78. En la medida en que su línea estratégica iba prioritariamente encaminada a destruir a Podemos en una lucha sin cuartel resulta que sus esfuerzos iban encaminados de hecho a mantener la lógica bipartidista. Es curioso cómo precisamente el sector más rancio del PSOE, el más cercano a las posiciones más rancias del R78, ha sido precisamente el que puede estar dando la estocada al R78 mediante la fatal condena al PSOE hacia la pasokización y, con ello, sentenciando el derrumbe del régimen en un gesto suicida.

Obviamente, ni parece plausible que Pedro Sánchez tuviera la altura de miras (o «visión de estadista») como para ser consciente de ello y perseguirlo (desde una coherencia ideológica y ética que podría ser discutible pero sin duda que al menos respetable) ni tampoco parece plausible que Susana Díaz tenga la altura de miras para comprender la trascendencia de su golpe de estado. Esa es la altura política que primaba en el PSOE. Así que no sorprende que el PSOE se encuentre ahora en una situación de inminente pasokización.

El derrumbe del PSOE es un paso más en la descomposición del régimen, aunque no es en absoluto descartable que el régimen tenga aún cierta capacidad de regeneración. No deja de resultar sorprendente la performance de sus actores principales en este conservador cometido.

Publicado el por Salva Mestre | 2 comentarios

El Bréxit y la decisión colectiva

Tras el Bréxit escuchamos decir que los ingleses han votado con el culo, que han votado de forma ignorante, que se han equivocado, que el problema era muy complejo dejarlo en manos de la gente. Son argumentos que no me gustan porque implican un desprecio profundo y porque van en contra de todo lo que hemos venido defendiendo desde el 15M. Giremos pues el argumento.

¿Y si el Bréxit trajera beneficios inesperados? Podría ser que a partir de ahora las naciones se pusieran las pilas para hacer una UE que sedujese. El discurso del miedo, de las amenazas de represalia, de que fuera hace mucho frío cada vez cala menos. Y es poco atractivo estar en un club solo porque si intentas salir el portero te va a pegar una paliza. ¿Y si comprobamos que las consecuencias negativas tampoco son para tanto y que, sin embargo, trae cambios positivos? Bueno, son muchas las incógnitas lo que nos lleva a la segunda observación.

Es imposible que ante una decisión así alguien pueda calibrar las consecuencias. Ningún ciudadano podría por muy inteligente que fuera, pero tampoco podría ningún experto, nadie puede calibrar algo así y menos aún si piensa a largo plazo. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Seamos humildes, tan absurdo es decir que han tomado una buena decisión como decir que han tomado una mala decisión. Simplemente las consecuencias de la decisión son algo que está fuera de nuestra capacidad de comprensión. Es algo demasiado complejo para que ni nosotros ni ningún modelo matemático vigente pueda conocerlas.

Decir pues que la decisión no se basa en argumentos racionales es una boutá pues decidir sobre el Bréxit era algo fuera del alcance de cualquier mortal, incluso del mejor informado. Imposible pues de racionalizar de forma completa por un solo individuo. Si cada uno de nosotros tiene una información parcial y frecuentemente sesgada basada en prejuicios que se refuerzan por nuestro sesgo de confirmación particular, entonces, ¿por qué decidimos? Pues porque hemos de decidir y porque alguien tiene que hacerlo. Es importante tener claro que la disputa aquí no es sobre si hay que decidir o no, pues, como sociedades, estamos obligados a tomar decisiones cada día sobre temas muy importantes. La disputa siempre ha sido sobre quien toma las decisiones: El pueblo o un grupo reducido y selecto de personas, les llamaremos amablemente “gobernantes” pero podríamos llamarlos élites, aristócratas u oligarcas, tanto da, los “elegidos”.

¿Y si el beneficio a largo plazo del Bréxit superase con mucho el perjuicio a corto plazo si es que lo hubiera? ¿Quién puede analizar eso? Nadie, sin embargo puede que el colectivo si pueda. La ciencia de la inteligencia colectiva nos dice que no hace falta que cada hormiga sepa porque el enjambre decide lo que decide, que no hace falta que cada neurona comprenda porque el cerebro decide lo que decide. No es necesario comprender para decidir bien. El conocimiento emergente es pues incognoscible para las partes que lo conforman. Precisamente por eso, cada vez hay más evidencia científica en que las decisiones económicas deberían ser tomadas colectivamente pues nos beneficiaríamos de dos elementos.

En primer lugar, del conocimiento de la muchedumbre. Este es un conocimiento imposible de capturar de otra forma que no sea dejando decidir y pronunciarse a todos los individuos que la componen. No hay otra forma. Y ese conocimiento se demuestra en la mayoría de los casos superior al de cualquier conocimiento individual. Pensemos que las empresas se gastan cada año millones en tratar de averiguar qué productos tendrán mejor aceptación y en tratar de manipularnos para que los consumamos y, sin embargo, siguen equivocándose. Muchos productos no se venden y tienen que acabar retirándose y otros son un éxito inesperado y agotan sus existencias. La gracia de la decisión colectiva es que, individualmente, todos tenemos nuestros sesgos, nuestros prejuicios, nuestro saber parcial e incompleto pero que, reunidos todos, estas debilidades se compensan y cancelan. Así, la multitud obtiene un conocimiento más completo, más neutral y libre de tantos sesgos cognitivos. Especialmente cuando el colectivo es diverso, variado, descorrelacionado.

En segundo lugar, porque las decisiones tomadas por la multitud no tienen sesgo particular por lo que siempre tendrán motivación de bien común, incluso cuando erren. Algo que no ocurre en la toma de decisiones en círculos reducidos y selectos en donde los intereses particulares y los prejuicios personales de los gobernantes interfieren en los intereses colectivos y suelen sesgar los resultados obtenidos. En esos casos la incapacidad de admitir el error suele conducir a la persistencia en él por un tiempo excesivo amplificando el daño más allá de lo necesario. Las políticas de austeridad son un buen ejemplo de lo que hablamos. Sin embargo, curiosamente, esas decisiones benefician sistemáticamente a una serie de grupos que son aquellos de los que forman parte los miembros que toman las decisiones y eso produce un conflicto de intereses para con la sociedad en su conjunto mucho más plural que las élites que dicen representarla. De aquí que sea importante que el grupo sea tan diverso como sea posible y que, muchas veces, se proponga para nuestras cámaras de representantes muestras estadísticamente representativas de la sociedad.

Para saber cómo modular nuestro sistema fiscal, a qué valor situar los tipos de interés, la cuantía de las pensiones, de la renta básica (si la hubiere), el gasto en servicios públicos, en desempleo, el endeudamiento público… Para decidir sobre todo eso y mucho más no veo mejor forma que delegar en la multitud. Me fiaré siempre más de su criterio que del de cualquier iluminado que afirme tener la fórmula mágica pues en caso de acertar con la solución habrá sido a buen seguro de pura suerte. Se suele decir que la política no es más que improvisación constante ante la contingencia permanente. Y es que por más que nos digan que todo está controlado la única y dura realidad es que muy poco o nada está controlado. Ni se anticiparon al crack financiero de 2008, ni a las primaveras árabes, ni obviamente tampoco al bréxit. Y si alguien acertó en su pronóstico es por la sencilla razón de que de un millón de pronósticos alguno tiene que acertar.

Inteligenciacolectiva

La crítica más simplista a esta afirmación, es decir que la gente subiría el gasto público y se bajaría los impuestos pero eso es empíricamente falso. Allí donde se han puesto a prueba metodologías de decisión colectiva no ocurre esto. Fundamentalmente porque no se puede, pues cuando tú das todos los elementos de valoración la gente tiene que jugar con ambas partes del problema, los ingresos y los gastos. Lo hacemos constantemente, no nos vamos de crucero a las Maldivas porque no tenemos ingresos suficientes para pagárnoslo o porque aunque los tengamos tendríamos que sacrificar muchos otros gastos que nos son prioritarios. Lo que realmente ocurre pues es que las prioridades, el orden de asignación de los recursos cambia. Y cambia en función de la preferencia colectiva y no de la de unas élites. Y eso es lo que esas élites que nos gobiernan no quieren que ocurra, por razones obvias.

¿Y si la única forma de reformar Europa sea cuestionar su integridad territorial? ¿Y si justamente la multitud estuviese demandando ser escuchada, ser tenida en cuenta? Pensemos en el NO a la Constitución Europea en Francia y Holanda, en el NO de Irlanda al Tratado de Lisboa, en el NO de Grecia al Memorándum de la Troika. Allí donde la gente tiene ocasión de pronunciarse lo hace protestando. Si con todas las instituciones, grandes empresas y los principales partidos en contra del Bréxit y con toda la campaña del miedo ha salido lo contrario el mensaje está claro, la multitud empieza a estar harta de la UE, de esta UE pero es que puede que esta sea la única UE posible. ¿Aceptarían permanecer en ella si pensasen que no puede cambiar? ¿Y si la única manera de lograr esa otra UE más humana y social pasase por demoler la actual y partir de cero de nuevo? Son todas preguntas por ahora sin respuesta. ¿Quién sabe lo que es mejor en este caso? Probablemente solo lo sepa la multitud y por eso es urgente que esta hable que se faciliten los canales para la decisión colectiva y no que se taponen bajo el pretexto de que la gente no puede decidir sobre temas complejos. Porque ¿Quién decide sobre qué podemos decidir? És más, si la gente corriente no puede decidir ¿porque ellos sí pueden? ¿Acaso no han demostrado equivocarse una y otra vez? Los medios digitales posibilitan cada vez más y mejor la expresión de la inteligencia colectiva como verdadera herramienta para la toma de decisiones en las sociedades democráticas del futuro. Despreciar como se está haciendo, la decisión tomada por los británicos en favor del Bréxit es ponerse del lado de las élites que no pretenden otra cosa que asegurarse ser ellos y solo ellos los únicos elegidos para tomar decisiones que al final nos afectan a todos. Reflexionemos pues antes de afirmar tan a la ligera que el pueblo británico ha votado mal.

 

Como lectura muy relacionada proponemos leer este artículo de investigación y ciencia que enlaza muy bien con el presente texto:

https://drive.google.com/file/d/0B3qg3kpka86JMlhmb3daYzJsTFE/view

Publicado en Democracia, Instituciones, Política y sociedad | 10 comentarios

La votación preferencial y el sistema de recuento con la metodología Condorcet-Schulze han llevado al municipio de Silla hasta lo más alto de la innovación en materia de participación ciudadana, no sólo en España sino, incluso, a nivel internacional. Su encuesta popular sobre el uso de los ‘casales’ y las fiestas de los ‘bous al carrer’ supuso la primera ocasión en que se aplicaba esta metodología en una consulta institucional y masiva, según ha explicado el concejal de Transparencia, Comunidad y Participación, Salva Mestre, de la iniciativa municipalista Silla en Democracia.

Esta encuesta, celebrada a finales de febrero, no ha sido la primera ni la única actuación de esta nueva Concejalía pero sí ha resultado la más importante, “espectacular” y representativa, “la más paradigmática: dar voz a los vecinos”. Mestre, filósofo especialmente interesado en teoría política y activista del movimiento 15M “donde pensamos hablamos y debatimos mucho sobre la democracia y la participación”, reconoce, ha contado a Hortanoticias los pormenores de este hito en materia de participación que ha tenido al municipio valenciano de Silla como escenario y a sus vecinos, unos 20.000, como protagonistas.

salva-mestre-concejal-participación-silla

El sistema de voto, el voto preferencial, dio la opción a los vecinos de huir del tradicional ‘KO’ de las encuestas de Sí/No y ordenar las diferentes posibilidades según su preferencia. Así, el sistema de recuento Condorcet-Schulze (muy sofisticado si lo comparamos con la sencillez intuitiva de ordenar preferencias en el momento de votar) fue facilitado por un software creado ad hoc por una empresa valenciana, lo cual permitió, en palabras de Mestre, “que la comunidad encontrara un punto intermedio donde poder convivir mejor”. Y es que eso, explica este joven concejal, es lo que supone el voto preferencial: la búsqueda de la opción más cercana al consenso.

“La democracia no es simplemente votar, ese es el último gesto. De hecho, algunos teóricos consideran la votación como el fracaso de la democracia pues significaría que no se ha llegado a un consenso a través del debate. Nosotros teníamos claro que había que incentivar la deliberación ciudadana”, explica el concejal, quien defiende el éxito de una encuesta que ha conseguido una inaudita participación del 27%, cuando la máxima marca hasta el momento es un 13% en otras consultas que planteaban cuestiones similares en otros municipios.

Sin embargo, insiste especialmente Mestre, el éxito no está en el porcentaje de participación sino en que haya funcionado la fase previa: la difusión. “Se contactó con la mayoría de agentes sociales implicados. La primera reunión se celebró en octubre. Celebramos hasta tres debates: uno en un bar y dos en televisión. Debates a los que asistieron representantes de grupos políticos, de asociaciones, colectivos… En definitiva, se creó el caldo de cultivo para la deliberación lo cual contribuyó a que la gente participara en la encuesta”.

El concejal de Participación asegura que lo que legitima una encuesta ciudadana no es el mayor o menor porcentaje de gente que participa sino, más bien, conseguir que aquellos que no participan actúen por decisión propia y no por desconocimiento del proceso. “Nadie se plantea deslegitimar unas elecciones generales porque, aunque la abstención sea alta, se da por hecho que todo el mundo sabía que había unas elecciones. Si no votas, delegas la decisión en los votantes activos, y eso todo el mundo lo entiende.”

De ahí el interés de su área y de todo el Gobierno municipal por difundir la encuesta y fomentar la participación y el debate previo. “Se envió un correo electrónico a asociaciones y colectivos para que quien quisiera pudiera mandar un escrito explicando su posición respecto a las preguntas planteadas en la encuesta y se publicaron en la web municipal y en las redes sociales del Ayuntamiento, para que la ciudadanía tuviera a mano cuanto más argumentario mejor. La idea era implicar a la gente en la deliberación previa. El primer debate contó con diferentes perfiles además del político. En total hubo seis ponentes y, después, se abrió un debate con el público”.

“La clave es que la gente se entere y entienda lo importante de la decisión. Eso es un trabajo ingente de difusión. Aplicamos la estrategia más ambiciosa que supimos. Editamos dípticos explicativos que también servían como papeleta de voto”, explica el concejal, quien añade que “para esa tarea de difusión también han resultado muy útiles las herramientas tecnológicas: tanto para informarse como para votar. Se podía votar tanto presencialmente como por internet a lo largo de varios días y se dieron muchas facilidades. Colgamos carteles A1 y A3 en los paneles de información que se usan en los parques para las campañas electorales, enviamos los dípticos explicativos a cada buzón, pusimos carteles A3 y dípticos en comercios y también utilizamos megafonía. Además, realizamos entrevistas en diferentes medios de comunicación como la SER o Radio Nacional y se publicaron noticias en varios periódicos”.

El resultado de la encuesta se va a respetar aunque la misma no sea vinculante en términos jurídicos puesto que sí lo es políticamente para el Gobierno municipal. Así, los dos ‘casales’ de los parques de l’Estació y de l’Alteró se destinarán a centro social juvenil e infantil donde se realizarán actividades lúdicas, culturales, etc. Respecto a los ‘bous al carrer’, se dejarán de celebrar el ‘bou en corda’ y el ‘bou embolat’ y se mantendrán las entradas de toros y vaquillas. Sobre el coste de la plaza de toros, la opción ganadora fue que el Ayuntamiento y las peñas taurinas paguen en proporción al uso que le dé cada uno y, finalmente, se redujo de ocho a seis los días de festejos taurinos.

Los ciudadanos de Silla pudieron decidir a finales de febrero sobre estas dos cuestiones culminando un proceso que se inició en octubre con la primera reunión con agentes sociales de la localidad. Surge la duda, entonces, sobre la participación en democracia: ¿no es un proceso demasiado largo incentivar el debate previo, difundir la encuesta, llegar a todos los vecinos y finalmente celebrar la consulta sobre dos cuestiones siendo que en un municipio como Silla cada día se deben tomar decisiones sobre decenas de cuestiones diferentes?

Mestre contesta seguro: “evidentemente, no todo es consultable debido a la propia cultura política en que vivimos. Para eso están los representantes que es, como si dijéramos, una especialización. Ese es, al fin y al cabo, el sentido de elegir representantes: que tomen decisiones. El reto estaría, por tanto, en detectar los casos que sea sensato someter a votación directa. Y cuantos más mejor. Ahora bien, no creo que se pueda acelerar el proceso de deliberación. Lo que sí se podría hacer es que, en lugar de consultar sobre dos temas, se consultara sobre muchos más.”

La encuesta es fiable, la participación, segura, los resultados, legítimos pero, ¿y el coste? Exactamente, el coste ha sido de 2.338 euros con IVA incluido, o lo que es lo mismo, 15 céntimos de euro por vecino con derecho a voto (mayores de 16 años) o, lo que también es lo mismo, 12 céntimos por habitante. “Es cierto que inicialmente manejamos presupuestos que en total rondaban los 20.000 euros pero nos esforzamos en optimizar recursos y encontramos las mejores opciones calidad-precio. Pero el coste no puede ser nunca un argumento contra la democracia. Incentivar la participación ciudadana es muy rentable para la democracia y para la sociedad”, asegura Mestre al tiempo que asegura que seguirá con esta línea de actuación desde la Concejalía que dirige.

¿Va, entonces, a fomentar la cultura participativa desde la pedagogía con acciones formativas?, preguntamos. Y el edil responde que sí, que habrá, pero que no será la línea de actuación fundamental de su Concejalía y explica el por qué: “la gente pide participar más de lo que luego realmente participa. Es cuestión de facilitarla. Para mí la clave es llegar a la gente, adecuarse a lo que tienes, adaptarte a la realidad social que tiene el pueblo. Hay que abandonar la persecución de utopías. Sí haremos charlas, actividades pedagógicas y teóricas pero no creo que venga mucha gente. Prefiero que sea la montaña quien vaya a Mahoma, educar en participación ciudadana a través de la práctica. Desplegar mecanismos que empoderen al ciudadano, al vecino, para fomentar el desarrollo de su criterio y su opinión”.

“Concibo un municipalismo emancipatorio para cambiar conciencias desde la práctica democrática antes que desde la difusión de teoría, porque la teoría interesa a unos pocos mientras que la práctica interesa a todo el mundo”, sentencia Salva Mestre, quien ha podido llevar a esa práctica teorías que hace unos años se debatían en plazas de multitud de ciudades españolas en asambleas sin sillas, debates con megáfono y votos a mano alzada. Un sistema de participación por el que ya han mostrado interés desde otras partes de España y que desde la Concejalía de Participación y Transparencia de Silla están dispuestos a exportar.

Fuente: Hortanoticias.com

Publicado el por Salva Mestre | Deja un comentario

He tenido el honor de entrevistar a Salvador Mestre, concejal de participación ciudadana en Silla, por ser el principal artífice de la consulta ciudadana más avanzada realizada en España hasta la fecha, me atrevería a decir. Un placer conducir este Politeia inverso en el que intercambiamos los roles para poder resolver yo diría que cualquier duda acerca de este hito democrático que ha pasado bastante desapercibido pero que, sin duda, sienta ya un precedente de hasta donde se puede llegar con la democracia directa.

Un lujo poder desgranar con todo detalle una consulta que no se limitó a los lugares comunes sino que se atrevió a innovar en los términos que muchas veces hemos reclamado desde este blog. Y sin más preámbulos os dejamos con la entrevista.

https://www.ivoox.com/player_ej_10925572_4_1.html?c1=ff6600

Ir a descargar

Publicado el por Víctor García | Deja un comentario

No podemos menos que hacernos eco de este magnífico trabajo audiovisual hecho por la gente de #WHYMAPS a quienes aprovechamos para mandar un afectuoso saludo. Es, además, la síntesis de buena parte de lo que hemos estado pregonando desde el 15M aquí, en http://www.sistemaencrisis.es. Son dos vídeos muy bien hechos de 10 minutos cada uno y que, ya veréis que se os harán muy amenos. Si os gustan os animamos desde aquí a compartirlos con vuestros amigos y familiares para que se hagan virales. Y sin más dilación os dejamos con ellos.

No puedo evitar destacar una de las ideas clave. En una Democracia Real, la participación de la gente es necesaria para que el sistema funcione. Pero cuando hablamos de participación en democracia hablamos de una participación distinta. Hablamos de que la gente se implique en la elaboración y la votación de las leyes no solo en la votación cada cuatro años de unos representantes en quienes delegan todos los poderes. Eso no es democracia. Mucha gente tiende a pensar que no se puede dejar que gente incompetente pueda tener poder pero es al contrario. Es el sistema representativo el que permite que la gente incompetente esté permanentemente al mando y que la gente crítica se vea apartada de él. Es el sistema representativo el que fomenta la pasividad política de la masa para que delegue en una élites toda las responsabilidad de gobernar.

La democracia no te la dan, la democracia se conquista. El sistema sabe que en toda sociedad hay un porcentaje importante de gente que no participa, que es acrítica, que no le interesan los asuntos políticos o que se despreocupa. Por eso el sufragio universal ha sido el mejor engañabobos en manos de las oligarquías porque permite fomentar la pasividad política y que sea esa masa acrítica la que les revalide en el poder una y otra vez se tiñan como se tiñan, de azul, rojo o morado. Porque el sufragio permite diluir a todos aquellos que sí quieren participar, que sí quieren inmiscuirse en los asuntos públicos y porque permite imponer con la fuerza de sus mayores medios económicos su poder omnímodo sobre la sociedad. En una democracia radical el poder queda ponderado por la participación política no por el dinero que se tenga para financiar campañas. Así si te ofreces voluntario a más cargos rotativos por sorteo, si votas y comentas más leyes y si aportas más al común, tienes más poder independientemente de cuan rico seas. Lo que cuenta son tus capacidades y cualidades no tu bolsillo. Es decir que cuanto más y mejor hagas más influirás. Eso genera un ciclo virtuoso en el que la gente desconfiada de que la gobiernen otros impide con su participación activa que ninguna élite se haga con el poder. Son desinteresados en el buen sentido de la palabra porque no quieren el poder para sí pero tampoco lo quieren para nadie. Así, todos se vigilan entre todos y se hace muy difícil la corrupción. Todo tiene que debatirse y acordarse entre una multitud de individuos diversos con intereses enfrentados. Ya nada es sencillo todo se vuelve complejo, lleno de matices, pero por ello, más eficaz a la hora de encontrar soluciones duraderas que satisfagan a la mayoría.

Una cosa tengo clara, el auténtico espíritu democrático nunca muere, está dentro de cada individuo con ansias de libertad y emancipación de las tiranías consentidas y astutamente camufladas en las que vivimos. Es la voluntad de desobedecerlas y desafiarlas con un planteamiento radical lo que depende tan solo de nosotros. Difundir estas ideas debería ser un deber para cualquier democratista convencido. El poder de las ideas estriba en que una vez fuera de control, una vez se consigue que la gente visualice una alternativa, una vez que sepa que el sistema puede organizarse de una forma distinta es muy difícil volver a meter el genio en la botella. Son solo cadenas mentales y romperlas es tan fácil como abrir la mente y buscar la verdad por uno mismo.

Personalmente yo mismo, desde que descubrí la realidad del significado de la palabra Democracia no he vuelto a ver con los mismos ojos los gobiernos que tenemos. Y cada vez que se menta ese término en vano se me hinchan las venas. Porque se que no vivimos en democracia. Porque democracia es el poder del pueblo ejercido directamente sin representantes interpuestos. Y que los cargos públicos deberían ser no representantes sino obedientes gestores públicos a nuestras órdenes. Para lograr eso los atenienses, que se contraponían a su antítesis de Esparta, sabían que lo mejor era que la mayoría lo fueran por sorteo. Porque era la única manera de que nadie se creyese por encima de los demás. Eso era lo más importante, la idea de que en política todos somos igual de importantes y que solo depende de tu voluntad de participar.

Por el contrario, los espartanos optaron por la elección y la delegación periódica. Su sistema, asumían era una oligarquía, como lo es el nuestro. Así que no, no vivimos en democracia.

Y cuando os digan que en Atenas ni mujeres ni esclavos podían votar no hace falta más que recordar que los primeros «sufragios universales» tampoco permitían dejar votar ni a los esclavos, ni a las mujeres, ni a los hombres no propietarios. Que tuvieron que pasar aún más de cien años desde la puesta en marcha de los sistemas de gobierno representativo para que dejase de haber esclavos y para que las mujeres y los hombres no propietarios pudiesen también obtener ese derecho. Que no te engañen. Democracia no es sufragio universal, democracia es que no decidan siempre por ti. Y en eso, el único referente histórico serio que tenemos es la Atenas clásica y en bastante menor medida Suiza. Es ahí donde debemos buscar la inspiración para diseñar las democracias reales que un 15 de mayo de 2011, de golpe y porrazo nos dio por reivindicar.

Textos complementarios

Si os ha picado la curiosidad os animamos a seguir leyendo sobre el tema en:

https://sistemaencrisis.es/2014/02/07/el-espiritu-antidemocratico-de-la-democracia-moderna/

http://insaculacion.blogspot.com.es/2012/10/centralidad-del-sorteo-en-la-democracia.html

https://sistemaencrisis.es/2014/10/05/como-medir-la-profundidad-democratica-de-un-sistema-politico/

https://sistemaencrisis.es/2012/10/17/como-conseguir-una-democracia-real-y-por-que-nos-cuesta-tanto-conseguirla-1a-parte/

o el más reciente

https://sistemaencrisis.es/2016/01/24/democracia-participacion-directa-y-sorteo-de-legisladores/

Publicado el por Víctor García | 6 comentarios

En el siglo XVIII d.C Rousseau trató de recuperar los ideales democráticos atenienses para Francia. Afirmaba que la soberanía residía en el pueblo y que los parlamentos simplemente la usurpaban y/o pervertían. Sus ideas impulsaron las revoluciones liberales en Francia y en EEUU. A finales del XVIII, la monarquía absoluta francesa sería depuesta y EEUU se independizó de la corona británica. En aquel “hotspot” revolucionario la cuestión de debate intelectual era el del recambio del modelo político. Había dos alternativas sobre la mesa. Por un lado, la democracia, que ya se había practicado en Atenas hacía más de 2000 años. De otro, un nuevo sistema que no había sido practicado nunca anteriormente: el gobierno representativo oligárquico (del griego, “oligos=pocos” y “arkhia=gobierno”) y republicano, en el que gobernaría una minoría de representantes elegida por sufragio sobre un universo de población determinado [Manin, 1997].

El segundo modelo triunfó debido al espíritu antidemocrático y a las ansias de control de las élites que harían el recambio en los cuadros de poder [Dupis-Deri, 1999]. Éstas, consideraban que a través de procesos electorales competitivos emergerían aristocracias naturales (se elige al mejor o  “aristos’’) las cuales eran intrínsecamente superiores al (1) sistema de linajes propio de las monarquías y al del (2) sorteo de cargos públicos y participación directa, típico de la democracia ateniense. De hecho, consideraban la democracia como “el peor de los males políticos”. Para justificar el gobierno representativo se organizó todo un aparataje de argumentaciones en oposición a la democracia: la necesaria especialización de los políticos en el contexto de la división del trabajo mercantilista (Sièyès, Francia), el analfabetismo de la población por aquel entonces (Madison, EEUU), etc . Así pues, a fecha de hoy, llamamos democracia a un sistema que nace en oposición a la misma [Rosanvallon, 1993]

La palabra democracia, del griego “demos=pueblo” y “kratos=poder”, es mencionada por primera vez por el historiador clásico Herodoto para designar un sofisticado sistema de distribución del poder político que involucraba de forma intensiva a la ciudadanía en el proceso legislativo de la antigua Atenas de los siglos V y IV a.C. Este sistema político combinaba (1) la participación directa en asamblea, (2) el sufragio de cargos técnicos (por ejemplo, los “strategos”) y (3) el sorteo de magistrados (junto la rotación frecuente de dichos cargos) a fin de evitar derivas oligárquicas. Como veremos, el mecanismo del sorteo era una pieza fundamental para el correcto funcionamiento del sistema Ateniense. Por poner un dato, según historiadores como Hansen (1991), la “Boulé” (cámara/consejo legislativo sorteado) fue la responsable de aproximadamente el 50% de las leyes aprobadas finalmente en la asamblea.

Como puede verse en el esquema institucional a continuación, el objetivo central de la democracia Ateniense era la igualdad política real (A). No hablamos de igualdad económica, física o de otro tipo. El objetivo central de la democracia era la igualdad política. Esto es muy complicado de conseguir si establecemos una diferenciación clara y duradera entre legisladores y legislados. ¿Cómo puede hablarse de igualdad política si unos ciudadanos legislan y otros son los legislados por los primeros? Para lograr una democracia, la arquitectura institucional, debería tender a diluir estas figuras, a mezclarlas. Para lograrlo, los atenienses definieron ciertos sub-objetivos e instituciones al servicio de los mismos, de modo que éstos operasen a lo largo de las diferentes fases del proceso legislativo: proposición, tramitación, aprobación y control. De hecho, las instituciones de Atenas estaban planteadas de forma que esta dinámica de participación, control popular y dilución de poder político se maximizase en todo momento [Chouard, 2012].

Para la proposición contaban con la “Isegoría” (B) y una ciudadanía activa (C). Para el proceso de tramitación, los atenienses pusieron en el corazón de las instituciones la “Boulé”, un consejo de 500 personas independientes elegidas por sorteo. El mecanismo del sorteo (G) sujeto a controles (antes, durante y después) (K-Q), aseguraba el gobierno amateur (E) desinteresado de quienes no quieren gobernar para sus propios fines. Pero para que este consejo fuese democrático, necesitaba de la rotación (F) y de los mandatos cortos y no renovables (H). Un gobierno de este tipo maximizaba honestidad, trabajo desinteresado y vocación en servir a la comunidad. En cualquier caso y para evitar cualquiera deriva tiránica, los atenienses estaban armados (D). Combinado con la rotación rápida, el uso del sorteo diluía la figura legislador/legislado, favorecía una ciudadanía activa controladora a la que se le confería responsabilidades y minimizaba los conflictos de intereses y corruptelas. Finalmente, para la aprobación, las propuestas eran devueltas a la Asamblea quien decidía en última instancia.

 

Democracia Ateniense - Original

En la exposición que se sigue, trataré de mostrar cómo, salvando las distancias históricas, en base a tres mecanismos de participación directa podemos importar la esencia de este revolucionario entramado institucional. Estos mecanismos son las (1) Iniciativas Legislativas Populares (ILP), las (2) Cámaras sorteadas rotativas y los (3) Referéndums. Así mismo, para clarificar ciertos puntos, se contrastará la situación actual del Régimen del 78 con el funcionamiento de un régimen democrático.

1) Proposición: La Isegoría y la ILP

La primera fase del proceso legislativo en un sistema democrático es la de proposición de una ley. Para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos en esta fase, cualquier miembro del cuerpo político debe poder proponer sus ideas y propuestas más allá de lo que diga o piense el parlamento o medio de comunicación de turno. Esto favorece la participación y el que los ciudadanos se mantengan activos realizando una tarea de control, monitorización y regulación (C). En Atenas, se garantizó a través de la institución de la “Isegoría” (B), la posibilidad de que cualquiera pudiese proponer una ley en Asamblea.

La versión moderna de esta institución clave para la democracia en la actualidad es la ILP, la cual requiere recoger firmas en un plazo determinado. Estas propuestas, si recaban apoyo suficiente, deben ser llevadas a trámite. Por tanto, para lograr esa igualdad a priori en el siglo XXI, se requiere que cualquiera pueda proponer  ILPs y que las barreras administrativas para lanzar las mismas sean lo más bajas posibles. En España actualmente se requiere del 1.3% del censo por lo que posiblemente habría que ajustarlo a un valor del 0.5-0.1%. Además, influyen los plazos de recogida de firmas. Pasar de los 9 meses a los 12 meses facilitaría enormemente la labor de proposición ciudadana. En cualquier caso, estos parámetros deberían ajustarse con la experimentación y considerar la posibilidad de adoptar las tecnologías de la información y el uso de wikiplataformas online a modo de lanzadera de propuestas de ley (ejemplos descafeinados son change.org, avaaz, etc.). Es importante recalcar que para dotar de valor a esta institución, las ILPs deberían poder tratar sobre cualquier ámbito y ser vinculantes. Esto contrasta con en el actual modelo Español, en el cual debido al artículo 87.3 de la Constitución, los ciudadanos no pueden reformar ninguna ley orgánica, ni leyes de naturaleza tributaria, ni leyes de carácter internacional, ni los parámetros de redistribución de la riqueza, ni la armonización entre regiones, ni la planificación de la actividad económica. En definitiva, no se pueden proponer leyes sobre nada relevante.

2) Tramitación: la “Boulé” y el Senado Sorteado

La segunda fase es la de la tramitación de las propuestas de ley. Es en esta fase en la que el sorteo se convierte en el procedimiento central para garantizar la igualdad política entre ciudadanos. Tramitar los contenidos de una propuesta de ley es hacerla que pase por las fases necesarias para que se resuelva sobre éstos. Involucra las etapas de lectura, estudio, debate, enmienda, contrapropuesta y sometimiento a referéndum. Para garantizar la igualdad de cualquier ciudadano en esta fase de “vehiculización” de la voluntad popular, ninguna visión debería tener, a priori, más poder sobre el futuro de la propuesta. Sin embargo, en la actualidad, este proceso está totalmente monopolizado por los representantes electos organizados en partidos.

Por poner un ejemplo, en España el artículo 6 de la Constitución determina que los partidos políticos “concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento  fundamental  para la participación política” señalando que son “la expresión del pluralismo político”. En consecuencia, la estructuración en los gobiernos representativos de la participación política suele articularse en torno a los partidos, y no a los ciudadanos. De hecho, la tramitación de leyes se da a través de la Mesa del Congreso (que tiene la potestad de no admitir las iniciativas) y del Parlamento (que puede realizar las enmiendas que quiera). Así, únicamente se ha aprobado una ILP en todo el periodo del Régimen del 78 (relativa a la propiedad horizontal). De esta forma, se ha logrado que la ILP haya quedado vaciada por completo de contenido. Para acabar con esto y garantizar la igualdad política en la tramitación, es necesaria la existencia de cámaras sorteadas rotatorias de independientes que sirvan de foro deliberativo ciudadano en el legislativo. De hecho, es la única forma viable de  saltarse y puentear el filtro partitocrático y de caminar hacia una política libre de políticos profesionales como en la antigua Atenas. Se podría contra-argumentar que esta cámara ciudadana podría constituirse a través de una elección de independientes no vinculados a partidos o a lobbies de ningún tipo. Pero el uso del sufragio aplicado a representantes tiene varios problemas adicionales que lo hacen indeseable para articular un sistema políticamente igualitario.

Primero, es un mecanismo que tiende con alta probabilidad a la corrupción del representante. Esto se debe a que el candidato que se presenta a unas elecciones para un cargo X, tiende a pensar en su re-elección. Así, en el ADN del sufragio está la profesionalización de la política y separación del legislador/legislado. Y cuanto más tiempo toquen poder los cargos públicos, más probable será que se corrompan. Uno de los problemas con el poder político es el poder en sí mismo, pues tiende a transformar y a sacar lo peor de sus usuarios. Planteándolo de forma distinta, quienes compiten en unas elecciones por el poder/cargo son personas que aspiran a gobernar, así que ¿Por qué quieren gobernar? ¿Para servir al resto o para servirse a sí mismos? ¿Alguien que quiere poder lo suele querer para hacer el bien? ¿Es una buena cualidad ética querer el poder?

El sorteo, por su parte, resuelve este problema a través de la selección de legisladores que (i) no quieren gobernar y (ii) que cambian con una frecuencia relativamente elevada. Por otro lado, contar con legisladores seleccionados por sorteo garantiza que éstos no deberían a nadie su posición por lo que serían completamente independientes. Únicamente tendrían que ser leales a su conciencia y no a ningún partido o grupo de presión en concreto, sobre todo porque no estarán preocupados por su reelección, pues no dependería de ellos. Por tanto, el diseño institucional sorteista casa mejor con los objetivos del amateurismo político (E) y la rotación de cargos (F). El objetivo de la rotación de los cargos se consigue a través de articular mandatos cortos y no renovables. Esto evita que alguien pueda acaparar el poder durante mucho tiempo, y por otro lado, permite, si la rotación se da a una frecuencia suficientemente elevada, que todos desempeñen ambos roles en algún momento diluyendo la dicotomía legislador/legislado (con una aplicación escala multinivel, estatal-regional-municipal, se tendrían más de 8000 cámaras legislativas sorteadas rotatorias y de políticos amateur, la mayor escuela de política que se pueda imaginar). Por su parte, el objetivo del amateurismo, refuerza el primero. Hacer una larga carrera política profesional en un partido choca contra la renovación frecuente del legislativo de forma que se implique a mucha población en éste. Esto está directamente relacionado con tener una ciudadanía activa (C) que controle y monitorice la actuación del legislativo, minimizando las probabilidades de corrupción.

El segundo problema de la elección de representantes, y el que rompe más claramente con la idea de igualdad política, es que la elección favorece a dos tipos de personas: a aquellos que son ricos y conocidos (ricos mediáticamente) y a aquellos que justamente quieren el dichoso poder. Según las investigaciones de McCormick (2006), el mecanismo de la elección falla clamorosamente en reflejar la diversidad existente en la sociedad. La utilización del sorteo, por el contrario, trata de mantener la igualdad política entre ciudadanos y grupos de poder organizados. Primero, bajo un muestreo aleatorio sobre el censo completo (un sorteo) todos los miembros de la población tendrán la misma probabilidad de ser gobernantes y gobernados. Segundo, dado que los cargos son seleccionados a través de un muestreo aleatorio sobre el censo,  no sólo los sistemas de valores y creencias y valores de la población sino también las características sociales y demográficas (ingresos, raza, religión, etc) obtendrán una representación precisa en la cámara ciudadana. De hecho, como puede verse abajo, las fluctuaciones/desviaciones en la voluntad de tramitar leyes o elaborar contrapropuestas (usando datos del universo/censo de España) a partir de los 385 legisladores seleccionados al azar, no serían superiores al 5% con una probabilidad del 95% de lo que sucedería si todos participásemos en dicho proceso.

RepresentatividadUna propuesta sorteísta pensada para puentear a los partidos en el contexto actual, pasaría por transformación del uso del Senado a fin de que este se encargara de la (i) tramitación de ILPs, (ii) la convocatoria de referéndums, (iii) la regulación de sueldos públicos, (iv) la rendición de cuentas, (v) el bloqueo temporal de decisiones adoptadas por el congreso de diputados electos, (vi) del control de los cargos electos y (vii) de elaborar informes y convocar comisiones de control, entre otras cosas. Un esquema simple de cómo abrir ese canal legislativo a través de un Senado Ciudadano puede verse abajo:

Figura 1_Modelos

Una crítica frecuentemente planteada es que este mecanismo no funcionaría porque es necesario que el político sea “experto” y que gobiernen “los mejores” pues para el ejercicio de la política hacen falta conocimientos que no todo el mundo tiene. Sin embargo, las investigaciones en el campo de la inteligencia colectiva (Hong y Page, 2004; Wolley et al., 2010) sugieren que precisamente, una de las propiedades deseables del uso de la herramienta sorteo es que produciría grupos legislativos colectivamente más inteligentes que aquellos basados en la elección. La idea subyacente a esta línea de investigación, es que para un tamaño suficientemente grande de asamblea existirían, correlaciones negativas entre las habilidades y perfiles cognitivos de los integrantes (Landermore, 2012). En este contexto, una correlación negativa implica que cuando uno se equivoca en una determinada cuestión, habrá otro que no lo haga. De forma resumida: produce una diversificación que elimina el “riesgo sistémico” o la propensión agregada del grupo de equivocarse.

3) Aprobación: Votación en la Asamblea y Referéndums

Aunque en la antigua Atenas la “Boulé” fuese capaz de proponer sus propias leyes o hacer contrapropuestas a las planteadas por la Asamblea, cualquier ley,  para ser aprobada o rechazada, debía pasar el filtro de la Asamblea bajo la regla “1 ciudadano = 1 voto”. Lo mismo sucedería en el esquema del Senado Ciudadano. Sin embargo, en la actualidad, la votación en asamblea tendría su equivalente en el referéndum vinculante extendido sobre todo el universo de población. De hecho, Suiza es considerado por muchos politólogos como el país con el sistema más profundamente democrático existente, precisamente por el uso extensivo que hace del referéndum. Esto contrasta con el uso que se hace del mismo en España, en la que la Constitución del 78 en el artículo 92, limita la posibilidad de poder convocar un referéndum al mecanismo consultivo a instancia, exclusivamente del Gobierno del Estado, que evidentemente solo lo convocará cuando tenga la expectativa de un resultado favorable a sus intereses.

Así mismo, es importante recordar que se pueden articular diferentes tipos de referéndums para tratar múltiples cuestiones. Algunas variedades relevantes de referéndums empleados en países como Suiza o Italia son las siguientes: (i) referéndum constitucional obligatorio (si se quiere reformar la constitución el pueblo tiene la última palabra), (ii) referéndum facultativo (para ratificar cambios legislativos de modo que a toda ley aprobada por el parlamento se le puede exigir que sea sometida a referéndum) (iii) referéndum por ILP (las ILPs que llegan a un número X de firmas desembocan directamente en referéndum) y (iv) referéndum de contraproyecto (en el caso de que el parlamento presente un contraproyecto a la ILP se hace un doble referéndum en el que se pide la aprobación o rechazo de cada una de las propuestas, la parlamentaria y la ciudadana pudiéndose aprobar o rechazar ambas o solo una de ellas).

4) Controles

En definitiva, queda claro que para articular una democracia real, necesitamos una batería de mecanismos participativos que involucren a la ciudadanía y reduzcan los poderes de los partidos y representantes. Sin embargo, también es necesaria la utilización una batería de controles a los ciudadanos. Esto se debe a que al articular un gobierno ciudadano podrían gobernarnos ciudadanos nefastos, indeseables o incluso peligrosos (Belén Esteban, un nini/cani, un neonazi). Los griegos resolvieron los riesgos del uso del sorteo gracias a toda una serie de eficaces medidas de control. Todo candidato designado pasaba por varios filtros que minimizaban esos riesgos.

Los mecanismos de control ex-ante eran el (i) voluntarismo, (ii) la “diocimasia” y el (ii) ostracismo. La voluntariedad (L) en Atenas se basaba en la exclusión pasiva. Si uno no iba a la Asamblea no podía salir elegido. En la actualidad se debería dar por defecto y sólo se excluiría a aquellos que comunicasen explícitamente. La “diocimasia” (E) consistía en una prueba de aptitud (no de conocimientos, pues actuaría contra la igualdad) a fin de testear la capacitación mental, actitudes éticas como la tolerancia, el respeto, etc. Finalmente se usaba el ostracismo (N) que era un mecanismo de inhabilitación y de defensa contra los indeseables. Si el nombre de una persona alcanzaba una cifra de votantes en contra tenía que marcharse de Atenas. Durante, los legisladores estaban sujetos a la posibilidad de revocatorio (O) o “impeachment” y a la rendición de cuentas (dar cuenta de su gestión, incompatibilidades, etc). La rendición de cuentas también se daba a posteriori, pues existía la posibilidad de acusación pública (Q), el llamado “grafé paranomon”, a través del cual se demandaba al portavoz de una propuesta que hubiese sido nociva, corrompido al pueblo y las leyes del estado.

Conclusión

En definitiva, una democracia es un sistema de gobierno ciudadano que busca la igualdad política, que usa el sorteo y la rotación rápida porque se basa en la desconfianza y que controla durante todo el proceso legislativo cualquier deriva oligárquica. Como hemos visto en este post, el sorteo y rotación rápida de los legisladores son claves para fomentar una ciudadanía activa, lo cual es otro requisito indispensable para la coherencia del conjunto del sistema. Sin embargo, el uso del mecanismo sorteo en lugar del sufragio, por sí sólo, no es la panacea. Es sólo una pieza defensiva más del engranaje anti-oligárquico, pues necesita complementarse con la posibilidad de que cualquiera pueda proponer leyes y de que, en última instancia, todos podamos votar sobre ellas si así lo deseásemos.

Publicado el por Vicente Rios | 6 comentarios

Cómo y porqué consolidar el nuevo escenario multipartidista. Un ejercicio de simulación.

Lo que parecía imposible en el régimen electoral español ha sucedido. Dos nuevos partidos de ámbito estatal han entrado por fin con fuerza en el panorama político cambiando de un plumazo el escenario al que la política española nos tenía acostumbrados. Esto ya no solo es cosa de dos. En Europa, un escenario así no solo no es algo inédito sino que es lo habitual. De hecho, los países con mejores niveles de bienestar tienen, todos, sistemas multipartidistas y aunque, no podemos establecer una relación directa de causa a efecto, sí parece que podría tener algo que ver. Cuanto menos, el pluripartidismo podría ser una condición necesaria, aunque no suficiente, para la construcción de un modelo estable de país a largo plazo.

Ciertamente, el multipartidismo es algo inédito en España y la culpa la tiene, como es sabido, su infame ley electoral. Una ley pensada para reforzar a las dos primeras fuerzas políticas y, por ende, generar un bipartidismo fuerte. Sin embargo, la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria de 2008 suponen una quiebra enorme de la confianza que los ciudadanos tenían depositada en los dos partidos tradicionales que se venían alternando en el poder, PP y PSOE. Aun así, con el sistema electoral vigente es cuestión de tiempo que se vuelva a estabilizar en torno a un nuevo bipartidismo y por ello, si queremos consolidar este escenario urge modificar la ley electoral antes de que sea demasiado tarde.

tendenciasbipartidismoPara poner el colapso bipartidista en contexto, hay que decir que lo que se ha visto en estas generales no es más que la propagación de esa quiebra de confianza que se remonta a antes de las europeas. Lo podemos ver en el gráfico de arriba. Lo cierto es que ese escenario no inquietaba mucho al régimen mientras ese malestar se traducía solo en más abstención, más voto en blanco y más dispersión del voto entre los partidos pequeños. El problema viene cuando entran en escena Podemos, Ciudadanos y las confluencias municipalistas. Esas fuerzas se convierten en atractores y movilizadores de voto, capaces de canalizar el malestar latente y poner en jaque al sistema. Lo empezamos a ver en las europeas, luego nos sorprendió arrolladoramente en las municipales y ha quedado ratificado en las generales. Pero los porcentajes, en esencia, no han variado desde entonces. El bipartidismo clásico ha descendido hacia niveles del 50% y, por ahora, ahí aguanta su posición, atrincherado.

Y puede aguantar dignamente, porque todo este castigo se ha traducido bastante mal en escaños al Congreso. La ley electoral, tal y como vemos en el gráfico siguiente, ha hecho de las suyas. Si nos fijamos bien, resulta evidente que el porcentaje en escaños de los dos primeros partidos supera con creces a su porcentaje en votos obtenidos. Mientras que al resto de partidos nacionales, Podemos, Ciudadanos e IU, especialmente a estos dos últimos, la ley electoral les penaliza. Y todo eso sin contar a todas aquellas personas que han votado a uno de los dos partidos clásicos porque viven en circunscripciones donde las posibilidades de que un partido pequeño obtenga escaño son muy bajas.

resultados2015

Y es que, tal y como apuntamos en ley electoral en España, las barreras efectivas de entrada para un partido nuevo de ámbito estatal son muy elevadas. Si un partido quiere ser representado con un mínimo de proporcionalidad debe obtener al menos un 20% de los votos. Podemos y sus confluencias ha alcanzado a la primera ese umbral, algo impensable hace tan solo un par de años y, por eso, ha sido poco penalizado. En cambio, Ciudadanos o IU se han quedado mucho más cortos y han sido castigados más severamente.

Reformar la ley electoral

Como no podía ser de otra forma, desde sistemaencrisis nos hemos planteado las reformas posibles y otras no tan posibles de la ley electoral y sus efectos sobre la distribución de escaños. Tal como ya anticipamos en https://sistemaencrisis.es/2015/11/09/ley-electoral-basada-en-el-sistema-danes/, el Partido Popular posee una minoría de bloqueo tanto en el Congreso como en el Senado que le permite impedir cualquier reforma de la Constitución. Esto significa que habría que irse olvidando de poder cambiarla en un sentido que perjudicase al PP, a menos que hubiese un escenario de enorme presión ciudadana o internacional, escenario que, por ahora, no contemplamos. Nuevamente, y esta vez con los datos frescos y actualizados de los resultados de las generales del 20D, hemos querido analizar cuáles serían las mejoras más sencillas de aplicar y que nos reportarían mejores resultados si lo que buscamos es una mayor proporcionalidad y libertad de voto. En ese sentido hemos considerado reformas que nos acerquen a un sistema en el que se cumplan los cuatro derechos democráticos básicos de igualdad y libertad de voto:

  1. Todo ciudadano tiene derecho a que su voto valga igual que cualquier otro.
  2. Toda candidatura tiene derecho a obtener un porcentaje de representantes tan cercano como sea posible al de votos obtenidos.
  3. Todo ciudadano tiene derecho a que su voto cuente sin que éste sea excluido por barreras electorales innecesarias.
  4. Todo ciudadano tiene derecho al voto transferible para que su voto cuente aunque su primera opción no pase la barrera.

Para lograrlo, nos hemos servido de un código propio en python que hemos ido configurando para que nos simule toda una serie de variaciones sobre el modelo vigente. Hemos acompañado cada simulación con el cálculo del índice Gallagher. Este es un índice de desproporción. Así, cuanto más cercano sea a cero su valor, mayor libertad de voto tendrá el elector y mayor proporcionalidad e igualdad en el valor del voto presentará el sistema. Además, una ley proporcional sería la garantía para consolidar definitivamente un escenario multipartidista. En el siguiente capítulo hablaremos de por qué nos conviene tener un sistema así.

Caso de estudio 1: Aislando el efecto de tres cambios distintos

En un primer análisis, hemos aislado el efecto de incorporar tres modificaciones distintas que no implicasen tocar la constitución. Es decir que se pudiesen modificar desde la LOREG.

Captura de pantalla 2015-12-23 05.47.01

Hacer click para ampliar.

Lo que podemos observar es que reducir el mínimo de escaños por provincia, contrariamente a lo que se suele decir, apenas mejora la situación, por lo que no es un parámetro significativo a la hora de mejorar la proporcionalidad. Ampliar el número de escaños a 400 (el máximo que nos deja la constitución española) sí reporta una cierta mejora, pero sigue siendo bastante insuficiente. Por último, abordamos la regla de reparto, substituyendo la regla D’Hondt por la de Sainte-Laguë; y aquí la mejora sí es sustancial.

Nota 1: De todas las reglas de reparto disponibles hemos optado por Sainte-Laguë por dos razones: en primer lugar, es también un método de divisor de la misma familia que D’Hondt, por lo que pasar de uno a otro será muy fácil a la hora de hacer el conteo; y en segundo lugar los métodos de divisor son matemáticamente consistentes y estables, a diferencia de lo que ocurre con los métodos de cuota o resto mayor, como Hare o Droop. Y como las diferencias de proporcionalidad entre Hare y Sainte-Laguë son mínimas, nos hemos decantado por usar en todo momento Sainte-Laguë para substituir a D’Hondt allí donde lo requiramos.

Nota 2: Aunque el aumento de diputados no es una medida muy efectiva debería considerarse en combinación a otras como una posible transaccional que permitiera que los partidos grandes aceptasen las medidas de mayor proporcionalidad sin que ello les supusiese demasiada pérdida en diputados.

Nota 3: No hemos considerado ningún cambio en la barrera legal del 3% en la provincia, por ser una limitación con efectos prácticamente nulos, ya que, en la práctica, salvo Madrid y Barcelona, el resto de provincias tienen barreras efectivas muy superiores a ese porcentaje.

Caso de estudio 2: introduciendo los escaños compensatorios

Este es el caso ampliamente analizado en el artículo que citábamos antes, ya que es un mecanismo que incorporan los países nórdicos para hacer a sus sistemas más proporcionales. Al tener un doble conteo, primero por circunscripciones y luego con una corrección proporcional que se ajusta mediante escaños compensatorios, hay quien ha dudado de la constitucionalidad de la reforma. Sin embargo, mientras se respete que los escaños se distribuyen en las circunscripciones provinciales y mientras se busque lograr una adecuada proporcionalidad, esta reforma sería perfectamente constitucional. Tanto es así que, a propuesta del gobierno de Zapatero, la Universidad de Granada ya hizo algunas sugerencias de cómo reformar la LOREG para darle proporcionalidad al sistema sin necesidad de reformar la constitución, y su propuesta pasaba por la introducción de escaños compensatorios, aunque en aquel caso con la inclusión también de, lo que denominaban, escaños a la gobernabilidad que encubrían una prima a los más votados. Suponemos que para satisfacer los intereses del PSOE de entonces.

Pero nosotros hemos querido analizar los compensatorios puros, estilo danés. Esto es, un grupo de escaños introducido única y exclusivamente para corregir las desproporciones y no para primar a nadie. Estos son los resultados:

Captura de pantalla 2015-12-23 05.48.37

Hemos experimentado introduciendo un 10% y un 20% de escaños compensatorios. Según el estudio de Taagepera & Shugart (1989), para garantizar que los escaños compensatorios corrigen cualquier desproporcionalidad, estos deberían ser un 25% del total. En la práctica, como vemos, se consiguen muy buenos resultados con algo menos. El reparto con escaños compensatorios se realiza primero repartiendo según circunscripciones y luego repartiendo los compensatorios para corregir las desviaciones. El reparto de esos compensatorios lo hemos realizado siempre mediante Sainte-Laguë y solo hemos introducido variaciones en la regla de reparto a nivel provincial. De tal manera que, si mantenemos D’Hondt, nos hacen falta el doble de compensatorios para obtener el mismo efecto. Así mismo, con los compensatorios hay que considerar no solo la barrera provincial sino también la global. Hemos puesto de partida una barrera baja del 0,5% que consideramos suficiente para eliminar la mayoría de partidos de un solo escaño, si eso fuera un requisito. Finalmente, hemos analizado el caso de máxima proporcionalidad, en el que no hay barrera global. Podemos concluir que los escaños compensatorios son una forma más potente de introducir proporcionalidad en el sistema que cualquiera de las analizadas en el primer caso de estudio.

Caso de estudio 3: circunscripción autonómica

Captura de pantalla 2015-12-23 19.33.57

Aquí ya entramos en el grupo de reformas que requerirían tocar la constitución. Aumentar el tamaño de la circunscripción produce una mejora notable en la proporcionalidad, equiparable a la obtenida cambiando la regla de reparto, tal y como veíamos en el caso 1. Si combinamos ambas modificaciones, la proporcionalidad mejora mucho más, y si además añadimos los escaños compensatorios vistos en el caso 2, entonces ya la mejora es total.

Caso de estudio 4: circunscripción única

Captura de pantalla 2015-12-25 15.08.50

Cuando hablamos de proporcionalidad en un sistema electoral, el caso de la circunscripción única es al que más se recurre. Es lógico porque es sencillo de entender y porque se supone que es el más proporcional de todos. Sin embargo, sería muy difícil de aplicar en España, no solo por que habría que cambiar la constitución como en el caso 3 sino porque, adicionalmente, chocaría con la realidad española, pues sería muy difícil que se aceptara un cambio así en muchas de las CCAA. De todos modos, hemos querido cuantificar el efecto de introducir la circunscripción única para que nos sirva de referencia con respecto a las otras modificaciones propuestas.

Lo primero que vemos es que la barrera legal del 3% para poder obtener representación en la circunscripción sí afecta aquí al reparto de escaños de forma notable. Esto es debido a que, como la circunscripción única es muy grande, una barrera del 3% limita mucho la entrada de los partidos pequeños. En este caso, entrarían solo 5, y tendríamos un parlamento parecido al Alemán, de muy pocos partidos pero muy proporcional entre los que superasen la barrera. Hay que decir que en el caso alemán, aún es peor, ya que ellos tienen una barrera del 5%. Esa barrera legal, tan difícil de salvar, es la que hace que el índice de desproporción de Gallagher de la primera variante del caso 4 sea elevado. Sin embargo, si rebajamos la barrera al 0,5%, o si la anulamos, la proporcionalidad aumenta rápidamente hasta converger con las mejores variantes de los casos 2 y 3.

Nota: En nuestras simulaciones con circunscripción única se han seguido considerando las ciudades autónomas como distritos aparte.

Conclusión

Queda claro que el efecto sobre la proporcionalidad de las modificaciones del caso 1 es bastante moderado aunque, en caso de limitarse solo a ellas, la recomendación es claramente centrarse en la regla de reparto e ir hacia el Sainte-Laguë. En caso de poder añadir escaños compensatorios, entonces podemos incrementar aún más la proporcionalidad y aprovechar para imponer una barrera global baja, de no más del 0,5%, si es que nos obligan a poner algo ahí. Se observa que con los escaños compensatorios se puede obtener un nivel de proporcionalidad muy cercano al obtenido con la circunscripción única. Por eso, en el improbable caso de que pudiésemos cambiar la circunscripción creemos que una mejora sustancial y de consenso sería la circunscripción autonómica. Un cambio así no supondría merma alguna en la proporcionalidad si además pudiéramos cambiar la regla de reparto y añadir algunos escaños compensatorios. Como curiosidad, hay que señalar que la regla de reparto es un factor menos relevante en la circunscripción única. Pero, como lo normal es que nos encontremos en un contexto de circunscripciones provinciales o, en el mejor de los casos, autonómicas, la regla de reparto sí que jugará un papel a tener en cuenta y será conveniente que sea Saint-Laguë, en el caso de coger un método de divisor (recomendado), o Hare, en el caso de escoger un método de resto mayor.

Cambios recomendados

Regla de reparto: D’Hondt -> Sainte-Laguë

Barrera legal: 3% provincial -> 0,5% global

Escaños compensatorios: Ninguno -> 20% del total (70 de 350)

Circunscripción: Provincia -> Comunidad autónoma (si se pudiese tocar la constitución)

Quesitos2

Un Senado más proporcional también es posible

Esta cámara, que el 99% del tiempo no sirve para nada, tiene dos grandes poderes: el nombramiento de a una parte de los miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial y la capacidad de veto sobre una reforma constitucional. A la vista está que su verdadera utilidad es servir de cinturón de seguridad del régimen del 78, ya que las fuerzas conservadoras lo tienen muy fácil para atrincherarse en él. De hecho, es lo que ha ocurrido en la presente legislatura donde el PP, con tan solo un 29% de los votos, mantiene la mayoría absoluta en el Senado. Esto es así porque los senadores se designan mediante un sistema electoral mayoritario cuyo nivel de desproporción es aún más acusado que el del Congreso. Si bien es cierto que la constitución limita mucho la forma en la que deben elegirse los senadores, existe una vía para mejorar su representatividad sin tocar la carta magna. Se trataría de incorporar en el sistema de votación al Senado el método preferencial por Borda Dowdall. En él, el votante no solo tendría que elegir a qué senadores quiere sino también su orden de preferencia. Si bien el sistema seguiría presentando muchas deficiencias, su nivel de proporcionalidad se vería bastante incrementado y el PP perdería su poder de bloqueo en la cámara. Así, los gráficos siguientes demuestran que es posible mejorar la proporcionalidad del Senado solo tocando la LOREG.

Quesitos3

Nota1: El Borda Dowdall es un sistema que ofrece una proporcionalidad análoga al sistema D’Hondt para listas. El recuento se realiza ponderando los votos. 1 voto para el primero, 1/2 para el segundo, 1/3 para el tercero y así sucesivamente. Hemos querido también experimentar con una versión modificada del mismo basada en el sistema de Sainte-Laguë. En este caso el sistema solo usa divisores impares de tal manera que el primero recibiría un voto, el segundo 1/3 y el tercero 1/5.

Nota2: Para poder realizar las simulaciones por ordenador hemos partido de dos supuestos razonables empíricamente demostrados. En primer lugar, hemos considerado que la mayoría de los votantes eligen a los senadores en bloque, es decir marcando a todos los de un mismo partido, sin mezclar y en el mismo orden en que le son presentados. En segundo lugar, consideramos que el elector vota, en la mayoría de los casos, al mismo partido al Congreso y al Senado.

Simulación del escenario multipartidista

Tal y como ha quedado el Congreso, queda claro que gobierne quien gobierne lo va a tener que hacer en minoría.

¿Qué implica un gobierno así?

En primer lugar, que es necesario una forma de hacer política a la que no estamos acostumbrados, pero que es muy habitual en Europa: Una política basada en acuerdos a múltiples bandas y con un parlamento con mucho más poder.

El riesgo, o lectura en negativo, sería que los dos principales partidos se aliaran para tratar de revertir cuanto antes ese escenario. Dado que tienen más de 3/5 en ambas cámaras no es un escenario descartable. Eso nos llevaría a una involución política a la italiana (Porcellum) o a la francesa (V República). Significaría que los partidos del régimen se pondrían de acuerdo para cambiar la ley electoral hacia una que fuese aún más mayoritaria, una que facilitase la reelección turnista de ambos partidos ad eternum, eliminando así a la competencia. Esto se lograría mediante la introducción de primas al ganador, de dobles vueltas o de una combinación de ambas cosas. Sería, a todas luces, una salida en falso que lo único que haría sería taponar la posible salida institucional al conflicto social.

Pero existe otra lectura en positivo de esa investidura en minoría, y es la posibilidad de que se inicie una lenta pero progresiva evolución hacia un modelo político más consensual, algo que se estila en países como Dinamarca, Suiza u Holanda. Será posible porque si se elige a un gobierno en minoría, sin ninguna coalición sólida, este será un gobierno débil, obligado a gobernar muchas veces contra su voluntad. Para aprobar cualquier ley necesitará pactarlo antes, no podrá imponer rodillo alguno. Así mismo, si el resto de partidos de la cámara se pusieren de acuerdo, podrían aprobar leyes en contra de los deseos del propio gobierno. Situaciones como el control partidista sobre la televisión pública llegarían a su fin, dado que el Congreso podría imponer un control neutral del ente público. Lo cierto es que, una legislatura así, tal y como se presenta, independientemente del pacto que se haga y de a quién se invista, devuelve el poder al parlamento y se lo retira al gobierno.

El problema es que llevamos demasiado tiempo mal acostumbrados a legislaturas en las que el gobierno ostentaba un control cuasi absoluto sobre los diferentes poderes del Estado. Pero, quién sabe; podríamos estar ante el principio del fin de esta forma de gobernar. Ahora el pacto será necesario para todo, el matiz será importante, hablar, ceder, transaccionar. Así, las formas políticas tendrán que cambiar y podrá existir, por vez primera, una fiscalización real y constante de la labor del ejecutivo y una independencia más fuerte del resto de poderes del Estado. La moción de censura, las comisiones de investigación para investigar la corrupción, o los referéndums, serán mecanismos que la oposición, mayoritaria en el Parlamento, podrá usar en cualquier momento para condicionar la política del gobierno.

De hecho, resultaría irónico que después de 4 años haciendo y deshaciendo a su antojo, el PP acabase siendo una mera marioneta en manos de un parlamento hostil a sus intereses.

Simulando parlamentos

En un universo mucho más simplificado, hace un año realizamos simulaciones sobre el comportamiento de los partidos en las votaciones parlamentarias usando una versión modificada del modelo que presentaron Pluccino et al. en 2011 solo que esta vez considerando tres partidos independientes entre sí (sin coalición) en vez de dos.

Figura5_QualityFigura6_Volatility

En el modelo analizamos dos variables, la calidad legislativa y la volatilidad legislativa. La primera cuantificaba el bien común generado por las leyes aprobadas. La segunda indicaba la variación en la calidad media de las leyes aprobadas, lo que vendría a ser la dispersión de la primera variable. Quien quiera ampliar o entrar en detalles sobre el funcionamiento del modelo puede ver las explicaciones en simulando innovaciones democráticas radicales y su efecto en la gobernanza o también puede revisar los paper de Pluccino o el nuestro, ver Ríos&García 2015.

Lo que el ejercicio de modelización nos indicaba era que la región de máxima eficacia legislativa era aquella en la que ningún partido dominaba absolutamente (el triángulo central, en los gráficos adjuntos). Así, en un régimen de mayoría simple, se daban unas condiciones óptimas en que las leyes aprobadas maximizaban el bien común y donde esas leyes duraban más. Es decir, eran leyes que costaban más de aprobarse, pero que, una vez aprobadas, de tan consensuadas que estaban, eran leyes beneficiosas y sólidas que servían para el largo plazo.

En conclusión

Todo esto nos lleva a concluir que, con solo modificar la ley electoral para hacerla tan proporcional como sea posible podemos tener un sistema que consolide el multipartidismo y que nos sitúe de forma permanente en la región central; esa en la que ningún partido domina sobre ningún otro; en la que los partidos están obligados a alcanzar acuerdos y pactar; en la que se vigilan entre todos y en la que los poderes del Estado son auténticamente independientes. Por eso, las indicaciones que hemos introducido en este artículo sobre las reformas posibles de la ley electoral son hoy más pertinentes que nunca. Porque la gente debe saber que tener una ley proporcional es posible sin necesidad de tocar la Constitución. Precisamente por ese motivo, puede que modificar la LOREG sea el paso previo para alcanzar una auténtica legislatura constituyente en la que cada fuerza política esté representada con el peso que le corresponde y en la que las barreras de entrada hagan posible la entrada de nuevas opciones políticas aún por aparecer. Dicho lo cual, nos ponemos al servicio de cualquier partido o colectivo que coincida con ese noble objetivo y requiera de asesoramiento técnico.

PD: Desde este post invitamos a los lectores a sumarse también a esta iniciativa ciudadana (http://reformaleyelectoral.org/) para pedir un cambio en el régimen electoral hacia una mayor proporcionalidad, en la línea de lo apoyado desde este blog.

Publicado en Democracia, Instituciones, Política y sociedad | 18 comentarios

¿Hubiese salido rentable una confluencia Podemos + IU? ¿Se pudo haber producido?

Tras las elecciones nos hemos quedado cortos. La entrada de las fuerzas emergentes y especialmente de Podemos es una gran cuña en el sistema pero queda claro que no se han sabido aprovechar las sinergias movimentistas que se generaron tras la irrupción en de las confluencias por el cambio en municipios tan importantes como Madrid o Barcelona y eso es un fallo estratégico de primer orden.

¿Porqué no se produjo?

Hay versiones para todos los gustos pero yo voy a dar la mía.

Es seguro que en IU había gente, de núcleo duro probablemente, a la que no interesaba confluir con Podemos, pero desde luego Alberto Garzón y su equipo no eran esas personas. Por eso se me antoja extraño que haya ahora quien se empeñe en culpar en exclusiva a IU del fracaso de esa confluencia. Si uno conoce los hechos eso es ser muy poco honestos y me parece a mí que obedece más a una voluntad de lavarse las manos de la fea responsabilidad de haber dejado en una posición mucho más precaria a las fuerzas del cambio en este país. Hagamos un repaso rápido de los hechos:

  1. Podemos maltrata a sus propias bases con un cierre interno tras Vistalegre, eso vuelve a mandar a mucha gente que estaba dispuesta a una fusión de bases IU-Podemos a IU.
  2. Las candidaturas municipalistas en las que hubo confluencia con IU lo petan. En donde no la hubo no.
  3. Entonces muchos de los llamados «críticos» proponemos una idea. Ahora en Común. Yo estuve en la génesis de la plataforma y lo que puedo decir es que éramos militantes de plataformas municipalistas, militantes de Podemos, gente de los comunes, alguno de IU, alguno de EQUO y alguno de Piratas, incluso varios de la antigua DRY.
  4. Ahora En Común propone dos cosas muy sencillas. En primer lugar primarias abiertas como las que se hicieron en Ahora Madrid para septiembre u octubre. Es decir copiar un modelo ya testeado que había dado buen resultado y dar tiempo a hacer una buena campaña en todo el estado para potenciar la participación como se hizo en las Europeas.
  5. En segundo lugar decidir entre todos la denominación de la confluencia sin ser condición necesaria ni el mantenimiento ni la eliminación de la palabra Podemos. Simplemente abrir una votación para que la gente escogiese si quería Podemos solo, Ahora en Común Podemos, Podemos en Común o lo que fuese. En ese escenario que proponíamos Garzón y su equipo estaban dispuestos a concurrir y disputar con una lista propia. También habría habido una lista de Iglesias y otras listas de menor peso hechas por independientes de AhoraEnComún probablemente. Así que eso sí habría sido un proceso participativo, inclusivo y que habría potenciado y revitalizado la ilusión como pretendíamos.
  6. Sin embargo, en Podemos había una lucha interna entre los errejonistas y los pablistas ya que Errejón e Iglesias estaban enfrentados por aquellas fechas. Al punto que lo que más les preocupaba era repartirse bien entre los dos esos 60 primeros puestos que era los que habían calculado que podían sacar. Meter a mucha más gente habría implicado retirar a buena parte de los suyos y eso era algo que no deseaban. Por eso, en todo momento hablaron solo de incluir a Garzón en exclusiva, y sometido a la férrea directiva del partido claro está. Eso sí se lo podían permitir.
  7. Tras el llamamiento que recoge más de 20.000 firmas de Ahora en Común Podemos hace lo siguiente, adelanta las primarias a principios de verano sin tiempo a que nadie se pueda organizar, para variar, y las hace de nuevo mediante el método plancha que le permite a la cúpula asegurarse los puestos que le convienen dedicándose a despreciar las propuestas de AeC.
  8. A partir de aquí yo di por imposible la idea de que AeC puediera tirar para adelante y pensé que la política desde abajo era en ese momento un imposible. Porque con el cierre podemita se que AeC nacerá muerto así que me desentendí definitivamente. Digan lo que digan, en Podemos se dijo entonces no a la confluencia, así, en todos los morros. Ahora a ver quien es el majo o la maja que le sigue echando toda la culpa a IU. No. La principal responsabilidad es de quien estaba en disposición de ser generoso y abrirse y ese actor era Podemos al igual que en su momento lo fue IU.

Conclusión: Que sí, que IU podría haberse abierto mucho antes y no habría entonces siquiera existido Podemos y bla bla bla. Sí, IU ha sido un desastre desde el principio, es cierto, y por eso surgió Podemos como una necesidad ante su cerrazón, la del PCE más concretamente. Pero es que luego, cuando Podemos le come la tostada y IU queda completamente vendida es Podemos, mejor dicho, su cúpula, la que tomó por asalto el partido en Vistalegre y la que hace exactamente lo mismo que habíamos criticado en IU cuando eran estos los que eran los peces grandes. Se puede decir que la venganza es un plato que se sirve frío y que donde las dan las toman y me parecerá maravilloso y de justicia poética lo que le ha pasado a IU pero seamos serios. El momento obligaba, pero parece que en ciertos ámbitos estaban más preocupados porque no se colaran críticos, por repartirse los puestos y porque no entraran más gallos en el corral que realmente por arrasar en las elecciones. Confiaban en el «ya nos votarán». Pues bien, allí donde había opciones alternativas a Iglesias estas han podido arrancar un millón de votos en total. Votos que no se habrían perdido de plantear desde el principio el partido con el estilo y talante que le queríamos imprimir desde SumandoPodemos y más en concreto desde Profundización Democrática, del que la gente de este blog era impulsor y que tuvo el privilegio de promover el documento organizativo mejor valorado por la militancia. Era un proyecto inclusivo e integrador que sin duda habría permitido integrar todas las corrientes de forma cómoda. Cierto es que aún con todo les puede acabar por salir bien la jugada, tal vez no ahora, pero sí dentro de 4 años más, quien sabe, porque la política es cruel, y porque está visto que muchas veces son los más maquiavélicos y los más deshonestos los que se alzan con el poder y por tanto, actuando sucio a medio plazo se puede ganar una vez te has deshecho mediante purgas sucesivas de cualquier rival a la vista. Y porque las elecciones no se ganan sino que se pierden, y el régimen siempre está a tiempo de perderlas absolutamente. Todo eso es cierto, pero que no me cuenten milongas de que no hubo confluencia por culpa de IU.

Simulando los resultados

Para analizar los escenarios de confluencia, hemos usado una herramienta propia de simulación hecha en Python, totalmente personalizable, y que sirve para darnos la traslación de votos a escaños en distintas configuraciones.

Escenario 1: confluencia sin pérdidas

Una primera suposición razonable sería pensar que la confluencia de dos partidos otorgaría al agregado resultante un total de votos igual a la suma de los anteriores. Es el escenario que también han trabajado en este artículo de eldiario.es y en este otro artículo de público.es.

Nuestra simulación obtiene el siguiente resultado:

Captura de pantalla 2015-12-23 12.50.48

Si miramos las simulaciones de eldiario y Público, observamos algunas diferencias respecto a nuestros resultados debido a que ambos plantean escenarios algo distintos. En eldiario.es solo simulan la confluencia de Podemos e IU, mientras que nosotros simulamos la de Podemos+IU+MES. Nos consta que el debate para dicha confluencia se planteó en Baleares pero que descarriló porque ninguno de los actores consideró que Podemos fuera a ser determinante tras las generales porque no se estaba produciendo una confluencia en el ámbito estatal. Así, el añadido de MES hace bascular un escaño del PSOE a Podemos+Confluencia. El escenario que plantean en Público es aún más optimista, y a la confluencia le añaden NOS, que son los restos del BNG que en Galicia fueron por separado. Hemos preferido no tenerla en cuenta porque consideramos que en Galicia sí que hubo confluencia. El grupo de votantes irreductibles que fueron a NOS tampoco parece que la hubiesen votado si se hubiera explicitado su alianza con Podemos. En este escenario, hay que decir que las confluencias y Podemos habrían alcanzado un valor crítico tal que ya no se verían penalizadas obteniendo todas juntas un 24,5% en votos y un 24,3% en escaños. Ciudadanos se vería más castigado y el PP y el PSOE no tan bonificados.

Nota: en el artículo de eldiario.es hay además un error, al PP le dan 114 escaños cuando deberían darle 116. Es fácil ver que su distribución no suma los 350 escaños.

Escenario 2: confluencia con pérdidas

Evidentemente el elector no es ajeno a las confluencias y estas pueden ser castigadas o bonificadas, o bien simplemente tener un efecto neutro. El escenario 1 plantea la solución más simple: el efecto neutro. Dado que lo que nos interesa es saber hasta que punto habría sido rentable confluir, vamos a tratar de averiguar nuestro worst case scenario (el peor de los posibles) y a partir de ahí usarlo de cota inferior para cuantificar la mínima ganancia neta.

Para saber qué pérdida en votos era razonable aplicar y hacia dónde deberían ir esos votos hemos examinado las confluencias en la C. Valenciana, Catalunya y Galicia. Así, mientras que la primera es un caso de confluencia que resta votos, las dos primeras eran casos de confluencias que sumaban votos. A partir de ahí nos centramos en la C. Valenciana y la analizamos. Es un ejemplo de libro de confluencia que resta votos pero suma escaños a causa de la ley electoral. Si la ley fuera proporcional, sin duda les convendría más ir por separado porque sumarían más que juntos. Ahora vayamos a los números. Si comparamos con las elecciones valencianas de hace apenas 6 meses, vemos que la suma Podemos+Compromís ha perdido un 8,4% de votos, mientras que la participación ha aumentado un 8,9%. Eso implica una pérdida relativa del entorno del 15% de los votos. Pérdida que podría venir del sector más nacionalista de Compromís. ¿Y a dónde han ido esos votos? Pues no vemos que ningún otro partido haya subido en demasía, así que haremos la suposición razonable de que se han ido principalmente a la abstención.

Así, aplicando un 10% de pérdida adicional en todas las provincias menos en las catalanas, las valencianas y las gallegas (en donde esa confluencia ya se daba), obtenemos la distribución de escaños siguiente:

Captura de pantalla 2015-12-23 16.09.30

Evidentemente el resultado es algo peor que antes ya que el PP recupera el tercio de bloqueo constitucional. Pero, aún así, Podemos+Confluencia obtiene casi 10 escaños más. La conclusión es que confluir hubiese sido beneficioso incluso suponiendo pérdidas netas en votos en muchas provincias. Naturalmente, si el escenario fuese de realimentación positiva, es decir de bonificación por confluir, podríamos estar ante un cuadro completamente distinto en el que las confluencias habrían sobrepassado al PSOE. Pero eso ya es política ficción.

Dos cosas quedan claras, el resultado en escaños sería claramente superior pero a su vez el escenario no habría cambiado tanto ya que las posibilidades de formar gobierno serían esencialmente las mismas. Aunque la posición de fuerza negociadora de la Confluencia habría sido mucho mayor sobretodo si hubiese habido sorpaso (en votos seguro, en escaños estaría por ver). Así, el PSOE se situaría en idéntica tesitura a la que tiene ahora. Seguiría pudiéndose entregar a una gran coalición con el PP y seguiría pudiéndose investir un candidato del PP con la abstención de Ciudadanos y el PSOE. Tampoco sumaría mayoría absoluta con la Confluencia por lo que se necesitaría algún tercero para sumar aunque aquí sí que habría un cambio significativo que facilitaría un poco más la formación de gobierno. Si ahora ese mismo pacto de alternativa al PP necesita del acuerdo con ERC y con DiL, en ese nuevo escenario le bastaría con un solo socio pequeño, podría ser alguno de los vascos o alguno de los catalanes. Así que visto desde un punto de vista de fuerza parlamentaria la cosa realmente tampoco habría cambiado tanto pero simbólicamente la fuerza del cambio sería bastante mayor. Así las cosas.

 

Publicado en Política y sociedad | 1 Comentario

Señora vicepresidenta, sea sincera. A usted la democracia le da mil patadas. Eso de repartir el poder no le gusta nada. Usted lo que quiere es el poder absoluto. Debe pensar que «claro, como todos». Y se debe justificarse diciendo que defiende sus intereses egoístas, «como todos».

No todos. Pero aunque así fuera, sigue habiendo un matiz. Hay dos maneras de luchar los intereses egoístas. Usted y la hermandad de dictadores a la que representa siempre optan por la segunda.

Por ejemplo, en una sociedad más primitiva, cuando dos cafres como ustedes se enfrentaban, la negociació podía tomar dos vías.

  • Primera vía. “Estos reinos para ti. Y estos para mí.”
  • Segunda vía. “Vamos a darnos de tortazos y, cuando uno de los dos se rinda, se marcha y no vuelve más. Y el otro se queda con todos los reinos.”

Ustedes son de la segunda vía.

Son como los que juegan a la lotería, no por compromiso ni por ludopatía, sino por conviccion. Si la solidaridad consiste en que el rico reparte su dinero entre los pobres, la lotería es lo contrario: los pobres dan su dinero para, entre todos, hacer a uno rico. A su hermandad de dictadores la solidaridad les da mil patadas. Ustedes son de la lotería.

Pero dejemos el tema del dinero y volvamos al tema del poder. En una sociedad menos primitiva que la anterior, cuando dos cafres como ustedes se enfrentan, la negociación podría tomar dos vías.

  • Primera vía. “Hacemos unas elecciones y nos repartidos los representantes de forma proporcional al número de votos que saquemos.”
  • Segunda vía. “Hacemos unas elecciones y el que más votos saque se queda con todos los representantes.”

Pues eso, que ustedes son de la segunda vía.

Son como los futboleros que solo entienden de ganar y perder. Brutos a los que no importa la ética en general y el juego limpio en particular. Pero con otro matiz. La política no es un juego. Para ustedes sí lo es, claro. Pero, para el que muere en las guerras o en las listas de espera de los hospitales, no es un juego.

Por eso, señora vicepresidenta, no aprobamos que hable de juego, ni limpio ni sucio. Condenamos sus despiadadas comparaciones con la liga de fútbol. Nos repele su falta de empatía con las víctimas de los recortes, es decir, con las víctimas de la corrupción. Nos repugna su banalización del mal.

Pero usted no está sola defendiendo la segunda vía. Todos los dictadores latentes la apoyan. Y no nos referimos solo a los miles de militantes de su partido a los que jamás hemos escuchado criticar cómo se eligen los delegados de sus congresos. Tampoco nos limitamos a denunciar a los dirigentes del resto de partidos del régimen bipartidista que, en cuanto tienen la más mínima oportunidad, implantan sistemas electorales lo menos proporcionales que pueden. Queremos señalar a todos los creadores de opinión que publicitan la ideología del ganador y perdedor, que es la ideología de la lotería, la ideología de la liga de fútbol, la ideología de los sistemas electorales menos proporcionales.

Todos unidos como buenos hermanos construyendo un sistema político en el que el poder se concentre cada vez en menos manos. Ustedes son la hermandad de los que no pierden la esperanza de que algún día les toque la lotería y sean dictador. Y, como seguro que sabe, usted es su portavoz señora vicepresidenta.

Miquel Villamon Alonso y Juan Bautista Esteve Ramos

Publicado el por Miquel Villamon | 1 Comentario

Comparándonos con Dinamarca

Dinamarca es paradigma y ejemplo de sociedad del bienestar, liderando desde hace décadas, junto a sus vecinos nórdicos, los indices mundiales de felicidad y bienestar.

En esta campaña electoral para el 20D, Dinamarca está en boca de muchos precisamente como ejemplo de políticas que España podría acometer. El problema es que se toman de ejemplo medidas aisladas y no se mira el cuadro en su conjunto. Unos la toman de ejemplo para proponer medidas ordoliberales y otros para implantar medidas de corte socialista, pero en ambos casos se aborda la cuestión danesa desde una visión selectiva y sesgada. Dinamarca es uno de los países de Europa y del mundo que mejor funciona, esto es un hecho comparado. Sin embargo, no tiene sentido analizar cada una de sus políticas de forma aislada por lo que, para poder tener una visión de conjunto, es preciso analizar el sistema de forma integral. Por ejemplo, Dinamarca es conocida por tener unas políticas de empleo que combinan flexibilidad con seguridad laboral lo que le ha valido el sobrenombre de flexisecurity. Frecuentemente cada actor político, según su color ideológico, se acuerda solo del «flexi» o del «security».

Cuando se escuchan afirmaciones dichas a la ligera de que «España tiene un estado del bienestar como no lo tiene nadie» toca analizar realmente lo que tenemos y compararlo con lo que hay en el entorno para darnos una cura de humildad y ver lo mucho que nos queda por mejorar. Si queremos avanzar de verdad hacia una sociedad moderna, porque si lo que se prefiere es quedarse atrasado y estancado, entonces vamos bien.

Para comparar nuestro sistema y desmontar muchos de los mitos, vamos a usar como rasero a Dinamarca aprovechando que está siendo tan mencionado por los partidos emergentes. Aclararemos cómo funciona realmente, a grandes rasgos, el diseño de su estado del bienestar. Quede claro que este artículo no pretende defender todas y cada una de las políticas concretas de Dinamarca, ya que cada país tiene un contexto propio del que no puede escapar fácilmente. Además, sería igualmente importante analizar cómo llegaron los daneses a su estado actual y eso no se va a tratar aquí. Limitémonos a Analicemos los datos sin seleccionar solo aquello que ideológicamente nos puede convenir más ni desechando lo que nos conviene menos. Dinamarca es esto, para lo bueno y para lo malo. O, quizá, precisamente porque es como es y no de otra forma, es el país que mejor funciona.

Compararemos con España los tres pilares de un estado del bienestar como el danés: Fiscalidad, Gasto público y Empleo. Por último analizaremos la renta disponible o capacidad de compra que es la consecuencia del efecto combinado de esos tres pilares.

1. Fiscalidad

Una de las primeras cosas que uno se encuentra a la hora de analizar Dinamarca es su elevada presión fiscal. La mayor de Europa, cercana siempre al 50%.

 PresionFiscal.png

Fuente: Tax revenue statistics (Eurostat)

Fuente2: Revenue statistics (OECD – 2014)

Con datos actualizados ya a 2014 Dinamarca ha alcanzado la cifra récord del 51,9%. En un gráfico de evolución histórica de la presión fiscal desde 1995 vemos que esta se ha mantenido estable en el resto de países del gráfico (Dinamarca ~48, Francia ~45, Alemania ~40). España, sin embargo, mantuvo una presión fiscal muy inferior pero creciente hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria momento en el cual se desplomó hasta el 30%. Recientemente está recuperando valores en el entorno del 35% pero siguen muy alejados de los países europeos de referencia. Contrariamente a lo que se suele difundir interesadamente, Dinamarca no solo no ha reducido su presión fiscal sino que en los últimos años la ha vuelto a aumentar hasta alcanzar un récord histórico en 2014.

PresionFiscal.png

Fuente:Tax revenue statistics (Eurostat)

Si miramos los datos históricos a más largo plazo en esta tabla sobre presión fiscal (fuente OECD), vemos que España, junto con países como Grecia o Portugal, tiene ahora una presión fiscal cercana a la que tenían los países nórdicos y  los de centro Europa en el 65. Llevamos un atraso de 50 años en el nivel de desarrollo de nuestro sistema fiscal. Curioso es observar que ese atraso, en cuanto a presión fiscal se refiere, lo tengan tres países que padecieron dictaduras hasta bien entrado el siglo XX.

1.1 Impuesto sobre la renta del trabajo (IRPF)

Si comparamos los tipos impositivos nos encontramos que, en los impuestos sobre la renta, un trabajador sin hijos y que cobre el salario medio paga, en Dinamarca, un ¿38%? (ver nota más abajo) de su salario en impuestos.

De hecho, según la OECD, mientras Dinamarca ha ido reduciendo la carga fiscal sobre los trabajadores, España la ha ido aumentando.

En este gráfico podemos ver cómo la fiscalidad en el IRPF ha ido convergiendo desde la crisis hasta homologarse a los tipos europeos.

TipoEfectivo.png

Fuente: Taxing wages – Comparative tables (OECD)

Nota: el dato para Dinamarca es sorprendentemente bajo y algunos residentes de Dinamarca me advierten en los comentarios de que estaría más rondando el 46%. Dado que los datos oficiales que manejamos son estos quedémonos con las tendencias y pongamos en cuarentena ese dato a falta de contrastarlo con fuentes adicionales.

Si miramos la tabla de tipos marginales, vemos que España se encuentra igualmente en valores parecidos al promedio Europeo, con tipos máximos rondando el 50%. Si bien en Dinamarca alcanzan un 59% y en España un 52% (antes de la rebaja fiscal de 2015). En ese sentido, el IRPF danés tiene una mayor progresividad (más tramos y marginales más elevados). No parece, en cualquier caso, que haya mucho margen de mejora en este impuesto que ya es elevado de por sí y tiene baja tasa de fraude.

1.2 Impuesto sobre la renta del ahorro (intereses y dividendos)

Este impuesto ha sido tradicionalmente bajo en España mientras que en muchos otros países es mucho más elevado. Actualmente, en España se tributa a un tipo mínimo del 20% y a un tipo máximo marginal del 24% para todas las ganancias por encima de los 50.000€  (19 a 23% a partir de 2015) mientras que el rango danés va desde el 27 hasta el 42% por encima de las 48.300 coronas (unos 6.500€). Este impuesto lo pagan sobre todo los grandes patrimonios que son los únicos capaces de generar grandes rentas del capital, por lo que es bastante redistributivo.

Fuente: Overall statutory tax rates on dividend income (OECD)

Es cierto que España tiene el impuesto de patrimonio (IP) que eleva un tanto los tipos reales que se puede llegar a pagar en concepto del capital. Si bien es un impuesto con mínimos exentos muy elevados (700.000€ por persona) y que, hasta la fecha ha sido fácilmente eludible mediante ingeniería fiscal. Y más teniendo en cuenta que aún existe una comunidad, la de Madrid, que lo bonifica al 100%. Fusionarlo con el IRPF del ahorro para homologarlo a los tipos daneses podría ser una solución que permitiría incrementar notablemente el volumen recaudado.

1.3 Impuesto de sociedades (IS)

Este es el impuesto que pagan las empresas sobre sus beneficios. Desde 2015, España tiene un tipo general del 28% (antes era del 30) y otro para pymes al tipo reducido del 15 al 25%, según su dimensión. Por su parte, en Dinamarca el impuesto de sociedades ha ido descendiendo en los últimos años hasta situarse actualmente en un tipo único del 23,5% para todas las empresas.

Sin embargo, el tipo general español es engañoso ya que el extenso conjunto de deducciones y de mecanismos legales para la elusión fiscal hace que el tipo efectivo de dicho impuesto difícilmente alcance siquiera el 20% en España (19% en 2011 según datos del INE). En Dinamarca, el sistema es mucho más simple y rígido con un estado recaudador que se asegura de que todas las empresas paguen el tipo estipulado. El mismo para todas.

Así, aunque nominalmente el impuesto de sociedades español parezca más elevado que el danés, lo cierto es que en la práctica es inferior.

Para saber el impuesto real sobre las rentas de origen corporativo (beneficios + distribución de dividendos) hasta que llegan a manos del socio capitalista hay que calcular la carga combinada entre el impuesto de sociedades y el del ahorro, antes descrito. Calculando así encontraríamos que Dinamarca tiene una carga combinada del 55,6% sobre los beneficios que se distribuidos entre los accionistas mientras que en España sería nominalmente del 45,28%. Pero si tuviésemos en cuenta un tipo efectivo para el IS del 20% (más cercano a la realidad) el tipo combinado aún descendería más, hasta el 38,4% lo que lo dejaría en casi 20 puntos por debajo del tipo combinado danés.

Fuente: Corporate income tax rate (OECD) y Overall statutory tax rates on dividend income (OECD).

1.4 Impuestos sobre el valor añadido (IVA)

El impuesto al consumo en España tiene un tipo general del 21% y luego un tipo reducido al 10% y otro superreducido al 4% en los que se incluyen una serie de productos calificados como de primera necesidad. Existe una lista en el Anexo III de la Directiva Comunitaria sobre el IVA en la que se especifica cuáles son los productos que pueden ser incluidos en las categorías reducidas; así que el margen legislativo está bastante condicionado. Por su parte, Dinamarca tiene un tipo único general al 25%, si bien es cierto que tiene algunos servicios completamente exentos, pero son muy pocos. En este aspecto se parece menos a sus vecinos nórdicos (Suecia y Finlandia) los cuales, aunque también tienen tipos generales del, 25/24% sí tienen tipos reducidos y superreducidos al 13/12% y 9/6% respectivamente.

Fuente: http://getquipu.com/blog/el-iva-en-los-paises-de-la-union-europea/

A muchos les puede parecer raro que los países nórdicos, paradigma del estado del bienestar, sean quienes tienen los IVA más elevados cuando en los medios se nos dice, por activa y por pasiva, que son los impuestos más regresivos porque los paga íntegramente el consumidor. Pero resulta que ambas son afirmaciones falsas. El prejuicio de que el IVA es regresivo parte de la idea de que es un impuesto a tipo fijo que pagan todos por igual tengan el nivel de renta que tengan. Igualmente, se presupone que dicho impuesto es siempre repercutido en su totalidad sobre el precio. Pues bien, este último supuesto es falso y de ahí que todas las demás derivadas también sean inexactas.

Lo explicaremos con un ejemplo muy claro para que se entienda. Hay dos tipos de bienes y servicios, los que tienen demanda elástica y los que la tienen inelástica. Los primeros son productos cuya demanda puede variar sensiblemente en función del precio; en los segundos la demanda es muy rígida y poco sensible a los cambios de precio. Por ejemplo, la comida, el transporte público, la ropa, los productos del hogar, la electricidad o el agua corriente, serían bienes inelásticos pues por regla general gastamos los que necesitamos, tengamos el dinero que tengamos. En los productos inelásticos sí es cierta la afirmación de que el IVA se repercute al 100%, ya que no podemos eludir su consumo. Sin embargo, ¿qué ocurre con los productos elásticos? Hablamos de la restauración y la hostelería, el cine, la tecnología, los automóviles, cualquier producto de lujo, o no indispensable en definitiva. Pues ocurre que si el vendedor nos sube el precio lo que haremos será consumirlo menos o directamente dejar de consumirlo. Así, el vendedor de bienes elásticos tenderá a absorber el impuesto sin repercutirlo en los precios porque son sectores mucho más competitivos y porque repercutir el IVA significaría reducir las ventas y también sus beneficios. El empresario se enfrenta entonces a una reducción en el margen de beneficio segura tanto si absorbe el IVA como si lo repercute y, si tenía el precio en el óptimo de beneficios, no podrá repercutir el IVA si desea mantenerse en el precio óptimo ya que de repercutirlo sus beneficios bajarían más que si no lo hiciese.

Así, si los restaurantes repercuten el IVA, iremos menos veces al restaurante reduciendo sus beneficios, mientras que nosotros simplemente habremos retraído nuestro consumo habiendo pagado, en términos cuantitativos, lo mismo o menos en IVA. Por ello, el empresario tendrá que mantener ajustados los precios para mantener su cuota de mercado. Un ejemplo claro es el cine: este servicio ha tenido que terminar bajando sus precios mediante promociones continuas a pesar de las severas subidas del IVA que ha sufrido el sector forzado por la reducción de asistencia. Por esa misma razón, bajar el IVA tampoco es sinónimo de bajada de precios, no al menos en los productos de demanda elástica.

1.5 Cotizaciones sociales

En este apartado la diferencia entre Dinamarca y el resto de países es aún más abismal si cabe. Mientras en España las cotizaciones empresariales a la seguridad social (CESS) ascienden a un 24% de los costes salariales, en Dinamarca casi inexistentes sin llegar siquiera al 1%.

Fuente: Las cotizaciones de la seguridad social en Europa – Juan Antonio Martínez Azuar y Alicia Martínez

En este caso la singularidad danesa se hace patente si nos fijamos en el gráfico del porcentaje pagado en cada concepto para un trabajador promedio. Dinamarca destaca por una composición totalmente distinta a la del resto de países, incluidos los vecinos nórdicos, al estar el empresario prácticamente exento del pago de cotización alguna.

TaxWedge_2014.png

Fuente: Tax bourden on labour income in 2014 and recent trends (OECD)

El ejemplo danés aporta la prueba que deshace todos los mitos y prejuicios ideológicos a izquierda y derecha: de que las pensiones dependen del monto de las cotizaciones sociales. Parece que hemos olvidado que en España el ratio de trabajadores/pensionistas era mucho más bajo hace décadas (las mujeres estaban fuera del mundo laboral) y las pensiones se pagaban sobradamente. En Dinamarca los impuestos se tratan como un todo integral y las pensiones simplemente están garantizadas por el estado y el dinero sale, sin ir más lejos, del propio IVA. Al final, los diseños impositivos, si están bien cubiertos por todos los flancos, para lo que sirven es para modular la economía penalizando o fomentando determinadas dinámicas. La ventaja de unas cotizaciones bajas, por ejemplo, es la de reducir los costes fijos de las empresas, especialmente los de aquellas que tienen muchos empleados. Por lo tanto, unas cotizaciones bajas facilitan la contratación e incrementan los beneficios empresariales (más IS) y los sueldos (más IRPF) siempre que estemos en un entorno de bajo paro como el danés. Por si fuera poco, las cotizaciones sociales son un impuesto de carácter regresivo tal y como nos ilustra este artículo. Hay un creciente interés por parte de ciertos sectores económicos de hacer recaer el pago de las pensiones solo en las cotizaciones que son un impuesto que saben que repercute en el trabajador, para luego poder decir que el sistema es inviable porque no alcanzan.

Es posible que España no se pueda permitir, de partida, un diseño tan radical como el danés mientras no arregle sus problemas en la recaudación del IS y mientras no mejore significativamente sus pésimos datos de desempleo. Acordémonos de lo que dijimos al empezar el artículo: cada país tiene una historia económica y unas inercias propias de las que no puede escapar fácilmente, por lo que es peligroso aplicar a la ligera una medida aislada sin tener en cuenta el resto de variables y cuales son las condiciones iniciales y de contorno del sistema. En cualquier caso, apreciar la heterogeneidad en los diseños fiscales nos debería hacer ver que las soluciones para un mismo problema son múltiples.

1.6 Economía sumergida

Los datos sobre economía sumergida son meras estimaciones; pero, en general, todos los informes coinciden en señalar que España es uno de los países de la UE con mayor tasa de economía sumergida, lo cual repercute negativamente también en los ingresos del Estado.

EconomiaSumergida.png

Fuente: Cost of Tax Abuse Research (2011)

En 2012, según los datos recogidos en el informe Tax Gap en España el valor de la economía sumergida ascendería al 25% del PIB.

En este aspecto, los países nórdicos no son, como vemos en la tabla, los campeones de la lucha contra la economía sumergida ya que están más bien por la zona media más cerca del 20 que del 15 pero, aún así, se sitúan en niveles más bajos que los nuestros, estando Dinamarca en un 18% a fecha de 2011.

El fomento del pago en dinero electrónico, la regulación de sectores tradicionalmente sumergidos como las drogas o la prostitución, tal y como ya hacen países como Holanda y Alemania, así como una mayor vigilancia por parte del fisco, dotándolo mejor en medios humanos y materiales son algunas de las fórmulas clásicas para reducirla. Es en ese sentido que en los países nórdicos el pago en efectivo se trata de reducir al máximo y no es extraño oír propuestas encaminadas a su completa erradicación. Y es que en Dinamarca se toman en serio la contención de la economía sumergida ya que siendo inferior a la española sigue teniendo cierta dimensión.

1.7 Impuestos especiales

Dinamarca, como España, también cuenta con todo un elenco de impuestos a los vicios (alcohol, tabaco y combustibles) que ocasionan un gasto adicional en sanidad, importaciones y contaminación. Para ver más información acerca de sus tributos puede consultarse aquí.

1.8 Eficacia recaudatoria

La conclusión a la que nos lleva todo lo expuesto es que España no tiene un problema tanto de tipos impositivos bajos como de eficacia recaudatoria. Puesto que, sobre el papel, los tipos impositivos no son muy distintos a los daneses (salvando el caso arriba explicado de los impuestos al capital) estos no pueden ser la principal explicación para esa diferencia tan abismal entre nuestra presión fiscal y la suya.

La principal causa serían un diseño deficiente del sistema tributario: mientras la estructura tributaria danesa es simple, compacta y fácil de controlar el sistema español está lleno de recobecos y resquicios legales que permiten, a quienes disponen de buen asesoramiento, eludir buena parte de sus responsabilidades fiscales, legal o ilegalmente en los casos más flagrantes. La otra gran deficiencia sería una infradotación crónica de la administración de hacienda que impediría dedicar los recursos humanos y materiales necesarios para poder perseguir eficazmente el fraude fiscal, especialmente el más sofisticado.

Inspectores.png

Fuente: Tax Administration Report 2015 (OCDE)

Como se ve en el informe de la OCDE, Dinamarca tiene, en proporción a su población, una plantilla de funcionarios de hacienda que duplica a la española.

Es posible que el mayor grado de ineficiencia recaudatoria en España se concentre en los impuestos corporativos, el de sociedades y el IRPF a las rentas del ahorro. También el IVA presenta algo de margen de mejora si nos ceñimos a los tipos aplicados en Dinamarca.

Por último, el danés es un sistema que, como veremos, ha logrado que los salarios sean muy elevados respecto a los beneficios empresariales, por lo que lo recaudado por IRPF acaba siendo mayor en términos absolutos, independientemente de que sus tipos sean similares a los nuestros. Una muestra más de que el sistema funciona como un todo y que no puede considerarse un solo aspecto sin tener en cuenta las demás.

 

En definitiva, Dinamarca recauda bien y recauda mucho, por lo que convendría analizar más en profundidad a qué se debe dicha ventaja tanto cuantitativa como cualitativa.

A todo el sistema impositivo general habría que sumar el gran número de pequeñas tasas y gravámenes municipales existentes.

2. Gasto público

2.1 Deuda pública

Evidentemente, si Dinamarca es el país que más recauda, es también el que más gasta. Ese gran volumen de recaudación es lo que hace que su descomunal gasto en servicios públicos y ayudas no se vea reflejado en el endeudamiento del Estado. De hecho, sus cuentas están bien cuadradas por lo general y su nivel de endeudamiento es de los más bajos de la Europa desarrollada. Tanto que, en 2014, fue uno de los pocos países de la UE que terminó con superávit presupuestario.

publicbalance.png

DeudaPublica.png

Fuente: datosmacro (2014) y government finance statistics (Eurostat)

El problema de tener una deuda elevada es que la porción de gasto público que se nos va en pagar los intereses de la deuda es mayor, lo que nos hace mucho más vulnerables a cualquier subida en la prima de riesgo, aunque esta sea solo coyuntural.

2.2 Gasto social

Un análisis comparado del gasto en protección social per cápita, una vez compensadas las diferencias de precios entre países, deja claro que Dinamarca ocupa uno de los primeros puestos de la lista.

GastoSocial.png

Fuente: Social protection expenditure (Eurostat)

*PPA = Paridad Poder Adquisitivo

Si consideramos el gasto público en su conjunto, no solo gasto social, y lo medimos en relación al PIB, el orden de los países cambia, pero Dinamarca sigue en los puestos de cabeza.

 GastoPublico.png

Fuente: datosmacro (2014)

Hay que tener en cuenta que el gasto público aunque no sea gasto social, suele tener beneficios sociales indirectos. El gasto en policía, justicia, defensa e infraestructuras supone contratar funcionarios, dar seguridad ciudadana y jurídica, modernizar las comunicaciones, todas ellas condiciones que generan sinergias positivas y que repercuten positivamente en el consumo interno del país.

Respecto al gasto social, este se asigna en diversas partidas. Las más conocidas son sanidad, educación y desempleo; pero hay mucho más. El gran problema de países como España, con elevados niveles de desempleo, es que buena parte del gasto social se va en esa partida: debe dedicar recursos valiosos a paliar los efectos de una situación de paro estructural elevado, que se va cronificando con el tiempo.

2.3 Becas, ayudas a jóvenes y gratuidad en los estudios superiores

Dinamarca tiene una elevada tasa de emancipación y eso se debe al volumen de ayudas que reciben los jóvenes. Normalmente, solo por irse de casa un joven recibe una ayuda de unos 700€ mensuales que le permite pagarse el alquiler o también viajar al extranjero. En Dinamarca, las ayudas a los jóvenes, no van encaminadas a que se paguen los estudios, ya que son gratuitos también en los grados superiores, sino a facilitar la emancipación juvenil. Por si fuera poco, existe un tipo de trabajo a tiempo parcial, los studentjob, que están directamente enfocados a los jóvenes para que los puedan combinar con sus estudios. Son trabajos de una dedicación inferior a 20 horas, que pueden ocupar tan solo dos o tres días a la semana y que les permiten ganar experiencia profesional sin ver mermadas sus posibilidades académicas.

El caso español está en las antípodas. Aquí, las familias tienen que costear la emancipación y la carrera universitaria de sus hijos, encarecida por las continuas subidas de las tasas y por la introducción de los másteres y posgrados. Salir de casa o estudiar con dedicación plena es un lujo que pocos jóvenes pueden afrontar en condiciones ya que los trabajos que pueden encontrar están muy mal pagados y a menudo requieren una elevada dedicación en horas. Las becas de estudios que se dan en España, están a su vez condicionadas a estrictas condiciones de renta y a la obtención de un nivel alto de calificaciones lo que es más difícil de lograr en los hogares precarios.

2.4 Ayudas por hijo a cargo

Por cada hijo a cargo, el estado abona a la familia unos 200€ mensuales para su manutención y cuidado independientemente de la renta. La ayuda es por cada hijo, pudiendo variar en función de su edad. En España, en cambio, solo se dan 25€ al mes a los hogares con ingresos anuales inferiores a los 11.500€. Por otro lado, mientras que las bajas remuneradas por maternidad en los países escandinavos ascienden a un año, en España solo son de 4 meses.

Naturalmente, todas estas ayudas se complementan unas a otras. Así, una madre soltera puede estar cobrando la prestación por desempleo a la vez que cobra la ayuda por hijo a cargo.

2.5 Fomento de las energías renovables

Dinamarca fue el primer país de Europa en apostar claramente por las energías renovables cuando aún nadie creía en ellas. Lo hizo para reducir no solo las emisiones de CO2 sino también para reducir las importaciones de combustibles fósiles y mejorar así su balanza comercial.

Ha sido también país pionero en la desincentivación del uso del vehículo privado a combustión imponiendo elevadas tasas y peajes para favorecer la movilidad mediante transporte público o vehículos limpios como la bicicleta. Basta pasear por Copenhague para ver hasta qué punto los daneses tienen asumida la movilidad verde.

El país destaca sobretodo por el desarrollo de la energía eólica marina, también conocida como eólica offshore, que aporta la mayoría de energía a su mix eléctrico. Pero este desarrollo no ha salido de la nada: el gobierno, en cooperación con la industria y la comunidad científica instaló ya hace décadas un centro de pruebas de aerogeneradores de última generación que ya es referente mundial.

Contrasta esa situación con España, un país que debería haber desarrollado una industria tecnológica público-privada especializada en la energía solar que fuera puntera pero que, debido a los continuos vaivenes regulatorios y trabas gubernamentales, se está atrasando su despliegue.

2.6 Investigación y desarrollo

El gasto en ciencia es un pilar fundamental de la inversión en las economías centroeuropeas, y, especialmente, de las nórdicas. Como vemos en el gráfico, Dinamarca está entre los primeros puestos por enésima vez. Este es un gasto que tiene repercusiones directas y a corto plazo en la creación de empleo y repercusiones indirectas y a largo plazo en el desarrollo del país. En cierta forma, es un gasto que tiene mucho de inversión de futuro a la que se le saca rentabilidad a largo plazo.

I+D.png

Fuente: Gross domestic expenditure on research and development (Eurostat)

2.7 Gasto útil y efecto multiplicador

En conclusión, todo ese elenco de ayudas actúa en varios frentes de manera simultánea. Por una parte, crea empleo directo (I+D, fomento de las renovables, ayudas a la dependencia, etc.) y por la otra reduce la demanda de empleo entre los estudiantes o padres que pueden acogerse a prolongados periodos sabáticos ya sea para terminar sus estudios o para criar a sus hijos recién nacidos, lo que crea vacantes para los empleados en prácticas. Con la seguridad además de que cuando quieran regresar al mercado laboral podrán hacerlo bien asesorados. Todo ese dinero, además, se inyecta de forma directa en la economía doméstica con efectos multiplicadores ya que es dinero que va directo al consumo y repercute positivamente en la creación de puestos de trabajo indirecto y en el crecimiento del tejido empresarial local, no deslocalizable.

3. Empleo

El mercado del empleo funciona de forma no muy diferente al resto de mercados. Existen dos lados, el de la oferta de puestos de trabajo (o demanda de mano de obra si se mira del otro lado) y el de la demanda de trabajo (u oferta de mano de obra). Y existe un precio que es la consecuencia de cruzar oferta y demanda, el salario. Así, resulta fácil de entender que un desempleo bajo presiona al alza los salarios. No conviene confundir desempleo con población inactiva. Sabemos que el desempleo puede reducirse de dos formas, generando puestos de trabajo o haciendo que menos gente busque o necesite trabajar. Si el Estado interviene con éxito en ambos lados, inducirá una presión al alza en los salarios.

3.1 Desempleo

Poco que decir que no sepamos ya. Mientras España es un país europeo campeón del desempleo estructural, los países nórdicos están todos en el grupo de cabeza siempre por debajo del 10%.

Paro.png

Fuente: Harmonised unemployment rate (Eurostat)

3.2 Ayudas a los desempleados

Dinamarca es uno de los países más generosos en sus prestaciones al desempleo tanto por duración como por cuantía. Es la llamada red de seguridad. Favorecidos por la baja tasa de paro conseguida, Dinamarca gasta por desempleado más que nadie. Las oficinas de desempleo no son solo oficinas para gestionar el cobro del paro sino que son centros de reinserción en el mercado laboral en toda regla. A cada desempleado que cobra la prestación se le asigna un tutor u orientador laboral, que le guiará en todo el proceso de forma individualizada y que le buscará los puestos más adecuados en función de su formación. Si su problema es la falta de formación, la prestación le quedará condicionada a que se apunte a algún plan de estudios. Todos los estudios que curse el desempleado son cubiertos por el Estado, naturalmente.

Corto de Salvados donde se hace referencia a los orientadores laborales

 

3.3 Empleo público

El estado danés es el primer empleador del país con mucha diferencia. El porcentaje de trabajadores que trabajan directamente para el estado, ya sea como funcionarios o como empleados de alguna de las empresas públicas es de casi un tercio del total. Eso otorga al estado una gran capacidad para intervenir directamente en el mercado de trabajo, modulándolo también por el lado de la oferta, para condicionar al alza el nivel salarial y para que sirva como colchón de seguridad en períodos de crisis.

EmpleoPublico.png

Fuente: Employment in general government and public corporations as a percentage of the labour force (OCDE)

Pero, incluso dentro del sector privado danés, el Estado está presente conservando aún importantes paquetes accionariales de sus principales empresas. Queda muy lejos España especialmente después de la privatización masiva de sus mayores empresas. Algo que no todos los países Europeos hicieron con la misma alegría. Así, Holanda, los países nórdicos o Francia siguen conservando importantes sectores estratégicos, como el eléctrico, en manos públicas.

3.4 Protección frente al despido

El despido procedente por causas objetivas en Dinamarca es muy barato para el empresario, lo que aporta al sector privado una gran flexibilidad en la contratación. Esto hace que haya una elevada rotación de empleos.

En contrapartida, la red de seguridad de los subsidios por desempleo es la más generosa de Europa. Esta situación es también parte de la singularidad danesa. Según un estudio de la Comisión Europea existe una relación inversa entre el nivel de protección social y la protección contra los despidos. Así, a un nivel alto de protección contra despidos le correspondería un nivel de protección social bajo. El estudio identificaba también dos grupos de países, los que seguían más el modelo liberal anglosajón de baja protección al trabajador y los que seguían el esquema centroeuropeo, más socialdemócrata, de protección del empleo.

Captura de pantalla 2015-12-14 17.19.46.png

Fuente: La recuperación del empleo en Europa – Peter Auer (OIT)

Hay que decir que el gráfico ya está muy desfasado. Tras dos reformas laborales llenas de recortes en los derechos de los trabajadores, España habría empeorado bastante en ambos ejes respecto a su posición de finales de los 90.

3.5 Sindicatos, convenios colectivos y salario mínimo

En este apartado encontramos nuevamente interesantes diferencias. Mientras en los países nórdicos la tasa de afiliación sindical es elevada, en países como España es baja. Es posible que esto se deba a que, en esos países, en muchos trabajos la cuota sindical es casi obligada, aunque el trabajador tiene libertad para elegir a qué sindicato quiere apoyar. pero sin poder abstenerse del pago. La estructura sindical está mucho más integrada en el mundo laboral y existe un diálogo social constante entre empleados y empleadores. Se busca productividad, pero también bienestar laboral. Ambas cosas van ligadas. Una ventaja de ese modelo es que, con tan alta tasa de afiliación, los sindicatos pueden vivir de las cuotas de los trabajadores y no de las subvenciones públicas. Esto es importante, porque conecta los intereses del sindicato con el de los trabajadores que son quienes les sustentan realmente.

También encontramos importantes diferencias en el salario mínimo. Dinamarca, como el resto de países nórdicos, no tiene establecido por ley ningún salario mínimo. Estos se establecen en los convenios de empresa, pero allí los sindicatos están más integrados, y, con unas tasas de desempleo tan bajas y de protección social tan elevadas, no corren el mismo riesgo de precarización que aquí.

Captura de pantalla 2015-12-15 00.07.15.png

Fuente: La recuperación del empleo en Europa – Peter Auer (OIT)

3.5 Jornada laboral y productividad

También la extensión de la jornada laboral es en promedio más larga en España que en Dinamarca, uno de los países con jornadas más cortas. Esto significa que hay un mayor reparto del trabajo, circunstancia que favorece la creación de empleo y la productividad.

JornadaLaboral.png

jornadaproductividad.png

Fuente: Average annual hours actually worked by worker (OCDE)

3.6 Edad legal y edad efectiva de jubilación

En este aspecto no hay grandes diferencias con España. Casi todos los países tienen edades legales de jubilación entre los 65 y 67 años. En el caso de Dinamarca son 67. Sin embargo las edades efectivas de jubilación son menores debido al fomento durante mucho tiempo de políticas de jubilaciones anticipadas para facilitar el acceso a los jóvenes al mercado laboral.

 

 

3.6 Desigualdad y distribución de renta

Otro indicador interesante es la distribución salarial. La curva española tiene una forma log-normal (campana con una de las colas mucho más alargada) muy picuda, característica de los países con fuertes desigualdades de renta, Alemania y Francia vemos que tienen sendas curvas casi solapadas y bastante más suaves, pero sigue apreciándose claramente su forma log-normal que es la configuración de equilibrio por defecto. Sin embargo, Dinamarca presenta una forma mucho más gaussiana (campana simétrica), lo que nos indica que la distribución de su renta es mucho más equitativa.

Captura de pantalla 2015-12-15 17.35.59.png

Fuente: Distribución de salarios en Europa (Ciencia explicada)

Si comparamos diferentes indicadores de desigualdad, veremos que Dinamarca es líder en todos ellos. El coeficiente de Gini, la pobreza relativa, el ratio top10 vs bottom10, en todos ellos aparece Dinamarca como el país mejor situado. España, por su parte posee índices deficientes claramente por encima de la media europea.

Fuente: Income distribution database (OECD)

 

4. Poder adquisitivo

El nivel de bienestar (felicidad) de un país podría reducirse a tres aspectos. La cantidad de servicios que un ciudadano tiene cubiertos, el tiempo libre disponible y su poder adquisitivo (también denominado como renta disponible). Ha quedado claro que en servicios y en tiempo libre los daneses nos sacan mucha ventaja. Ahora veamos cómo todo eso afecta a su poder de compra.

Para poder medir esta magnitud hay que tener en cuenta diversos aspectos.

En primer lugar hay que igualar todas las divisas a una única divisa ficticia que sea equivalente al mismo poder de compra. Tratándose de Europa, serían € PPA. Donde PPA significa paridad de poder adquisitivo. Es decir que se ponderará cada cifra por el nivel de precios de ese país para corregir las diferencias y hacer que los datos sean comparables.

Precios.png

Fuente: Purchasing power parities (Eurostat)

Tal como vemos en el gráfico, el nivel de precios de Dinamarca es un 50% más elevado que el de España. Esto ya de por sí es una ventaja ya que cuando un danés sale fuera de su país es más rico.

Una mala manera de deducir esa renta disponible es la magnitud conocida como PIB per cápita que se extrae de dividir el PIB entre la población del país. Esa es una magnitud que no tiene en cuenta el nivel de desigualdad y que agrega no solo la riqueza familiar sino también la corporativa. Además el PIB per càpita es un valor medio lo que lo hace muy sensible a los valores extremos algo que no pasa con el valor mediano o mediana que es un estimador estadístico más robusto. La renta mediana sería aquella renta que está en el punto medio de la muestra total, es decir que hay el mismo número de personas que tienen más renta que la mediana de las que tienen menos renta que la mediana. La mediana suele ser, por tanto, inferior a la media y más cercana a lo que ingresa la mayoría de la población.

Para recoger el valor mediano se hace necesaria la realización de sondeos periódicos realizados a los hogares como la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.

Así, la renta neta disponible por hogar es la suma de todos sus ingresos procedentes del trabajo, del ahorro y la inversión y de las ayudas sociales directas, incluidas las pensiones, descontando el pago de impuestos y cotizaciones sociales. Para obtener una renta neta disponible por persona equivalente y comparable, que no dependa de la estructura de hogares de cada país, hay que dividir esa renta por el número de miembros del hogar pero aplicando unos determinados coeficientes correctores o pesos. Así, el primer adulto cuenta como uno (1,0), los siguientes miembros (adultos o no) de 14 años o más, como un medio (0,5) y los menores de 14, 0,3.

A la mediana de la renta neta disponible la corregiremos con los datos sobre el nivel de precios para hacer los datos comparables. Es decir, queremos saber cuanto más gana un danés que un español en términos reales no nominales.

RentaMediana.png

Fuente: Median income , Income distribution statistics (Eurostat)

Vemos que Dinamarca nos saca más del doble en renta disponible real y eso que estas rentas no cuentan las ayudas indirectas. Por ejemplo, el hecho de que la educación universitaria sea más barata en Dinamarca que en España hace que la renta real aún sea mayor.

¿Cómo han respondido ante la crisis?

Captura de pantalla 2015-12-16 13.50.46.png

Si miramos las tendencias recientes del consumo de los hogares vemos como España está junto a Grecia, Portugal o Italia, países cuyas tendencias han sido de descenso claro desde 2008. Dinamarca, en cambio, solo se habría estancado desde entonces. Tampoco es extraño ya que su renta mediana se sitúa en unos estándares muy elevados, difíciles de superar.

Conclusiones

Tras analizar por encima el diseño del estado del bienestar danés, nos quedan algunas reflexiones.

  1. Es un sistema muy distinto que funciona pero que requiere muchos cambios que no pueden acometerse de golpe sino gradualmente. Ellos construyeron su sistema durante décadas de políticas consensuadas y de largo plazo. Dinamarca, como el resto de países nórdicos, tiene una larga tradición de política no confrontativa, como aquí, sino negociadora, consensual y de pacto. Su sistema además propicia un pluripartidismo persistente que hace que muy raramente haya mayorías absolutas. Para más información ver: https://sistemaencrisis.es/2015/11/09/ley-electoral-basada-en-el-sistema-danes/
  2.  Esta gran distancia entre el sistema danés y el nuestro no significa que no podamos llegar a tener algo parecido si nos lo proponemos, pero sí que nos debe quedar claro que tiene que ser un proyecto a 30 años. No se puede pretender corregir en una sola legislatura deficiencias que se arrastran desde hace 50 años. Más aun cuando se parte de una mentalidad de la sociedad aún con muchas inercias de la dictadura. Aún tenemos demasiados súbditos dóciles y muy pocas personas críticas y autónomas. Es cierto que se ha mejorado algo pero sigue siendo una sociedad excesivamente maleable por los medios de comunicación y por un sistema bipolar, que rehúye el matiz y plantea un debate de bajo nivel. Un paso adelante será lograr que se consolide un sistema pluripartidista, para ello hará falta cambiar la ley electoral hacia una proporcional. Será un avance tímido, tan solo la primera piedra.
  3. Los sistemas del bienestar avanzados, no solo los escandinavos, son sistemas más caros. Hemos estado muy acomodados viviendo en un sistema precario. Para mejorarlo hace falta que el Estado recaude más, mucho más. España tiene margen para mejorar la eficacia recaudatoria, para reducir la economía sumergida y para incrementar algunas partidas impositivas como la de las rentas del capital, el impuesto de sociedades o incluso el denostado IVA.
  4. Debe profundizarse la transparencia y la participación política al máximo para que el gasto esté totalmente fiscalizado por la sociedad. Un estado que ingresa más es un estado que gasta más y eso es lo único que nos puede llevar a un estado del bienestar avanzado. No obstante, también se corre el riesgo que, si todo sigue opaco y oculto, nuestra corrupción sistémica heredada del franquismo haga que ese dinero se pierda por el camino. Se empiezan a dar, por primera vez, las condiciones sociales para que se ponga fin al régimen de posfranquismo que ha sido, en muchos sentidos, una continuidad por otros medios de los mismos vicios que se asentaron en la dictadura. Hay que cortar definitivamente y eso requerirá vencer las resistencias de toda esa parte de la sociedad (el llamado franquismo sociológico) aún conservadora y resilente al cambio.
  5. En paralelo a ese incremento de la recaudación ha de procederse a una limpieza total de las cloacas del Estado, acabar con el amiguismo y las puertas giratorias, sí, pero también mejorar el nivel educativo de la población. Que el debate se lleve a las ideas concretas, sin dogmas ni prejuicios, que se experimente con políticas nuevas. No tenemos por que plagiar su modelo, podemos hacer el nuestro propio inspirándonos en el suyo pero adaptándolo a nuestro contexto particular.
  6. Aunque nos hayan machacado lo contrario tenemos un estado pequeño, demasiado pequeño como para que pueda influir de modo efectivo en el mercado del empleo y este no quede a merced de los empleadores privados que, aprovechándose de una enorme bolsa de paro, fijan los salarios a la baja. El vaivén económico nos afecta demasiado y para contrapesarlo necesitamos un estado o estados (si optamos por una descentralización en fracciones territoriales de unos 5 millones de habitantes) más fuertes económicamente hablando. Un estado que pueda gastar más podrá generar empleo directo y dar más ayudas, con lo que podrá modular el mercado de trabajo de forma más efectiva a la vez que potenciar aquellos sectores estratégicos en los que quiera despuntar. Un ejemplo, las energías renovables; una necesidad mucho más acuciante para España que para Dinamarca. Paralelamente al desarrollo de una industria tecnológica de alto valor añadido, hay que elevar la calidad de la formación creando las condiciones para la entrada en ese círculo virtuoso.
  7. Hay que contemplar la hipótesis de que tal vez la manera más eficiente de funcionar para maximizar el bienestar ciudadano sean estados más pequeños y más homogéneos, más próximos al ciudadano y a sus necesidades. Eso habría que pensarlo. Tal vez la zozobra de la unidad nacional española no solo no sea ningún riesgo sino que sea una oportunidad para olvidarse de la quimera centralista y crear de verdad algo nuevo en Iberia. Un ecosistema laboratorio de nuevas políticas como lo fue la península Escandinava en su momento, sin que por ello dejemos de ser pueblos hermanos.

 

Es un reto difícil de alcanzar, un estado del bienestar que pueda realmente ser equiparable a los estándares europeos y más cuando partimos con el lastre de la deuda. En cualquier caso, debemos conocer lo que hay fuera para poder reclamar que se vaya por ese camino, porque  sabemos que otros lo han recorrido ya con éxito.

Enlaces de interés sobre el tema:

http://www.elcaptor.com/2012/12/gasto-social-union-europea-analisis-cifras.html

http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com.es/2013/10/comparativa-del-poder-adquisitivo-en.html

Muy interesante ver la serie Börgen que ilustra bastante bien el funcionamiento de la política danesa.

http://informes.seminaritaifa.org/la-presion-fiscal/

http://www.ciencia-explicada.com/2013/08/graficas-interactivas-distribucion-de-salarios-en-europa.html

http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/Kelsen-Dinamarca-Democracias-Tribunal-Constitucional_6_424217585.html

Y para profundizar en el éxito y las claves de las economías nórdicas muy recomendable es leer el libro de Víctor Lapuente – El retorno de los Chamanes

Publicado en Sin categoría | 19 comentarios