¿Es posible una candidatura ciudadana unitaria? Un análisis sociológico.

Aprovechando la efeméride del segundo aniversario del 15M, iniciamos una nueva andadura en este espacio que pretende ser un lugar de reflexión y análisis sobre la crisis económica y política. Nuestro objetivo, tratar de encontrar soluciones viables a los problemas actuales; siempre bajo los principios de la democracia radical y de la justicia social. Creemos que hace falta una revolución económica y política, entendida esta como un proceso transformador y radical hacia una nueva sociedad orientada hacia el conocimiento y el bien común de todas las personas y del entorno del que dependemos.

En estas líneas, vamos a reflexionar sobre la idoneidad y la necesidad de que surja una nueva candidatura política que emerja directamente desde la propia ciudadanía. Hace unos meses ya analizamos el cambio que se estaba gestando y ahora cada vez parece más cerca el momento en que algo así pueda materializarse de forma similar a como ya se ha hecho en Grecia (Syriza) y en Italia (M5S). Imaginaremos, con los datos que disponemos, las características que tal candidatura debería tener y sus posibilidades de éxito a más de dos años vista de las siguientes generales. Son solo unas ideas, para abrir el debate e invitaros a todos a reflexionar dentro de un marco posibilista.

¿Hay espacio para una nueva candidatura nacional?

Creemos que sí, aunque con matices. En primer lugar echemos un vistazo al gráfico sobre la evolución en la intención de voto directa sobre la serie de datos del CIS actualizado hasta el mes de abril de 2013. Conviene no confundir intención de voto declarada con estimación de voto, lo primero es el resultado directo de las respuestas de los sondeos y lo segundo son los cálculos elaborados para extraer de ahí los posibles resultados electorales. Lo que vulgarmente se conoce como la «cocina», y la estimación de voto, en palabras del propio CIS, es fruto de un cálculo nunca hecho público y que ha cambiado con sus distintos equipos de dirección.

CIS_IntencionVoto

Lo que vemos es que el bipartidismo tradicional (PP+PSOE) se está despeñando sin que las otras dos fuerzas que le van a la zaga (IU+UPyD) sean capaces de capitalizar ese descenso. La linea gris del gráfico nos indica que existe una demanda no satisfecha. Hay un enorme hueco que cubrir y eso no lo van a hacer organizaciones verticales tradicionales como los partidos clásicos. Solo lo puede conseguir algo surgido de la base fruto de una gran participación interna y que no sea reconocido por el público como algo procedente de la oligarquía político-financiera.

El gran pero es el propio sistema electoral español que castiga fuertemente a las terceras formaciones que no obtengan tantos votos como las dos mayoritarias y que, por tanto, dificulta enormemente la entrada de nuevas fuerzas en el Parlamento. Ocurrió recientemente con EQUO que, con más de 200.000 votos en toda España no obtuvo representación. Sin embargo, los tiempos están cambiando porque, todo esto sería válido en un escenario en el cual hubiese dos partidos que recogiesen el grueso de los votos cosa que, dentro de dos años, si las tendencias se mantienen, estará lejos de ocurrir. En vez de eso, lo que podemos encontrarnos es un escenario político con cuatro partidos muy igualados en votos, todos en torno al 15-20% de voto sobre el censo. Esto significa que cualquier nueva fuerza que sea capaz de beber de la abstención acelerará más el hundimiento de quienes ya están en caída libre (PP y PSOE).

  • Estimación de voto y «cocina» del CIS

Como hemos comentado más arriba, las estimaciones de voto no se extraen de preguntas directas. El motivo es que hay mucha gente que no responde porque se mantiene indecisa o simplemente porque no quiere contestar, voto oculto. El resultado en bruto de las respuestas a las preguntas se denomina intención de voto declarada y, típicamente, casi siempre será menor que la estimación de voto por los motivos ya citados. Por si esto no fuera suficientemente complicado, los porcentajes de voto oculto o de indecisos son distintos para cada partido y pueden variar con el tiempo. Por eso, la estimación de voto tiene más de arte que de ciencia. Su cálculo se basa en algoritmos que tratan datos de otras preguntas como el recuerdo de voto (a quien se votó en las pasadas elecciones) o la simpatía (el partido hacia el que se siente más próximo) además de los valores de las distintas series históricas.

CocientesCIS

El gráfico de arriba muestra el cociente entre la estimación de voto (valor cocinado) y la intención de voto (valor declarado). Se observa, en los últimos meses, un repunte del cociente del PP y el PSOE, especialmente del primero que obtiene valores inéditos en toda la serie histórica. Ocurre que también la contundencia del hundimiento del PP, en tan solo un año de gobierno, no tiene precedentes. Estas correcciones en los estimadores, no tienen porqué ser fruto de una manipulación consciente. Simplemente, los sociólogos que los elaboran tienen tendencia a ser conservadores porque, en caso de error, es menos arriesgado para su continuidad en el puesto haberse equivocado por pecar de prudentes que por ser excesivamente atrevidos.

IntencionVotoDeclarada

En este último gráfico mostramos la variación en la intención de voto declarada desde el barómetro de enero al de abril. Como vemos el PP ya lleva tiempo por debajo del PSOE en intención de voto y también en simpatía si uno mira el banco de datos del CIS.

  • Extrapolación de un escenario posible (conservador)

Para hacer la extrapolación vamos a partir de la estimación ponderada presente en la la wikipedia. En ella se calculan estimaciones de voto a partir del conjunto de estimaciones del CIS y del resto de empresas demoscópicas. La densidad de datos de esa serie nos permite extraer con mayor fiabilidad cuales son las tendencias de la estimación de voto. Hemos hecho una proyección hasta las siguientes generales considerando la aparición a finales del presente año de una quinta fuerza con un 5% de estimación de voto de partida. Esta viene representada por la linea verde.

ElectionMonthlyAverageGraphSpain2015

Como vemos, la tendencia para el PSOE e IU, con una fluctuación menor, es mucho más fácil de establecer que para el PP o UPyD. En el caso de UPyD hemos supuesto que la tendencia primaria es la última y damos por supuesto que no volverá a tener tirones como los vividos hace unos meses. En el PP valorar cual es la tendencia principal aún es más complicado debido a los numerosos y erráticos baches que su formación va sufriendo. Hemos establecido dos tendencias posibles. Una genera un escenario que denominamos conservador y la otra genera el escenario optimista.

Para ver cómo resultaría el reparto de escaños en las próximas elecciones hemos usado un simulador que extrapola los escaños a partir de los resultados obtenidos en el 20N. Como no tenemos resultados para esa hipotética quinta fuerza ciudadana aun inexistente (a la que llamaremos Candidatura Ciudadana) hemos usado a EQUO como referencia para nuestra extrapolación dado que este también es un partido de ámbito nacional con una distribución territorial similar al esperada en esa hipotética candidatura.

Tendríamos:

  • PP – 15% (~58)
  • PSOE – 20% (~85)
  • IU – 20% (~70)
  • UPyD – 15% (~43)
  • Candidatura – 15% (~51)

PP+PSOE = 143 escaños a 32 de la mayoría

Este escenario plantearía un Parlamento a la italiana, más bien ingobernable lo que daría una oportunidad al pueblo para, mediante fuerte presión popular, forzar cambios en su beneficio. PSOE + IU + Candidatura Ciudadana sumarían y habría que hacer delicados equilibrios para forzar la apertura de la constitución en un proceso en el que pudiesen participar todas las personas. Es posible que políticas contra la banca como las que IU le está obligando a hacer al PSOE en Andalucía pudiesen darse a nivel nacional. El papel de la Candidatura en un escenario así sería clave como bisagra para la gobernabilidad.

  • Extrapolación del segundo escenario posible (optimista)

Hemos contemplado un segundo escenario más optimista para el cambio en el que el PP se hunde un 5% más y la candidatura ciudadana recibe un 5% más. Un escenario así posibilitaría un cambio de mayor amplitud, sin duda. Veamos que resulta:

ElectionMonthlyAverageGraphSpain2015_v2

  • PP – 10% (~32)
  • PSOE – 20% (~86)
  • IU – 20% (~73)
  • UPyD – 15% (~48)
  • Candidatura – 20% (~68)

PP+PSOE = 118 escaños a 57 de la mayoría

En un escenario así la Candidatura Ciudadana seguiría requiriendo de dos fuerzas adicionales para forzar el cambio aunque esta vez el pacto a 3 podría realizarse no solo con el PSOE sino también con UPyD posibilitando cierta geometría variable.

Pero, ¿Y si la estimación del PP estuviese sobreestimada? En ese caso el PP se encontraría ya cerca del 25% y no del 30% lo que haría más probable el escenario optimista (PP=10%) en detrimento del escenario conservador (PP=15%). En ese sentido, hay algunos sondeos que ya ofrecen esa realidad menos bipartidista. Por ejemplo, los de metroscopia que podemos ver a continuación:

MetroscopiaAbril2013

  • Estrategias de frente común: Candidatura Ciudadana + IU

Existe la posibilidad de que si esa Candidatura es capaz de crecer pronto y absorber diversas fuerzas ahora minoritarias como EQUO pudiese verse en las encuestas en no muchos meses en porcentajes parejos a los de IU. En ese escenario se abriría la puerta a una estrategia de frente común que permitiese aprovechar las debilidades de la ley electoral en favor de ambas fuerzas. La ley d’Hondt y las circunscripciones pequeñas hacen que los ganadores tengan lo que se denominan primas a la gobernabilidad. Lo que vemos es que las posibles ganancias en un escenario de derrumbe del bipartidismo no son demasiadas aunque tampoco conviene menospreciarlas, todo dependería de hasta que punto IU estaría dispuesta a adaptarse a una nueva forma de funcionar. Veamos los cálculos para los dos escenarios propuestos.

Escenario conservador:

  • PP – 15% (~55)
  • PSOE – 20% (~80)
  • Candidatura + IU – 35% (~132)
  • UPyD – 15% (~44)

Prima a la gobernabilidad: +11 escaños aprox.

PP+PSOE: 135 escaños, a 40 de la absoluta

Escenario optimista:

  • PP – 10% (~28)
  • PSOE – 20% (~81)
  • IU – 40% (~159)
  • UPyD – 15% (~42)

Prima a la gobernabilidad: +18 escaños aprox.

PP+PSOE: 109 escaños, a 66 de la mayoría.

Sea como sea aquí no contemplamos la posible pérdida de votos por un pacto así. Ante una posible alianza de esas características, habría que valorar, llegado el momento, si la prima a la gobernabilidad compensa la posible pérdida de votos. Debido a la ley electoral puede ser que aun perdiendo votos se salga ganando en escaños. Así que la candidatura debería hacer numerosas consultas internas antes de dar un paso así y estar muy convencida de que no va a asumir apenas ningún coste electoral.

¿Porqué es necesaria una candidatura más?

En primer lugar por un simple argumento posibilista. Porque se puede. Todos los sondeos dejan claro que ni IU ni UPyD lográn hacerse con todo el electorado que dejan huérfano tras de sí los dos grandes partidos PP y PSOE además del que tradicionalmente ya se encontraba disperso entre abstencionistas críticos, votantes en blanco y votantes de partidos minoritarios. Este electorado crítico con la casta pero sí politizado y consciente de la necesidad de cambio es al que dicha candidatura debería dirigirse. El segundo argumento se deriva pues del primero y es que si todo ese electorado potencial se moviliza el bipartidismo del PPSOE puede darse ya por finiquitado y se abriría, esta vez sí, una nueva etapa política de inestabilidad en la que el PP y el PSOE no sumarían fuese cual fuese el escenario barajado y que debería culminar en una profundización democrática inevitable.

Los efectos del surgimiento de una fuerza así podrían ser la reducción de la abstención y del voto de protesta, actualmente disperso, que se iría aglutinando en torno a una única fuerza colectiva que, tal vez podría contar con activos políticos de peso como Ada Colau. Esta fuerza ciudadana crecería paralelamente a alternativas más tradicionales como IU lo que forzaría también a IU a virar hacia postulados más modernos y participativos. La presencia de esa quinta fuerza daría argumentos para una posible revolución interna dentro de la federación de izquierdas de manos de un Alberto Garzón cada vez más crecido y con ganas de aunar fuerzas con esa Candidatura Ciudadana. Regenerar la política requiere dar paso a sangre nueva erradicando las castas vigentes, todas. Y todas es todas.

Características del electorado objetivo

Entendemos que el posible electorado objetivo de esa posible candidatura sería, especialmente, aquella gente que no siente simpatía por ninguno de los partidos existentes. Actualmente son más del 35% de los encuestados, con diferencia el grupo más numeroso y por tanto también el premio mayor para cualquier formación que aspire a crecer para cambiar el sistema. Veamos algunos gráficos generados a partir de los datos del CIS.

CisSimpatiaRecuerdo

Vemos como los abstencionistas y los ex-votantes de los dos grandes partidos junto con los votantes en blanco son el granero principal de ese nutrido grupo de gente que siente desafección política total. Veamos más.

IdeolSimpLo que se ve es que ese nicho electoral mayoritariamente está desideologizado, los que no saben y los que se consideran apolíticos suman más del 38% del total de esa muestra. ¿Cómo atraer el voto de toda esa gente? Sigamos con más gráficos.

IzqDerSimpY aquí tenemos la autodefinición en el eje izquierda – derecha en donde 1 es el extremo izquierdo y el 10 el extremo derecho. Como vemos está ligeramente escorado hacia la izquierda algo que se corresponde con la realidad social española que ha sido siempre mayoritariamente de izquierdas según los datos históricos del CIS. Pero el grupo más numeroso en este gráfico son los que se declaran neutrales en ese eje. Tanto los que se posicionan en el 5 como los que dicen no saber en qué lado del gráfico están. Esto puede responder en parte al uso intensivo que la neolengua ha hecho de ambas expresiones, siendo identificado el término izquierda al PSOE y también por las reminiscencias históricas que en España se arrastran desde la guerra civil y el franquismo. Si comparamos este grupo con quienes si sienten simpatía por algún partido en concreto vemos como el perfil es completamente distinto.

IzqDerSimp2Vemos como en este caso la autodefinición en ese eje es más marcada y tiene su máximo en el 3 y el 4.

Se podría caer en el error de que a ese colectivo desideologizado lo que hay que hacer es ideologizarlo primero para unirlo después. Pero eso, en realidad es un error. Todo intento de ideologizar ese grupo será en balde y sin embargo no es un grupo apático como se nos hace creer. Simplemente, a muchos de ellos la oferta disponible (partidos a los que pueden votar) no les satisface  y o bien votan en clave mal menor o directamente no votan o votan en blanco, nulo o al partido minoritario que más rabia les de. La solución no pasa por ideologizar sino por ofrecer algo nuevo que les ilusione. Y aquí la gran baza es justamente la democracia real. Se trataría pues de implicar a la gente para que decida ella misma sobre su futuro para que cambie este sistema en el que ya no cree por otro mucho más participativo y plural. Y para que ese cambio lo haga sin ideologías cerradas que le digan exactamente por donde ir. Esta masa no es apática, solo está esperando a alguien que ofrezca exactamente eso.

¿Cómo debería ser esa nueva formación?

Nuestra propuesta es sencilla. A la luz de los datos ofrecidos, no hay mucha duda de que existe una enorme bolsa de demanda no satisfecha. La candidatura ciudadana que aspire a hacerse con ese electorado deberá reunir, a nuestro entender, las siguientes características. Deberá ser ABIERTA, TRANSPARENTE y DEMOCRÁTICA. Esto es, sometida a la voluntad popular sin obedecer a criterios de organización vertical. Debe ser algo hecho para el pueblo y por el pueblo aprovechando las potencialidades de la red. Llenar ese hueco pasa por hacer participar a esa gente de una forma distinta que simplemente pedir-les su voto. Debemos implicarles haciéndoles partícipes de la construcción de esa fuerza, tanto en la toma de decisiones como en la constitución de sus listas electorales.

A veces se olvida el motivo principal de que el 15m tuviera tanto éxito inicial. Lo tuvo porque hizo hincapié en la participación de todos. Una fuerza así debería gestionarse consultando continuamente a sus bases sobré los pasos a dar. Legitimándose en la opinión colectiva. La confección de las listas debería ser abierta. La mejor solución sería abrir un proceso para que los voluntarios que quisiesen se ofreciesen como candidatos. El grueso de las listas se sortearía entre los voluntarios y solo a lo sumo para los cabezas de lista de cada circunscripción se realizarían unas primarias a partir, por ejemplo, de vídeos colgados en la red en el que los candidatos se presentarían a sí mismos al resto de la gente.

Debería contar con mecanismos de impugnación internos y de autoconvocatoria de votaciones para que la base de simpatizantes pudiese cambiar y replantear en cualquier momento las decisiones adoptadas por el grupo. Debería ser pues una organización flexible, todo lo contrario a la rigidez de los partidos actuales. Debería estar en constante evolución adaptándose en cada momento a las necesidades y a la realidad del grupo que la conformase.

Que nadie piense que este será un cambio fácil o una transición serena y tranquila hacia una democracia real. Más bien atisbamos cierto periodo de inestabilidad en el horizonte pero como tras toda tempestad llega la calma, nuestra esperanza es que la calma que llegue sea mejor que la que nos precede. Estas resistencias son previsibles, precisamente porque quienes ostentan ahora el poder no van a querer cederlo de buenas a primeras.

¿Qué debería reivindicar la nueva formación?

Pues no muchas cosas. En primer lugar, un Proceso constituyente o Reforma total de la constitución. Ese proceso debería ser participativo y conducir, precisamente, hacia un sistema de democracia participativa y radical semejante al que proponemos en esta misma web (es solo un buen ejemplo de lo que podría exigir). Así mismo, habría que tener ciertas reivindicaciones de urgencia porque no creemos que se pueda hacer un proceso constituyente pacífico y en normalidad democrática mientras se siguen cometiendo atropellos contra la población. Sería contradictorio y contraproducente por que dejaríamos una puerta abierta a la oligarquía para que nos lo reventara.

Así pues, habrá que pensar muy bien en un conjunto de propuestas irrenunciables y urgentes. El resto se podrán precisamente abordar durante y después del Proceso Constituyente. Por ejemplo, la reforma del sistema electoral entra ya dentro de lo que sería el proceso y lo mismo ocurre con la democracia participativa. Por tanto, habría que citar otra serie de objetivos que se desearía desarrollar en el seno de dicho proceso constituyente y no como medidas inmediatas.

Tenemos pues cuatro grandes grupos de propuestas.

  • Medidas urgentes y paliativas: por ejemplo la congelación de los EREs en las grandes empresas con beneficios, la paralización de los desahucios, retirar los pasaportes para poder juzgar a ex-políticos y banqueros corruptos y defraudadores, etc.
  • Proceso Constituyente y procedimiento: Articular como se harían los foros ciudadanos y la Asamblea Constituyente que deberán armar el nuevo texto constitucional. Aconsejamos echar un vistazo a la hoja de ruta para el proceso constituyente.
  • Objetivos enmarcados en el Proceso Constituyente: Reformar la ley electoral, articular medidas de control ciudadano sobre la clase política, democracia participativa, recuperar el control de los sectores estratégicos, etc.
  • Medidas posteriores al Proceso Constituyente: Una vez ya con un sistema de democracia participativa en marcha el pueblo podría ir cumpliendo todas y cada una de sus aspiraciones mediante las herramientas democráticas de las que se habría dotado.

Somos conscientes de que hay bastante gente que recela de la democracia más radical al despertarle miedo la idea de que el pueblo pueda ostentar poder real. Es como si nosotros mismos nos pusiéramos la zancadilla. Al desconfiar de nuestras propias capacidades hemos acabado confiando el poder en otros y ese ha sido el mayor de nuestros errores como sociedad y a su vez el mayor triunfo de la oligarquía. Alienarnos y hacernos creer que el cambio no era posible porque el pueblo no estaba preparado para él. Es así como consiguieron que les aceptásemos a ellos, pero eso, especialmente desde el 15M, cada vez les surte menos efecto. Algo se ha cortocircuitado en su discurso. Ahora que desconfiamos de los líderes tradicionales llega la hora de confiar más en nosotros mismos. Porque una cosa es segura, el que no esté dispuesto a asomarse al abismo que se quede quieto. Los riesgos siempre estarán ahí la cuestión no es tanto que existan o no. Si no si estamos dispuestos a afrontarlos. Porque salir de la cueva en la que estamos siempre es peligroso, pero lo que sabemos es que de quedarnos en ella moriremos de hambre y frío, hay que migrar hacia otra cosa. ¿Vamos a por ello?

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Nota del autor: La mayoría de los gráficos de esta página son de elaboración propia. Los gráficos han sido diseñados a partir de los datos del barómetro del CIS de abril de 2013 menos los 3 últimos que son del de enero de 2013 por que hemos tenido que recurrir a los metadatos.

Desde el artículo abogamos por plantear desde la imparcialidad la posibilidad de crear esa candidatura ciudadana unitaria. En ese sentido, nos gustan iniciativas como Confluyentes o AhoraTuDecides.es que van en la línea que planteamos de autoentendimiento previo y de aglutinamiento progresivo para hacer frente al sistema. Cuando alguien pregunte ¿Porqué hacer eso? Sencillamente toca responder, porque se puede.

Acerca de Víctor García

Licenciado en física, máster en física computacional y posgraduado en técnicas cuantitativas para los mercados financieros. Ha trabajado como personal docente investigador en la UPC y como técnico de banca en una gestora de fondos de inversión. Actualmente interesado en la transición energética y en encontrar nuevas formas de gobernanza colectiva que permitan el ejercicio de una soberanía popular real así como por la modelización basada en agentes, la vida artificial y el aprendizaje automático.
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4 respuestas a ¿Es posible una candidatura ciudadana unitaria? Un análisis sociológico.

  1. Lo que me tiene mosca es esto de que ahora en el telediario digan que la contestación ciudadana es «lógica» y que le den un poco de cancha a las manifestaciones. Supongo que piensan que pueden controlar el proceso, que les favorece para regatear con Europa y de paso fragmentar la izquierda, y que no va a desembocar en un 1931 con las Europeas en lugar de las Municipales.

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  2. César dijo:

    Sinceramente, creo que un nuevo partido político se estrellará contra el sistema electoral como ya se han estrellado otros en tantas ocasiones. Apostaría por la convergencia de los partidos tradicionales de izquierda (IU, IA, EQUO, PACMA, etc.) + cualquier fórmula que parta del sector del movimiento 15-M u otros movimientos sociales que suelen abstenerse, sobre un acuerdo de mínimos y una premisa que ya defiende la actual Izquierda Plural: la reforma profunda del sistema electoral a fin de hacer proporcional el porcentaje de voto con el de escaños, y asegurar la pluralidad en el futuro.
    El artículo está muy bien documentado, pero las proyecciones que ofreces no me parecen nada realistas, sobre todo porque no tienes en cuenta que existe una base casi inamovible de votantes tanto en el PP como en el PSOE, y que estos partidos no sólo cuentan con un «techo electoral», sino también con un «suelo» de votantes de perfil intransigente.
    Pienso que un frente como mínimo antineoliberal multiplicaría los apoyos más allá de los que ya tienen partidos como Izquierda Unida o Izquierda Anticapitalista, cosa que no pasaría si se presentan las candidaturas por separado. La prioridad para las próximas elecciones generales es salvar el sistema electoral, no nos engañemos.

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  3. César ese suelo del que tu hablas es un suelo absoluto. En el gráfico se ponen porcentajes. Si te fijas el hecho de que una fuerza sorba de la abstención permitiría que ese porcentaje siguiese disminuyendo por mucho que los votos se estancasen en torno a ese suelo que tu citas. Las proyecciones no están sacadas porque sí y solo se podrían cumplir si surge esa nueva fuerza política.

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